El viento , había refrescado más, rondando al N.E.; obligando al bote que era a vela, a dar varias bordadas para poder alcanzar la Puig, llegando en una de estas, a perderse de vista para los tripulantes que observaban desde abordo las maniobras del balandro que tría al resto de los deportados. El teniente de la custodia Juan Ferreiro, español de origen, que venía en el segundo bote que era a remo, cuando vió esta maniobra del balandro, sin duda se supuso que se trataba de una conspiración, en la que los deportados hubieran echado al agua a los diez soldados que los custodiaban y que , "dejando en las astas del toro os tres compañeros que habían regresado primero, y habían tomado las de Villadiego". Gran desesperación se apoderó de este oficial, quien llegó abordo fuera de sí y, anegado en lágrimas, expresó al Cnel. Curtin , lo que él creía fuga de sus prisioneros , protestando y jurando que no temía al castigo, sino a la nota de traidor. Curtín con más calma, y mejor sentido de la realidad , le manifestó al teniente que no podía ser así, observándoles, sobre todo, lo poco circunspecto de su actitud. Sin embargo, como el tiempo pasaba y el bote de los deportados no aprecia , Curtin concluyó por alarmarse también y ordenó preparar una embarcación embarcándose en ella. Entre tanto, la alarma cundía abordo. Se armó la guardia y se tomaron disposiciones , entre ellas confinar en la bodega a los tres presos que primero, habían arribado a la nave, y hasta el bueno del dueño de la "Puig", apareció en la toldilla armado con un sable corvo, "que a juzgar por su apariencia, debió "pertenecer a un capitán de Zumalacarregui". Naturalmente, la alarma no podía durar mucho tiempo, y no se había largado aun del costado del buque, la embarcación hecha preparar por el Cnel Curtin, cuando ya, bien calculada la bordada por su piloto el español José Alsina, el bote perdido atracaba a la Puig. El 30 de Mayo de 1875, después de una accidentada navegación , que duró noventa y cuatro días, entró al puerto de la Habana, en el que como decía al principio de esta narración , de nada le valió alegar fueros de transporte de guerra Uruguayo, pues fué rechazada la Puig por las autoridades de la isla que sospechaban se tratase de un buque filibustero, es decir, una expedición de revolucionarios que pretendiera sumarse a los patriotas , que en armas contra España, sostenían la guerra por la independencia de Cuba en la Manigua. Una vez, en el puerto de la Habana, y mientras se hacían las gestiones, que resultaron infructuosas, para desembarcar los desterrados, el cnel. Curtin dando por terminada su misión, pasó a estos la nota que transcribo, no obstante lo cual y lo en ella prometido desagraciadamente para los confinados, no les permitió disfrutar de inmediato de la preciada libertad por la tenaz oposición de las autoridades de la isla para permitir su desembarco. Decía la nota: "Transporte Nacional Puig". "Señores: de acuerdo con las órdenes de mi gobierno, al salir del puerto de Montevideo, comunico a Vds. que quedan con esta fecha, completamente libres de tomar la dirección que más convenga a sus intereses, quedando constatado por la presente que, motivos ajenos a mi voluntad, los retienen abordo en cumplimiento de imposiciones que me fueron hechas por el Señor Capitán General de Marina en su audiencia del día de ayer. Dios Guarde a Cds. muchos años. Puerto de la Habana, Julio 1º de 1875. (firmado): Ernesto Curtin. Jefe en Comisión". No lograda la autorización para el desembarco de los deportados, tuvo la Puig, que hacerse nuevamente a la mar, con su carga de políticos exiliados, resolviendo su comandante, hacer rumbo a EE.UU. de N.A. después de sufrir un terrible temporal, tornado, propio de aquellas latitudes, arribando con suerte al puerto de "Charleston", el 19 de Julio de 1875. Los deportados, quedaron desde este momento , libres en tierra de libres. El Cnel. Curtin, abandonó el barco, con sus soldados, y al ser arriado el gallardete que le daba a la Puig, cálida de Transporte Nacional, esta vieja barca, con el nombre de su propietario, pasó a la historia.
VAPOR DE GUERRA "FÉ" 1875
El "Fé", vapor nacional de guerra, como se le designaba por aquellos años de 1875, lo encontramos formando parte de nuestra escuadrilla, en ese año , lo prueba el hecho ya relatado, de haber dado remolque a la barca Puig hasta el cabo de Santa María, en ocasión de conducir ésta a los deportados políticos de Febrero de aquel entonces, siendo su comandante en aquella ocasión , el capitán de marina Alfredo Vázquez.
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