balísticas al efectuarse las primeras pruebas en distintas prácticas de tiro y en los exámenes técnicos de su pólvora. Las amplias carboneras, casi rebosaban de buen carbón Cardiff. La lancha de vapor y demás embarcaciones menores, presentaban un estado inmejorable de conservación y de excelentes condiciones marineras. Se contaba también con una buena provisión de repuestos, piezas distintas de las máquina de propulsión de los aparatos centrales, e instalaciones eléctricas para las piezas de artillería, etc. Todo ello aseguraba el entrenamiento y conservación del material de que estaba dotado el crucero. La torre de mando, blindada y de acero-niquelado, era completa para el combate. Se podían disparar eléctricamente todas las piezas de su artillería, con un timón a vapor que funcionaba perfectamente, teléfono y porta-voces para los distintos compartimientos. Los aparatos de precisión para la navegación, eran abundantes, perfectos y de gran exactitud, permitiendo cumplir los importantes servicios sin entorpecimientos, cosa que quedaba en evidencia por la larga navegación que venía cumpliendo el buque. Contaba el crucero, con cuatro cronómetros y un "acompañante", varios sextantes, correderas, sondas, una profusión de cartas náuticas y varios derroteros, entre estos últimos uno muy interesante del Estrecho de Magallanes. Todo este material, permitía asegurar la buena navegación de la unidad. Confirmamos así, en estas sintéticas noticias, el acierto de la adquisición hecha por el gobierno que presidía el Dr Claudio Williman en aquel año de 1908, tan promisor para nuestra incipiente marina militar, pese a los reparos que mereció la compra, a la comisión especial que realizó el peritaje. Lo dicho, recibió amplia confirmación en los 25 años de agitados servicios de este veterano crucero, prestados a la Armada Nacional, sin haber reclamado durante este largo lapso reparaciones cuya entidad, repetimos, fuera por monto que impusiera gravosos sacrificios al Estado. Queda también demostrado que la adquisición del "ex-Dogali", fue útil y sumamente ventajoso para el país, pese a las críticas de los eternos opositores y los sabios "Contramaestres de muralla", siempre críticos sistemáticos y empecinados derrotistas. Cuando todo estuvo listo, el "Montevideo" abandonó el dique seco y tomó una amarrazón en la Dársena 1.
COMANDANCIA DEL CAPITAN ESCABINI 1908 - 1910 Seguidamente comienzan a bordo del flamante crucero, las primeras disposiciones del comando para la mejor buna organización interna, tarea ésta que no resulta fácil, ya que debe tenerse presente que la nueva tripulación llegaba a la moderna nave, de la cañonera "Suárez", sin la necesaria transición en buques de categoría intermedia, que mejor la hubiera capacitado para afrontar los servicios de un navío de tan distintas características como el "Montevideo". Transcribimos a continuación la primera "ORDEN DEL BUQUE", relacionada con la distribución de los servicios a bordo. ORDEN DEL BUQUE.- Puerto de Montevideo, Marzo 19 de 1908.- Con autorización Superior y hasta tanto no se vote el nuevo presupuesto presentado a consideración del Poder Legislativo, el Comando que suscribe, dispone: - Art1º Reconózcase, en carácter interino, como 3º y 4º maquinistas respectivamente, a los ciudadanos Ramón Folch y Antonio Villas.- Art 2º Reconózcase, en el mismo carácter como 3er condestable y armero respectivamente, a los ciudadanos Abelardo Tebot y Carlos Puech.- Art 3º Reconózcase como calafate al ciudadano Mariano Amatto.- Art 4º Comuníquese a quienes corresponda. El Comandante: Juan Escabini. ORDEN DEL BUQUE.- Puerto de Montevideo, Abril 2 de 1908. Con autorización de la Superioridad, el que suscribe dispone: Art 1º Reconózcase como 4º maquinista al ciudadano José Proto.- Art 2º Reconózcase como cabo de mar de segunda clase, a los marineros Nicasio Gil, Berbardino Baldobino y Francisco Pérez. Art. 3º Reconózcase como cabo de máquinas de primera clase a los foguistas Vicente Rojo y Felipe Maisonave y cabos de maquinas de segunda clase a los foguistas Francisco Bayo y Humberto Giorello.- Art. 4º Como cabos de máquinas de primera clase a Felipe Otto y Vicente Espósito. El Comandante: Juan Escabini.
133