"Por ser la primera de esta clase, que se presenta a ese Ministerio, referente a la Escuadra actual, que se formó el año 1885, para dar una memoria completa y detallada del estado del personal y material de los buques, haciendo saber, que si bien éstos, se encontraban en buen estado de conservación, y prontos para desempeñar cualquier comisión del servicio, estando con su personal de Oficiales completo, no sucedía lo mismo con el personal subalterno, pues recién en el mes de Febrero de esta año 94, había conseguido el aumento del personal de marinería y , máquinas necesarios para cubrir los servicios de las cañoneras." También hacía saber el Jefe de la Escuadra en este memorial, que por su propia iniciativa, funcionaba en la cañonera "General Rivera", buque insignia, una academia de "Náutica y Esgrima", que dirigía el Oficial de aquel buque teniente de marina César Fournier (había cursado estudios en la Escuela Naval Argentina) pero afirmaba el comandante Bayley, "como el estado de esta Academia, era muy precario, solicitaba la creación de una verdadera Escuela Naval, con profesores competentes y el material de enseñanza suficiente para la formación de oficiales de marina, capacitados para tripular los modernos buques de guerra que ¡necesariamente el Gobierno tendrá que adquirir a corto plazo!" Corresponde extractar de este mismo memorial, estos valientes párrafos insertados en apoyo de sus razones. "Que los Gobiernos, hasta el presente, poco se han preocupado de esta importantísima cuestión, y han dado una preferencia marcada, al ejército de tierra sobre el de mar, sin estimar, que un país esencialmente marítimo, como lo es el nuestro, estas dos instituciones, no pueden marchar la una sin la otra". Justificando el movimiento que había llevado a cabo entre los oficiales de las unidades de la escuadra, según las conveniencias del servicio , decía: "Con el fin de evitar en lo sucesivo cierta falta de compañerismo notada entre los oficiales de las unidades de la Escuadra, y atribuyendo ésta, a un mal entendido exceso de espíritu de cuerpo, debido a haberse formado dichos oficiales en los barcos en que prestaban sus servicios, y al mismo tiempo con el objeto de asignar la dotación y jerarquías que señala a cada nave el presupuesto vigente, como también debido a necesidades del servicio y disposiciones del Superior". (Detalla este movimiento de los oficiales, que se omiten transcribir) Esta rivalidad, que menciona el Jefe de la Escuadra, entre los tripulantes de las distintas cañoneras, existía ciertamente por aquella época, y era así que con frecuencia originaban incidentes, aunque desde luego, sin mayor entidad ni peligro para la disciplina, generalmente, cuando los botes se encontraban atracados a los muelles, no yendo oficiales se entiende, y los motivaban rivalidades como estas. Cuando los botes de las cañoneras navegaban en dirección del muelle oficial, se originaban verdaderas regatas entre éstos, para llegar primero al muelle, obligando al que entraba último, a aguantarse sobre los remos alejado de la escala de desembarco, según lo establecía la ordenanza, no siéndole permitido atracar hasta que abriera el bote que primero había logrado llegar. Estas rivalidades tanto en el ejército como en la armada, se llamaba por aquellos días "Espíritu de Cuerpo" y no era otra cosa que un mal entendido sentido de solidaridad con el buque o con el batallón a que pertenecían. Con referencia a maniobras navales, el jefe de la escuadra, se expresaba en esta forma que transcribo textual: "Acabamos de dar un paso más hacia el progreso y organización de nuestra naciente marina militar, por vez primera, han salido nuestros buques de guerra en escuadra a efectuar evoluciones". "A la vez, tengo la satisfacción de poner en conocimiento del Ministro de Marina, que los Jefes y Oficiales como las tripulaciones a mis órdenes; han demo9strado competencia y la mayor voluntad para el desempeño de su cometido y el único inconveniente con que he tropezado es la excesiva falta de personal de marinería, y el corto tiempo de que he podido disponer, por tener que atender a otros servicios, que me han impedido terminar mi plan de maniobras, el que reanudaré desapareciendo las causas que lo impiden, y entonces elevaré el parte detallado correspondiente." Se refería también en esta memoria , a la nacionalidad del cuerpo de equipaje haciendo notar que: "La totalidad de los Jefes y Oficiales , eran ciudadanos uruguayos, y que en el personal subalterno, entraba un veinte por ciento de extranjeros". Sobre la movilización de las unidades de la escuadra afirmaba: "que estaban siempre prontas para ponerse en marcha en el término de seis horas, después de haber recibido la orden, siempre que se tratara de navegar cabos adentro , mientras que para navegar cabos afuera, con veinticuatro horas de anticipo, era suficiente para hacerse a la mar." Así mismo, enumeraba en este memorial los reglamentos y ordenanzas en vigencia en los buques de la Armada, haciendo saber que el autor de estos era el propio Jefe de la Escuadra.
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