Uso Local de las Esencias Florales aplicadas a problemas de Visión
Para Verte Mejor En el 2001 muchos argentinos recibieron llamados preocupados de sus parientes de Italia, de España y más. Las imágenes que llegaban desde nuestro país en crisis hizo que algunos de ellos propusieran “vengan para acá”. La familia de enfrente de mi casa decidió aceptar el desafío. Los niños, a pesar de ser pequeños, no querían partir. Entonces empezaron las somatizaciones. El mismo día del viaje Martina amaneció con conjuntivitis. Los afligidos papás la llevaron a la oftalmóloga y volvieron con una receta: había que ponerle un colirio. Les propuse una fórmula de flores de Bach para que usaran en forma local (en los ojitos de Martina) y en forma oral. Amorosos como eran, aceptaron estas esencias que, si bien no conocían tanto, provenía de un sistema sutil y delicado y confiaban en que al menos “mal no le iba a hacer”. Todo esto fue a la mañana del día del VIAJE. Comenzaron a aplicar las gotas y para la tarde cuando, entre risas y sollozos, los despedíamos en Ezeiza, Martina corría por todo el aeropuerto abrazada a su muñeca y ni se acordaba de la conjuntivitis. Este episodio me confirmó el maravilloso aporte de las esencias florales usadas en forma local. Cada vez que preparo una fórmula para uno de mis consultantes, les recuerdo que, mientras tengan ese frasquito con sus gotas, recuerden usarlo ante cualquier episodio que requiera tratamiento local. Después habrá tiempo para evaluar si se necesita otro tratamiento pero, mientras tanto, se pueden aplicar las gotas en una mano que se quemó con el horno caliente, sobre cualquier parte del 11
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cuerpo donde se inició intempestivamente una picazón, en los oídos que duelen, en los ojos, y en todos los etcéteras imaginables. Con el correr del tiempo y de mi aprendizaje como terapeuta floral, conocí también las Flores de California y fui adhiriendo a cada una de
ellas que despertó mi interés. Los remedios de Flores de California son muchos, pero en algún momento el relato de un consultante me lleva hacia la descripción de una esencia que todavía nunca había usado. La compro, la pruebo y veo la respuesta. Con Queen Anne’s Lace me pasó eso. Pero esta flor era de manera particular para mí. Por eso pude hacer lo que hacía el doctor Bach con cada flor que descubría: probé conmigo misma. La flor de la zanahoria salvaje es para todas las afecciones que tengan que ver con la visión…con la visión interior que tenemos de las cosas (inclusive con lo que no queremos ver) y con todas las disfunciones del ojo: miopía, hipermetropía, astigmatismo, presbicia. La respuesta al tratamiento no se hizo esperar y entonces empecé a compartirla con las personas que me visitaban.
Una aplicación con resultados inmediatos es para problemas de “alergias” o catalogados como tales. En la primavera muchas personas tiene los ojos irritados o con picazón y esto es adjudicado a la acción de algunas plantas que están floreciendo o a partes de las plantas, que vuelan en el ambiente. Queen Anne’s Lace es la flor indicada. Esta última flor se puede incluir en la fórmula que está tomando nuestro consultante y que quizá esté dirigida en ese momento a resolver algún estado emocional desarmonizado que no tenga relación directa con la visión. Sin embargo, cuando se empieza a ver mal, hay que buscar el origen de la disfunción: qué cosas no se quieren ver, qué trauma de la infancia no hemos resuelto, etc. Si descubrimos cuál es el estado emocional desarmonizado, trataremos de hacerlo evolucionar hacia su estado positivo y entonces recuperaremos la salud. También se puede preparar un frasquito sólo con esta esencia y reservarlo para aplicar a los ojos. Nota: gracias, Familia Machado, por permitirme compartir esta historia.
María Matilde es terapeuta floral especializada en varios sistemas con mucha afinidad por las Flores del Bush Australiano
María Matilde Naldoni maamul4@yahoo.com.ar