Pinturas peculiares, esculturas extravagantes y otras curiosidades de la historia del arte

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P INTURAS PECULIARES, E SCULTURAS EXTRAVAGANTES y otras

CURIOSIDADES DE LA H ISTORIA DEL A RTE

E D W A R D B R O O K E - H I T C H I N G

Título original The Madman’s Gallery

Dirección editorial Ian Marshall

Diseño Keith Williams, sprout.uk.com

Edición Laura Nickoll

Traducción Remedios Diéguez Diéguez

Revisión científica de la edición en lengua española

Llorenç Esteve de Udaeta Historiador del Arte Coordinación de la edición en lengua española Cristina Rodríguez Fischer

Primera edición en lengua española 2023

© 2023 Naturart, S.A. Editado por BLUME Carrer de les Alberes, 52, 2º, Vallvidrera

08017 Barcelona

Tel. 93 205 40 00 e-mail info@blume.net

© 2022 Edward Brooke-Hitching

© 2022 Simon and Schuster UK Ltd, Londres

I.S.B.N.: 978-84-19499-95-0

Depósito legal: B. 7809-2023

Impreso en Malasia

Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, sea por medios mecánicos o electrónicos, sin la debida autorización por escrito del editor.

WWW.BLUME.NET C144853

CONTENIDO

Introducción 8

Venus de Hohle Fels (38 000-33 000 a. C.) y otras obras dedicadas a la fertilidad 16

Disco celeste de Nebra (h. 1600 a. C.) 22

Cabezas colosales olmecas (h. 900 a. C.) 26

Tumba del nadador (h. 480 a. C.) y otras obras de arte para ser enterradas 30

Estatua de Glicón, el falso dios serpiente (finales del siglo ii) 36

Pinturas del Juicio Final (siglos xii-xiii) 38

Retrato del Diablo, Codex Gigas (principios del siglo xiii) 42

Kusozu japoneses (siglos xiii-xix) y el arte de la muerte 44

Pergamino de Ripley (siglo xiv) 48

Hombre herido (siglos xv-xvii) 52

El matrimonio Arnolfini (1434), Jan van Eyck 56

Díptico de la Crucifixión (h. 1460) y el complejo arte de la restauración 60

Retrato de Federico da Montefeltro (h. 1473-1475), Piero della Francesca 64

El jardín de las delicias (1490-1500), El Bosco 68

Tapices del unicornio (1495-1505) 72

Mona Vanna, la Mona Lisa desnuda (h. 1510), Gian Giacomo Caprotti da Oreno 78

La procesión triunfal del emperador Maximiliano I (1512-1526), Hans Burgkmair el Viejo y otros 82

La duquesa fea (h. 1513), Quentin Matsys 88

San Cristóbal con cabeza de perro (siglos xvi-xviii) 92

El mapa del bufón (h. 1580-1590) 96

El arte compuesto de Arcimboldo (1563-h. 1590) 98

Gabrielle d’Estrées y una de sus hermanas (1575-1600) 102

La leyenda del panadero de Eeklo (h. 1550-1650), según Cornelis van Dalem 104

Hombre consumido por las llamas (h. 1600-1610), Isaac Oliver 106

Judit decapitando a Holofernes de Artemisia Gentileschi (1612-1613) y el arte de la venganza 110

Cristo en la tormenta en el mar de Galilea (1633) y el arte del robo 112

Mujer tapuya (1641) y el arte del canibalismo 115

Retrato de Barbara van Beck (h. 1650) 118

La tentación de san Antonio (h. 1650), Joos van Craesbeeck 124

Ángeles arcabuceros – El arte del ángel mosquetero (siglo xvii) 128

Figuras de poder minkisi de África central (siglos xvii-xx) 132

Concurso en el Ponte dei Pugni en Venecia (1673), Joseph Heintz el Joven 134

Typus Religionis (h. 1700) y el arte de la blasfemia 138

La nueva barcaza de remos de Lucifer (h. 1722) y el arte de la sátira 142

José de Cupertino emprende el vuelo... (siglo xviii), Ludovico Mazzanti 144

Las cárceles imaginarias de Giovanni Battista Piranesi (1750) 148

Los bustos de personajes de Franz Xaver Messerschmidt (1770-1783) 154

La pesadilla de Henry Fuseli (1781) y el arte de los sueños 158

Los panoramas gigantescos de Robert Barker (1789) 161

Interior de una cocina (1815), Martin Drölling 164

Las Pinturas negras (1819-1823) de Francisco de Goya 168

Hikeshi-banten (siglo xix) y el arte de combatir el fuego 172

La coronación de Inés de Castro en 1361 (h. 1849), Pierre Charles Comte 176

El golpe maestro del leñador duende (1855-1864), Richard Dadd 178

Retrato de Madame X (1883-1884), John Singer Sargent 180

Respuesta de los cosacos zapórogos al sultán Mehmed IV (1880-1891), Ilya Repin 184

