Una vez en franquía la pequeña escuadra, hizo rumbo a Punta del Este, donde se inicia la navegación de altura, navegando siempre en línea de fila y a la distancia pre indicada, y a una velocidad horaria de 9 millas, marcha que se puede ver aumentada al aprovechar las cañoneras, el aparejo de su velamen. De esta suerte, y sin novedad en la navegación, se recaló el día 11 de Noviembre en la bahía de Guanabara, saludándose por el buque insignia a la plaza, con una salva de 21 cañonazos, que fué contestado en la misma forma, por la fortaleza de Niteroy. Al pasar la escuadrilla, por el través de una escuadra Norte Americana, se saludó la insignia del almirante de esa nación que arbolaba uno de los buques de esa división naval allí anclada, saludo que fué retribuido tiro por tiro por el buque insignia. En la mañana del 15 de Noviembre, aniversario de la proclamación de la República Brasileña, la escuadrilla oriental, se asoció a los festejos patrios, largando sus respectivos engalanados a la salida del sol, el que fué afianzado con una salva al cañón, saludo que se repitió a las 12 h. y a la puesta del sol cuando fué arriado el empabezado. Las fortalezas y buques de guerra surtos en la bahía, cumplieron también este saludo. Los jefes y oficiales de nuestros buques, concurrieron a todos los festejos y recepciones oficiales que por este acontecimiento, celebraron en la tibia capital de la gran República. Tanto los miembros del P.E. de la nueva República, Centros Navales y Militares, la sociedad carioca, la prensa y nuestro Ministro en aquel país Dr Francisco Bauzá, hicieron objeto a nuestros marinos de las mayores atenciones y simpatías correspondiendo éstos, esta fineza, cumpliendo dignamente esta primera misión diplomática que el Gobierno de la República le confiara a nuestros marinos militares. Pasados 20 años, esta visita de cortesía para saludar el aniversario de la República Brasileña, fué repetida por uno de nuestros cruceros, que en la misma forma, que lo hicieran aquellas pequeñas cañoneras, hizo oír sus cañones saludando al pabellón de aquella nación hermana. REGRESO DE LA ESCUADRILLA. El día 20 de Noviembre de 1890, se dió por terminada esta misión de cortesía confiada a nuestros marinos siendo las 12h. 45' los buques orientales, se ponen en movimiento navegando en línea de quilla, al enfilar la boca de la bahía, se saluda nuevamente al cañón, a la Plaza y también a la insignia Americana , saludos estos que fueron retribuidos conforme a ordenanza. Una vez la escuadrilla en franquía, y estando por el través de la isla Raza, se inicia la navegación rumbo al Río dela Plata, conservando los buques la misma línea de navegación ordenada, aprovechándose en toda oportunidad, el velamen de los buques. Después de una navegación normal, el día 25 de Noviembre , esta escuadra, entra al puerto de Montevideo, dando el Jefe Superior la orden de "libertad de maniobra", llendo ambas cañoneras, a tomar sus amarrazones. Fué en esta ocasión, que por primera vez nuestros pequeños buques, navegando en escuadra, viajaron fuera de cabos, en navegación de altura, sin ningún inconveniente en este viaje oceánico, dejando una buena enseñanza teórica práctica, a los oficiales que tuvieron la ocasión de realizarlo, amen de la parte marinera y también diplomática. Es interesante, y por eso lo consigno en estas noticias, la frase que estampara en el libro de visitantes de la cañonera "Rivera", el Jefe Superior de la Escuadra Norte Americana, fondeada en Río Janeiro. "Si no lo hubiese visto, nunca lo habría creído, que la República Oriental del Uruguay, hubiese estado tan dignamente representada en estas fiesta, no, por el poder material de sus buques, sino por su severa disciplina y organización." La verdad es que, contemplando las fotografías tomadas a estas cañoneras en la Bahía de Guanabara, aparecen impecables en su policía exterior, mostrando su cabullería bien "teza" y el aparejo de su velamen, marineramente bien aferrado. /Estas fotografías, en el archivo del que relata).
PLAN DE BALIZAMIENTO PARA LOS RIOS DE LA PLATA Y URUGUAY. 1888- 1889 El siguiente plan, fué presentado por el comandante de la "Rivera" Capitán Bayley, cuya iniciativa, surgió después de la inspección confiada a esta cañonera para recorrer las boyas y balizas en la zona comprendida desde el Farallón hasta el puerto de Salto. Decía en su informe el jefe de la "Rivera", que, "debido a haber balizado las Autoridades argentinas hasta la boca del Guazú, y la navegación, hacerse actualmente por el canal de las Limetas, en el caso de aprobarse mi plan, la parte referente al Río de la Plata, quedaría sin efecto".
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