Firmadas dos de un mismo tenor, en el Puerto y fecha up-supra mencionados siendo las ocho horas ante meridiano, y recibiéndose conforme, de dicho buque, de todas sus partes el comandante de la Cañonera "General Suárez", Capitán de Fragata Domingo Romero, izándose nuevamente el Pabellón Oriental con los honores de ordenanza, Firmados.- M.Tajes, Comandante de la "Suárez"; Domingo Romero, Comandante de la "Maypú"; Alférez de Navío Angel C. Baglieto; Contador de Tercera Clase Enrique A. Conella." Añado ahora la lista de asaltantes tomadas por las autoridades de Zárate, antes de ser estos puestos en completa libertad. "Claudio Acuña, 28 años, Chileno. Nicolás Gallero, 47 años, Haitiano. Pedro Lara, 22Años, Nicaragüense. Feliciano Goró, Argentino, ex-cabo de la Armada de dicho país. Miguel Aguirre, 22 años, Chileno. Victor Pedretti, 20 años, Oriental. Gregorio García, 23 años, Oriental. Miguel Cardozo, 23 años militar Argentino. Héctor Bonetti, 23 años Italiano. Ricardo von Drost, 28 años, Alemán, muerto en la acción. Juan Miller, 25 años, Alemán. Conrado von Eichatedt, 40 años , Alemán. Tomás Rodríguez Ruter, 20 años, Argentino. Luis Rosso, 35 años, Italiano." Examinada esta lista Oficial hecha por las Autoridades Argentinas, se desprende de ella, que lo aseverado al principio de este relato histórico, sobre los ideales políticos y patrióticos de estos extranjeros era incompatible con su cosmopolitismo. Debe agregarse a esta lista de los revolucionarios del 97 los que se fueron con el paylebot "República Triunfante" después del saqueo. Hecha la entrega de la "Artigas" , se reembarcó el personal del buque, con excepción de lso complicados con los asaltantes que quedaron en la Argentina. Los heridos vinieron también abordo, y de este modo quedó la cañonera en franquía iniciando su navegación a remolque de la "Suárez". Después de dos días y medio , de marcha, entraron al puerto de Montevideo, donde la "Artigas" ocupó su amarrazón. Por disposición Superior, no se permitieron visitas al buque ni abandonar el barco a ninguno de sus tripulantes. Al margen de este hecho poco común de la toma de un buque de guerra, por un grupo de asaltantes, quiero dejar bien aclarado, tratando de llevar a la conciencia del lector la seguridad, que lo que aquí se ha escrito, es el fiel reflejo de lo recogido de labios de los que, en una forma u otra, fueron actores en aquel mediodía de abril en el Río Uruguay y frente a la azorada población de Nueva Palmira, agrupada en la costa y muelle de este puerto, y no años después, sino precisamente a pocos días del asalto. En la tarde del día 26 de Abril, tocóme acompañar abordo de la "Artigas", a la esposa del 2º Comandante, Señora Anita Vierci de Tajes, a la que se le había concedido un permiso especial para esta visita, y en ella, pude documentarme personalmente de las cosas que he relatado, que me fueron ampliadas años después por mis compañeros de armas cuando prestaba servicios abordo de la cañonera "General Suárez": eran éstos, José Dutruel, Fco. Oliver, Pedro Bonazola, que aún vive y me visita con frecuencia, Quintín Rivero y Sebastían Duque. En la visita a la cañonera "Artigas" con la señora de Tajes, escuché los relatos aún frescos, y que no habían llegado todavía a particular alguno, de los labios del Capitán Tajes, del Sub-Teniente Tiscornia, del Practicante Betbeder, del maquinista Tarallo risueño, y bonachón, contar en forma pintoresca el episodio del revólver puesto en sus costillas, de los aspirantes Julio Micou y Leopoldo Acosta y Lara, pude ver las manchas de sangre en cubierta, tener en mis manos los machetes usados por los asaltantes, aún hoy, los tengo muy presentes: hoja ancha y filosa con mangos de madera sin pulir, vi la puerta del W.C. con los hachazos dejados al desviar el golpe que aplicaban a la cabeza del comandante Risso, vi al cabo Oliver con la cabeza vendada, a Dutruel con el brazo en cabrestillo, también el camarote del Jefe saqueado y en desorden, algunas señales de hacha en la regala de babor y los agujeros de bala en el guarda calor y tambucho de oficiales. La cañonera "Artigas", en su pasaje por la Armada Nacional, supo dejar una brillante foja de servicios marineros. Relacionada con el insólito suceso que configura el apresamiento de la cañonera "General Artigas" por un grupo de revolucionarios del partido nacionalista, debe agregar todavía a mayor abundamiento, y como un aporte para refuerzo y justificación de mi anterior relato sobre la toma de esta unidad de nuestra arma lo siguiente.
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