A las 4 hrs. de la mañana, despejo un tanto la atmósfera, volviendo a viento fresco del primer cuadrante, y a las 5 hrs. resolvimos seguir la marcha, siguiendo navegando, barajando la costa, gobernamos en dirección del Cabo de Santa María, avistando su faro poco después. Sin otra alternativa, llegó el mediodía haciendo rumbo al Cabo Imbitubá, continuando el cielo cubierto y los horizontes con mucha celajería, con vientos variables nos permitió asimismo, distinguir la luz del mencionado faro a las 11 hrs del día 2 de septiembre. Amanece más despejado, con la torre del faro Mostarda a la vista. Al pasar por el través , nos situamos e hicimos rumbo a Río Grande y navegando a razonable distancia de la costa brasileña se avistó por el través el faro de Río Grande, siendo las 11 hrs. de la noche. Una vez reconocido, moderamos la marcha, navegando de vuelta y vuelta en espera del nuevo día. A las 6 hrs de esa mañana, seguimos navegando en demanda de la barra, la que enfilamos, en momento en que se pone al habla el remolcador con el práctico a su bordo, quien al trasbordarse al nuestro eran las 11 hrs del día 3 de septiembre. Nuestro abastecimiento indispensable, fue tomado sin dilación, hasta fondear con un ancla , y tomando por la popa una boya. cumplido el abastecimiento de costumbre, nos pusimos nuevamente en movimiento y enfilamos la barra para una vez franqueada, hacer rumbo al Río de la Plata, siendo las 2 hrs. p.m. con viento fresco del S. marejada del mismo cuadrante y cielo despejado, marcando la punta Palmar y más adelante los cabos Polonio y Santa María de nuestras ansiadas costas uruguayas, pasando José Ignacio y Lobos. De este último , navegamos en procura de la bahía de Maldonado, fondeando a sotavento de la isla Gorriti, siendo las 10 horas de la noche. Al otro día, 13 de septiembre . levamos ancla haciendo rumbo directo a la Isla de Flores, que se destinaron a faginar y ordenar el buque para nuestra entrada en el puerto de Montevideo, puerto de nuestro destino, donde fondeamos por la popa del cañonero "18 de julio! a las 4 hrs. de la tarde del 13 de septiembre de 1908. Con esos rápidos apuntes que he creído conveniente bosquejar a la ligera, a fin de no distraer demasiado el tiempo de V.S. e ilustrarlo a la vez suficientemente , doy señor Jefe, por terminado el presente parte de acontecimientos, abrigando la convicción de haber cumplido a satisfacción el honroso encargo que se sirvió confiarme el Superior Gobierno de la República, al darme el mando del "aviso Orienta" el que espero ver en breve, entrar a cumplir servicios para los que fue adquirido. Lamento , señor Jefe, la demora sufrida en el prolongado y accidentado viaje de nuestro buque, debido ello, como lo dejo comprobado claramente en este parte y en este libro de bitácora, a causa diversas, imperiosas e imprevistas. Abrigo la seguridad, seño Jefe, que de no haber mediado circunstancias fortuitas, el viaje hubiera sido realizado en mejores condiciones de tiempo y navegación. V.S. comprenderá, por otra parte, que el poco radio de acción del pequeño Orienta, así como los contratiempos soportados para la provisión de combustible y agua potable, dificultaron en mucho la rapidez de la navegación, siendo sus principalísimos causas de la lentitud forzosa, que se hizo necesario alargar el viaje. Al finalizar la exposición que elevo a V.S. me hago un deber , señor Jefe , en hacer constar el valioso concurso prestado a la navegación del Orienta, por el primer Oficial Ramón Tarrazona de Rada, quien en todo momento, fué un leal abnegado compañero de lucha, que supo facilitar con su ilustración y con energía, el feliz arribo a las costas de nuestra República , del pequeño , pero útil Aviso Orienta. Saluda a V.S. atentamente, Eduardo M. Saez. Nunca alcancé a comprender, cual fue el verdadero criterio usado por aquellos días , para que este buque, cuyo primer Comandante fuera un Oficial de nuestra Armada, no fuera incorporado a su llega al país , a los demás buques de la escuadrilla, tan necesitada de unidades para el entrenamiento y comisiones del servicio, ya que sus condiciones marineras quedaban certificadas , con su reciente accidentado viaje oceánico. Fue así que este buque, con su elegante silueta de "pequeño crucero" y convertido ya en "Oriental" , pasara a aumentar la flota de vigilancia "civil" del "Resguardo Central", tripulado por personal de aquella repartición. Pasados algunos años, cuando su trabajado material, requería serias reparaciones, en los años 1918-1919, pasó a formar parte de los buques de la Armada de Guerra, tocándole al que esto relata, tenerlo bajo sus órdenes siendo Comandan te del "ROU Vanguardia" y Jefe de los "Buques Auxiliares", vigilar las reparaciones que se le hicieron, por cuenta de la Armada, para finalmente efectuar las pruebas de éstas, en cortas navegaciones por el Río de la Plata, para después entregarlos al servicio de la escuadra, donde figuró como "Aviso".
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