El viaje de regreso, se inició a las 3h p.m. ya a inmediaciones de la Isla de Flores, se levantó una espesa bruma que impuso por precaución, la disminución de la marcha perdiéndose por esta causa, más de una hora de camino fondeando en Montevideo a las 10h p.m.. El resultado de este último viaje de prueba, fué tan satisfactorio como el anterior, empleándose 15h. en viaje total a Maldonado navegándose a un promedio horario de 11 millas. El consumo de carbón y lubricante fué debidamente controlado, sacándose las correspondientes planillas. Sus carboneras, tienen capacidad para 40 toneladas de carbón. Al otro día de esta prueba, el Director de la Escuela de artes y Oficios Comandante Belinzon, hizo entrega oficial de la Cañonera al Sargento Mayor Roberto Robinzon Comandante interino de la nave. Desde el momento de esta entrega, este buque quedó incorporado a las unidades tan escasas, que formaban la incipiente escuadrilla.
LA "RIVERA" DESEMPEÑA LA PRIEMRA COMISION. Bajo el mando de su jefe interino, el día 13 de Agosto de 1884, navegando en escuadra con el vapor de guerra "Fé" zarpó para el río Uruguay, en demanda del puerto de Paysandú, donde después de una navegación sin novedad, fondeó en aquella ciudad del litoral. Al día después de su arribo, embarcó a su bordo, el Batallón 3º de Cazadores al mando del coronel Salvador Tajes, que con su unidad, se encontraba destacado en aquel punto, esta fuerza, debía formar en la parada militar que tendría lugar en Montevideo el 25 de Agosto próximo, y cuyas fuerzas militares serían revistadas por el Presidente de la República. En las primeras horas del día, esta escuadrilla hizo rumbo , navegando aguas abajo en demanda del puerto de partida, donde fondeó el 18 en la primeras horas, cumpliendo en esta forma esta flamante unidad, su primera comisión del servicio.
LA "RIVERA" ENTRA A DIQUE Corridos ya más de seis meses de la botadura, se dispuso, con criterio marinero, su entrada al Dique Cibils Jackson, para rascar y dar estropajo y arena a las planchas de cobre de su obra viva, y al propio tiempo, hacer una recorrida general a todos sus compartimientos. El Presidente Santos, quiso aprovechar la estada de la cañonera en dique seco, para hacerle una visita inspectiva en sus fondos y los compartimientos del buque. Como a estas noticias que voy relatando sobre la cañonera Rivera, les quiero dar un carácter de historial del buque, debo sujetarme a seguir en forma cronológica y del modo más breve posible, una crónica de hechos sean del carácter que sean, y tal cual lo he ido extractando de los documentos compulsados. Desde luego, aparecerán muchas lagunas entre una fecha y otra, pues no es tan fácil, encontrar todos los posibles decretos, órdenes y disposiciones atinentes al buque construido. Por seguir esta cronología, se entremezclan en mi crónica, viajes, nombramientos, reparaciones, etc., sin que me haya decidido a capitularlos. En la mañana de esta visita del Presidente Santos al dique, 7 de Enero de 1885, se había hecho cargo del comando de la Rivera, en forma efectiva , en cumplimiento del Decreto gubernamental de fecha 14 de Diciembre de 1884, el capitán de marina Jorge Bayley. Con el nombramiento de este marino para el comando de la Cañonera General Rivera, pronto este buque, y más tarde la escuadrilla nacional, entraría en un período de gran actividad y renovación, al culminar este oficial, tiempo después, en el comando superior de la Marina Militar. A penas a ocho días de haberse hecho cargo del comando de la cañonera, ponía ya de manifiesto sus brillantes condiciones de h hombre organizador y dinámico, cualidades que mantuvo durante su larga actuación en nuestros buques de la marina de guerra. El nuevo jefe, al estudiar las necesidades del buque de su mando, el 15 de Enero de 1885, eleva a resolución Superior, un nuevo presupuesto debidamente estudiado, por haberse dado cuenta, que el asignado por la Legislatura era excesivo a punto que la dotación presupuestada , no cabría a bordo de la Rivera. Este nuevo presupuesto, que presentaba a resolución el comandante Bayley, dejaba un sobrante de $5.185. y permitía atender todas las necesidades de la unidad. Para regularizarse el servicio de a bordo en forma eficiente, propone al Ministerio de Marina, el cuadro de oficiales que deben formar la plana mayor del buque, distribuyéndolos en esta forma: - Guardias Marinas Nicolás Ravía, Juan P. Suburo, y Tomás Siurano, y proponía para guardia marina al aspirante del
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