Las rosas de Heliogábalo (1888), sir Lawrence Alma-Tadema 187

Sargos en 25 pies de agua junto a la costa oeste de Escocia (1910), Zarh Pritchard 189

El destino de los animales (1913), Franz Marc 192

El crítico de arte de Raoul Hausmann (1919-1920) y el arte del dadaísmo 194

Georgiana Houghton y el arte espiritista (siglos xix-xx) 198

La persistencia de la memoria (1931), Salvador Dalí y el arte surrealista 204

El venado herido (1946), Frida Kahlo 210

Eternity de Arthur Stace (1932-1967) 212

The Throne of the Third Heaven de James Hampton (h. 1950-1964) y otras obras de arte marginal 214

Merda d’artista (1961), Piero Manzoni 220

Sudario de Mondo Cane (1961), Yves Klein 224

El arte de Pierre Brassau (1964) 228

El Kouros del Getty (siglo xx) y otras imitaciones y falsificaciones 232

Marina Abramovic´ y el performance art 236

Retrato de Edmond de Belamy (2018) y otras obras de arte realizadas mediante inteligencia artificial 240

Bibliografía seleccionada 244

Índice 246

Créditos de las imágenes 254

Agradecimientos 255

La vida y la muerte, óleo del siglo xviii con el motivo del memento mori. La figura femenina representa tanto los placeres de la vida, en el lado derecho, como la inutilidad final de toda búsqueda ante la inevitabilidad de la muerte, en el lado izquierdo.

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Pinturas peculiares, esculturas extravagantes y otras curiosidades de la Historia del Arte

Las representaciones kusozu son habituales en poesía, literatura narrativa, libros xilográficos, grabados y pinturas, así como en un gran número de pergaminos colgantes y pinturas en rollos presentes en templos de todo Japón que siguen cumpliendo su función religiosa. Por inquietantes que resulten a los ojos de los occidentales modernos, el arte sirve como un instrumento fundamental de enseñanza y meditación en la filosofía budista. Similares al memento mori de la historia europea, por el que se guardaban objetos y pinturas relacionados con la muerte a modo de recordatorios aleccionadores de la mortalidad, los kusozu se utilizaban para destacar la impermanencia y la naturaleza repugnante del cuerpo mortal. En todos los kusozu que se conservan, el cuerpo en cuestión es siempre el de una mujer, tal vez porque la forma femenina se consideraba más vulnerable, pero también porque representar la visión horripilante de una forma femenina en descomposición infundiría repulsión, y de ese modo se anularían las tentaciones de la carne en los monjes y los devotos. El cadáver en descomposición es la consecuencia del viaje del alma a través del gran ciclo de vida, muerte y renacimiento conocido como samsara; es decir, hasta que uno se libera de la gran rueda tras conseguir el nirvana («extinción»), que solo se alcanza cuando se logran apagar los «tres fuegos» o «tres venenos»: raga («codicia»), dvesha («aversión») y moha («ignorancia»). El cadáver fue una de las tres cosas que inspiraron a Siddhartha Gautama (h. 563/480-h. 483/400 a. C.) a encontrar el camino de la iluminación y convertirse en el Buda histórico, por lo que su importancia como símbolo es máxima. La muerte es «el mayor de todos los maestros», afirmó Buda. En los templos budistas, los kusozu se utilizaban para el kan («contemplación»), y se exhibían durante el Obon (Festival de los difuntos), el decimoquinto día del séptimo mes lunar, cuando se reflexiona sobre el destino en la rueda de la transmigración. Se cree que las pinturas que conforman el conjunto de la página 44 se pintaron en el siglo xviii, y son típicas en su formato: en la primera imagen, la mujer (que en este ejemplo se identifica con la poetisa Ono no Komachi, h. 825-h. 900) aparece en un espacio cerrado, escribiendo un poema de despedida, con el rostro pálido y gesto de preocupación. En la segunda imagen está muerta, tendida en el suelo, cubierta con una manta y rodeada de dolientes. En la tercera pintura, su cuerpo aparece al aire libre, rodeado de la naturaleza que la consumirá. En el resto de las imágenes, bastante gráficas, el cadáver se descompone y se desintegra hasta que solo quedan huesos picoteados por los pájaros. El cuadro final solo muestra una estupa funeraria, símbolo de Buda. Todo el orgullo y la vanidad terrenales se han desvanecido; todas las ventajas y las barreras del nacimiento y otras divisiones humanas resultan irrelevantes, y el ciclo de la reencarnación comienza de nuevo.

