La bofetada que no olvidarán
Hace ya más de un año que Javier Lozano con un gesto serio, prepotente e inclusive con aire iracundo, repetía incesantemente que en las votaciones internas del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), en las cuales se elegía al secretario general de ese gremio, habían votado hasta los muertos.
En aquél entonces; Lozano Alarcón hacía cuentas, sumaba y restaba, multiplicaba y dividía tratando de exhibir una cuadratura inexistente a un círculo que malversaba a su antojo con el apoyo de las televisoras. En su retaguardia estuvo siempre como fiel escudero aquél ex-sindicalista con la etiqueta de fuera (exhibiendo su precio), alejandro muñoz resendiz que parloteaba un fraude (inexistente, claro), ya que sus mismos seguidores contaron y recontaron los votos y posteriormente avalaron el triunfo de Martín Esparza Flores. Aunque minutos después se retractaron debido a una llamada telefónica, aún después de haber firmado ya la mayoría, el aval del triunfo de Esparza Flores.
Aunque a lo externo el hecho de no llevarse a cabo de nuevo la votación fue algo muy criticado, el SME tuvo que llevar a la calle la protesta por la intromisión de un secretario del trabajo y previsión social intransigente y servil a felipe calderón, pues el llevar de nuevo el proceso electoral a cabo en aquél entonces, era estar sumiso a las imposiciones de un funcionario público y obedecer a su chantaje llamado; toma de nota.
Después de incontables movilizaciones, plantones, mítines, dos huelgas de hambre, y el apoyo de diversas organizaciones y el pueblo en general, el Mexicano de Electricistas decide callar a los que le criticaron y tacharon de corrupto, y esto fue; “jugar su propio juego y ganarles en su misma cancha”. El empecinamiento de la Junta de Conciliación y Arbitraje (JCA), impulsa a los sindicalizados a llevar a cabo las votaciones para ratificar (nuevamente), a su dirigencia sindical.
Con 26,364 votos y un 97.37 % a favor de Martín Esparza, la base del sindicato electricista recalca al dirigente de su agrupación, todo esto; ante los ojos de testigos externos, los medios televisivo y radiofónicos propio de la cofradía, que estuvieron transmitiendo en vivo, queda más que claro que la democracia si existe en esta asociación y que ese no fue el problema de raíz, sino la necedad por privatizar la energía eléctrica en el país. Tan certera es la decisión en conjunto a lo interno, que hubieron votos nulos, es decir; que a pesar del conflicto orquestado desde los pinos, siguen siendo democráticos.
Por otro lado; el panista Lozano, no deja de trabajar en lo suyo, pues ahora aprovecha cualquier oportunidad en todo medio de comunicación a su alcance (incluidas las redes sociales), para parlotear que la toma de nota se le dará a el dos veces votado en un año como secretario general del SME. Intentando de esta manera hacer
creer a la población en general y a los smeitas, que hay un acuerdo malintencionado entre el dirigente y el gobierno; aunque eso no sea así, pues Javier Lozano tuvo que doblar las manos y aceptar que perdió.
Así también; muñoz resendiz con un tono exaltado y al mismo tiempo dudoso, lanza la amenaza de posibles movilizaciones, protestas, tentativas de realizar huelgas de hambre y tomar por la fuerza las instalaciones del instituto sindical, aunque estas les pertenezcan exclusivamente al grupo en resistencia y no a los ya indemnizados voluntariamente. Tal amenaza es una acción que no tiene ningún caso, pues los ahora liquidados tienen voz, pero no voto, lo cual está plasmado en los estatutos del sindicato al cual dejaron a su suerte hace poco más de trece meses. Algo que tampoco entiende Jorge Sánchez (ex-secretario general y ahora jubilado), pues sigue buscando “defender al SME”, sin tomar en cuenta de que gracias a él y a Salinas de Gortari, se privatizó el 2% de la industria eléctrica en la nación (que en la actualidad, se traduce en casi un 70% por medio de CFE), y pasando por alto que alentó a muchos a aceptar la liquidación bajo el argumento de que “hasta propina dan”, no termina de aceptar su realidad: que se encuentra expulsado por decisión de los propios trabajadores.
Ahora con la mira en recibir la denominada toma de nota y la aprobación de una nueva empresa para los trabajadores que han resistido, la cual beneficiará a los usuarios con una tarifa social, los sindicalistas están por ver el fruto de una lucha por demás ejemplar. Sirviendo de muestra para los sutermistas, los gordillistas y otros más. Las elecciones de los trabajadores activos marcan la pauta, y una nueva etapa con mayor firmeza de cara a la recuperación del respeto al sindicalismo en México.
Entre tanto; que “el sicario del trabajo” (que le dio la espalda a muñoz), los traidores y sus partidarios: se soben las mejillas, porque ésta bofetada no la olvidarán, y que vayan preparándose porque vendrá otra antes de que se les borre la marca roja que les dejó la anterior.
Aldo Conde A. (Mirmidón) 08 de Diciembre 2010