Aportes a la historia de la marina de guerra nacional ROU

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la tripulación, lavado de ropa, cámaras, pinturas, etc., cosas estas , que no pueden hacerse con agua salada. Para el alumbrado de los buques, que es todo a aceite de olivo, a causa de no poder usarse kerosene, por estar prohibido en naves de guerra, se invierte solamente en eso la cantidad de treinta pesos mensuales, aparte de las bombillas que se rompen, consumo de mechas, etc. CARBÓN Y ARTICULOS NAVALES.- Este rubro, que da tanto que pensar a la prensa, y que la tiene constantemente preocupada, merece una especial explicación a fin de desvirtuar, los injustos comentarios que se hacen al respecto, sin tener en consideración que, si bien los buques de guerra son indispensables en todas las naciones marítimas, como lo es la nuestra, son también verdaderos cánceres para el erario, por estar continuamente expuestos al deterioro y el desperfecto, debido a la constante lucha que sostienen con las inclemencias de la intemperie y los elementos, en verano, con el sol abrasador, que todo lo estraga, en invierno, con las continuas humedades que tanto los perjudica, y durante todo el resto del año, contra la mar y el viento, cuando desencadenados lo azotan y embaten sobre la líquida superficie en que flotan, arrastrando y devastando cuánto a su paso encuentran. Es creencia general, Señor Ministro, que la asignación de quinientos pesos mensuales, es exclusivamente para compra de carbón, y si tal sucediera, estarían en perfecto derecho de llamar la atención del Superior Gobierno sobre dicho rubro y tengo la seguridad, de que lo hacen en tal convicción, sin saber que con dicha suma se atiende a los múltiples gastos que ocasionan los buques militares, tanto en navegación como durante su estadía en puerto. En el primer caso, no es solamente con carbón que se pone en movimiento las máquinas de nuestros buques, pues estas precisan aceites especiales de alto precio para su continua lubricación, potasa para los condensadores, planchas de zinc para quebrantar la acción galvánica en las calderas, empaquetaduras de los grifos, puertas de calderas, etc., limas para ajustar los bronces, parrillas para reponer las que se gastan en los hornos, gomas para las válvulas de aire y circulación, y otros muchos artículos de elevado costo, para la conservación de la máquina y calderas, repuestos de los útiles y herramientas que se utilizan en el trabajo. Nuestros buques en navegación, tienen un consumo de 60 a 70 pesos por singladura ( o sea cada 24 h.) por consiguiente, navegando continuamente, ocasionarían un gasto aproximado de 2000 pesos mensuales cada uno, esto solamente en la parte respectiva al compartimiento de máquinas y calderas. Ahora paso a detallar lo que corresponde al casco interior y exterior. Siendo la principal misión de los buques de guerra, representar al pabellón nacional donde quiera que se encuentren , y estando en continuo contacto con los de las demás naciones extranjeras, deben estar siempre correctamente tenidos y conservar el aspecto militar y marinero que lo caracterizan, en sus mástiles se enarbola el pabellón y las insignias nacionales diariamente, lo mismo que en sus embarcaciones menores, y estas banderas, como las demás extranjeras que están obligados a tener, para usarla en ocasiones de saludos y engalanados, deben estar izadas cuando corresponden , con buen o mal tiempo, por consiguiente, se deterioran y hay que reemplazarlas, siendo este, uno de los inevitables gastos que tienen los buques. Es reglamentario la limpieza diaria de aguas, y para ello se emplean escobas de piazaba, jabón, baldes de lona y escurridores de goma, que con el continuo uso se gastan y por lo menos, tienen que ser repuestos dos veces al mes. En la limpieza y conservación de artillería, y armamento portátil, se emplea estopa blanca de algodón, aceito fino de oliva, glicerina etc, siendo todos estos artículos de valor, y de los que no se puede prescindir. El casco del buque, se pinta exteriormente cuatro veces al año, o sea cada trimestre, y para ello se emplea pintura de primera clase, aceite de linaza crudo aguarrás, etc., aparte de las brochas que se consumen en los continuos retoques que se dan durante el año. Las cámaras y camarotes, una o dos veces por año, siendo este trabajo hecho por pintores, a causa de ser de imitación, lo que ocasionan gastos extraordinarios de personal y material. La maniobra, hay que cambiarla y recorrerla constantemente, lo mismo que las tiras de los aparejos de los botes que trabajan diariamente. Las embarcaciones menores requieren sus composturas, recorridas y ser pintadas semanalmente las que están en servicio, y cuando lo necesitan, las de repuesto. Pues bien Señor Ministro, estas y mil menudencias más que podría enumerar al fin de cada mes, importan muchísimos pesos, y todo esto se abona , con el rubro correspondiente a carbón, como consta en los comprobantes de inversión de los presupuestos correspondientes, pues sólo recurrimos a ese Ministerio una que otra vez, cuando se necesitan obras mayores, como velamen, toldos y alguna reparación de importancia que no pueden atender con el presupuesto, y si no navegamos más a menudo, como serían nuestros deseos, es por economizar lo más posible, a fin de atender a la conservación del buque, sin ser gravosos al erario público, tratando así de equilibrar nuestro presupuesto, y conservar en plaza el crédito ilimitado, que al presente tienen nuestros buques. Es cuanto tengo que informar a VE. a quien Dios guarde muchos años. Abordo, Marzo 15 de 1894. JORGE V. BAYLEY"

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