Artigas, El Mar y los Rios

Page 148

permanentes reclamaciones al Director Supremo de las Provincias Unidas. Son innúmeras también las menciones en la prensa de varios de los países más importantes en la política internacional de la época.

No se cuenta, desgraciadamente, con ningún ejemplar original

auténtico de este documento. Pensamos que aun falta realizar al respecto una investigación exhaustiva. Sobre este tema como en tantos otros, debemos a la labor del Prof. Juan E. Pivel Devoto, el poder contar con una copia de un original, realizada y certificada en Caracas, con fecha 27 de junio de 1846 por el cónsul de Estados Unidos en el puerto de Laguaira. La jerarquía de la autoridad certificante y la intervención de varias cancillerías en la tramitación del expediente, el cual esta copia certificada integra, nos permite asegurar, la existencia del documento original auténtico, por lo menos a la fecha de la certificación, en la legación de los Estados Unidos en Venezuela. El trabajo del Prof. Pivel Devoto

66

, hace ver por primera vez la luz pública a los

documentos estudiados. Sobre una actitud, que por no ser el tema central la adjetivamos aquí de arbitraria, de la Armada colombiana en los años 1816-17, sustrayéndole a varios corsarios sus presas, sus capitanes inician las reclamaciones correspondientes ante los gobiernos respectivos siendo finalmente, en 1846, reconocido por esos gobiernos, la ilicitud de los procedimientos que ocasionaron el despojo de sus legítimos derechos a los originales apresadores. No se continuó con el trámite normal, que hubiera finalizado con el pago de las reparaciones reclamadas, por temor a que nuestra República, reclamara a su vez pues, los corsarios lesionados en sus derechos navegaban bajo el pabellón del Gobierno de Purificación., Los directamente perjudicados, ciudadanos americanos, buscaron la intersección del Secretario de Estado, y de otras personas influyentes relacionadas con el asunto, resultando de todo ello la solicitud a nuestro gobierno para que expresara oficialmente que no efectuaría reclamaciones sobre la base de ese litigio, último escollo para lograr cobrar las indemnizaciones reclamadas. Finalmente dicha solicitud fue concedida en forma favorable. Entre los documentos que acompañaban a la gestión, para mayor aporte de información, se encuentra la copia certificada de la patente de corso extendida a favor de uno de los reclamantes.

67

En Anexo N° 1 al presente se adjunta copia y trascripción del

documento en cuestión. Este, en su decreto de certificación, en idioma inglés, expresa: “.... Yo, John P. Adams, cónsul de los Estados Unidos de América para el puerto de Laguaira, por la presente certifico que el instrumento escrito que antecede es copia cierta y fiel de la Patente Original actualmente archivada en la legación de los Estados Unidos de

66

PIVEL DEVOTO, Juan E.; “Los Corsarios de Artigas en nuestros Anales Diplomáticos”; Boletín del Ministerio de Relaciones Exteriores, Montevideo; 1933. 67 Archivo General de la Nación; Caja 1752.

148


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.