Carlos Colás
Al tomar fotografías estableces un cambio de dimensiones. Cambias el espacio por el plano. También se constriñe la visión. Decides que sale y que no en la imagen. Además la tecnología que se utiliza implica unos resultados u otros: desde usar película u otros medios, analógicos o digitales, con sus diferentes variantes (definición, sensibilidad, resolución...). La forma de procesado de la película o archivo informático. La forma en que las fotografías son vistas o vividas. El tipo de soporte (papel, metal, objetos, móviles, ordenadores, proyecciones...). Y si a todo esto añadimos la visión de cada cual y sus actitudes (estéticas, artísticas, comunicativas, decorativas...), sin entrar ya en las aptitudes, todo influye en el resultado final.. Hay tal cantidad de factores diferentes que al final siempre hay una creación, aunque tu intención sea simplemente estética y no artística. De tal forma ¿por que ponernos límites? Desde una cámara estenopeica a la de un acelerador de partículas, o incluso sin utilizar cámara, por poner ejemplos límites, se pueden manejar los niveles de las distintas fases del proceso fotográfico para obtener la imagen que queramos o que podamos. No hay que utilizar una tecnología en detrimento de otras o despreciar unas por otras. Iba a decir que lo que importa es el resultado final, pero ni siquiera eso, a lo mejor lo importante es el proceso, o la idea, o el viaje, o el cambio que se produce en tí con la experiencia fotográfica.
EL ojO vagO
No es que todo me de igual, simplemente intento no cerrarme caminos que pueda ser interesante explorar, a lo mejor no me llevan a ningún sitio pero tengo que comprobarlo. E-mail: colectivocubico@telefonica.net
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