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Kusozu japoneses (siglos xiii-xix) y el arte de la muerte

EL ARTE COMPUESTO DE ARCIMBOLDO (1563-h. 1590)

«Un triunfo del arte abstracto en el siglo xvi»: así definió el historiador del arte y marchante austríaco Benno Geiger (1882-1965) la obra del pintor italiano Giuseppe Arcimboldo (h. 1526-1593). En cuanto a los retratos, su Retrato de Rodolfo II en traje de Vertumno, también conocido como Vertumnus (h. 1590), que se muestra en la página siguiente, resulta bastante extraño, incluso sin tener en cuenta el hecho de que se trata de un retrato imperial que representa a su mecenas, Rodolfo II (1552-1612), emperador del Sacro Imperio romano germánico. Se podría suponer que crear un retrato de la figura más poderosa del país a base de juntar alimentos constituye una técnica peligrosamente poco favorecedora, pero en este caso la composición a base de frutas y verduras representa un gran elogio. Rodolfo aparece como el dios romano de las estaciones, creado con los alimentos de cada época del año, lo que le aporta una armonía divina con el poder de la naturaleza. La obra simbolizó la floreciente fecundidad artística e intelectual que se produjo bajo su mandato, un acto de relaciones públicas para ayudar a paliar la impopularidad de Rodolfo en aquel momento.

Aunque Arcimboldo es conocido principalmente por este estilo de personificación a través de ensamblajes de objetos (naturales o no), sus comienzos fueron tradicionales. Tras iniciar su carrera diseñando vidrieras y murales para catedrales, Arcimboldo fue nombrado retratista de la corte de Fernando I (1503-1564) en 1562, y al año siguiente realizó el retrato convencional Maximiliano II, su esposa y sus tres hijos. Aquel mismo año tuvo una epifanía que le llevó a sumergirse de cabeza en su estilo manierista (un término que no resulta fácil de definir; en esencia, el manierismo fue un movimiento rebelde contra el clasicismo renacentista a través de la experimentación con la tradición y la proporción). Arcimboldo dio a conocer su serie de las Cuatro estaciones, en la que cada una de ellas se personifica como una figura humana compuesta por productos de la naturaleza. La primavera es una mujer con piel de flor, el verano se compone de frutas de colores intensos. El otoño es un hombre con un barril roto a modo de cuerpo, y el invierno es un hombre hecho de troncos y cortezas. Arcimboldo continuó más tarde con una serie de retratos similares de los Cuatro elementos, encargada en 1566 por el emperador Maximiliano II.

Las obras tradicionales de Arcimboldo han sido prácticamente olvidadas, pero sus personificaciones fueron, son y serán siempre fascinantes. Aunque a lo largo de los años los críticos se han

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OTRAS CURIOSIDADES SURREALISTAS

Izquierda: Objeto indestructible. Su autor, Man Ray (1890-1976), creó por primera vez la combinación de un metrónomo con una fotografía de un ojo sujeta con un clip al brazo oscilante en 1922-1923. La tituló Objeto para ser destruido, y la hizo pedazos poco después. «Cuanto más rápido iba, más rápido pintaba; y si el metrónomo se paraba, sabía que había pintado demasiado tiempo, que me estaba repitiendo, que mi pintura no era buena y que la destruiría». La foto del ojo representaba un público ante el que trabajar.

Inferior: El carnaval del arlequín (1924-1925), de Joan Miró, una de las obras más destacadas de la primera exposición surrealista en la Galérie Pierre de París, donde se expuso junto a obras de Picasso (1881-1973). Según André Breton, Miró fue «el más surrealista de todos nosotros».

Página siguiente, superior: Los amantes (1928), de René Magritte. Una imagen extraña del típico beso en primer plano. nuestro placer voyerista se ve obstaculizado por el sudario que cubre los rostros de la pareja, en consonancia con la fascinación surrealista por lo que se oculta bajo la superficie.

Página siguiente, inferior: Eine kleine Nachtmusik, de la surrealista estadounidense Dorothea Tanning (1910-2012). «Trata sobre la confrontación», explicaría Tanning más tarde. «Todos creen que él / ella es su drama [...] siempre hay escaleras, pasillos, incluso teatros muy privados donde se representan las asfixias y las rotundidades, la alfombra rojo sangre o los amarillos crueles, el agresor, la víctima encantada...».

Algunas de las obras de arte más extrañas y sorprendentes jamás creadas y la historia de cada una de ellas, entre otras:

El enigma de la Mona Lisa desnuda

El artista que pintó el fondo marino Los ángeles mosqueteros del Nuevo Mundo

Los misteriosos retratos de hombres en llamas

La legión de hombres lobo del Ejército romano

ISBN 978-84-19499-95-0 9 7 8 8 4 1 9 4 9 9 9 5 0
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