Los subversivos

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P R E FA C IO

C

uando me pidieron escribir el

viajar por los bosques a lo largo de la in-

leído todavía sino sólo escucha-

que me llevó al país de la cerámica de Delft

mensa red fluvial del Misisipi. Fue un viaje

prefacio de este libro, sin haberlo

(Delfts Blauw), luego me hizo avanzar por el

do “de qué trata”, me pregunté

desierto de la provincia de Helmand, llegar

cómo es que la autora pudo escoger un títu-

al profundo puerto natural de Hong Kong,

lo tan opuesto al contenido y al mensaje que

y por último perderme en la caótica Ciudad

ella misma, junto con los protagonistas

que habitan estas historias, quería expresar.

de México. Un viaje no sólo geográfico, sino de

juntarse nos permiten imaginar grandes ca-

Leyendo estas historias, estoy ahora

descubrimiento de maravillas.

Niños y subversivos son dos términos que al

tástrofes, como padres al borde de una crisis

consciente de que subversivos es el térmi-

escenarios apocalípticos.

téntico y extraordinario de estos jóvenes.

no más adecuado para abarcar todo lo au-

nerviosa, maestros que tiran la toalla y otros

En este libro, quien rompe los esque-

Sin embargo, página tras página me

dejé transportar por los perfumes indescrip-

mas no es molesto ni petulante, sino que tiene

la región metropolitana de París, me encon-

curiosidad que lo vuelven libre de mejorarse,

una llama adentro, una luz, una pasión y una

tibles de Damasco, recorrí las planicies de

superar sus propios límites, no rendirse, sino

tré nadando en el mar Mediterráneo y subí

romper aquellos esquemas con los cuales

hasta el bosque de Bavaria, para después

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quieren aislarlo la sociedad, las condicio-

crear un mundo mejor, porque el mundo

subversivos tienen un sueño que realizar:

merece a todos.

está lleno de subversivos como ellos y los

nes físicas y la ignorancia. Todos estos diez

enriquecer la vida de personas como ellos,

Dilma Aurea Mannucci Ratti

salvaguardar lo creado y sencillamente estar a disposición de sus semejantes.

Vicepresidente Corporativo de Brand Esri

Están locos, obstinados, enojados y

Italia

también heridos. No son superhéroes… son

“sólo” jóvenes que creen en algo. Creen fer-

vientemente que no son las palabras las que cambian el mundo sino los hechos; que las

¡Sigue las aventuras de los subversivos

barreras existen sólo para ser derribadas con

escaneando el Código QR en el portal

tenacidad y perseverancia, que preocuparse

de Esri Italia!

https://arcg.is/Wa4bz

por el bien común es una gran enseñanza y que no existe nada más bello que luchar juntos por un objetivo único.

Entonces creamos en estos sueños, en

que se pueden y deben realizar. Pongámonos a trabajar y ayudemos a estos jóvenes a

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IN S TR U C C ION E S D E U S O Y M A N U A L D E S E GU R ID A D

H

ola, estás por comenzar a leer

notificaciones y ansiedad: deja todo detrás

He aquí un par de medidas

Para cada una de estas historias, he-

de la puerta por un momento. Respira.

Los subversivos.

de seguridad necesarias para po-

mos creado un mapa que encontrarás en lí-

Antes que nada, verifica quién está al-

después para profundizar y descubrir miles

nea, pero no te preocupes: podrás buscarlo

der disfrutar este libro.

de curiosidades más.

rededor. Advierte a los demás que no te mo-

Ahora deja que los ruidos externos se

lesten. Nada de televisión, cierra la puerta. “¡Voy a leer, no me desconcentren, por favor!

alejen junto con los pensamientos, como ho-

disponible!”

te. Aquí estás: tú y tu libro, y con eso basta.

jas en un molinillo de viento hacia el horizon-

¿Entendido? ¡Leo Los subversivos, no estoy

Encuentra tu postura favorita, en el piso so-

Apaga la computadora, desconecta la

bre un tapete, o sobre la cama en medio de

tablet, silencia el celular. El mundo puede

los cojines, en el sofá, en el baño, si es ahí

seguir, ya se las arreglarán para sobrevivir

donde logras estar más en paz. Ahora, len-

el tiempo que te tomará. Te lo mereces, es

tamente, olfatea el papel, pasa las manos

un momento para ti. Te entiendo, estamos

sobre las hojas y disfruta tu isla.

tan acostumbrados a hacer cientos de co-

La segunda medida de seguridad

sas a la vez, que es un lujo hacer una sola.

esencial es: apagar el botón del juicio. Son

Estrés, tareas que realizar, conflictos, amor,

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historias verdaderas (excepto algunos deta-

lo correcto, ningún espejo les regresó una

proteger su privacidad). La mayor parte de

garantizara que no serían destrozados. Lo

imagen perfecta, ni hubo paracaídas que les

lles y nombres de amigos, camuflados para

hicieron y ya. Miraron a los ojos a sus mons-

los protagonistas aceptó contarte no sólo

truos y siguieron adelante. Rompieron las jau-

su propia aventura heroica sino también sus

las, los esquemas, las costumbres, las ideas

propios límites, defectos y miedos. No es un

rígidas y ancladas. Se rebelaron y, al hacerlo,

videojuego en el cual buenos y malos sean

cambiaron un pedacito del mundo, transfor-

fáciles de distinguir, de ahí que de muchos

mándolo en un mejor lugar. ¿Conoces la teo-

personajes es difícil saber si son positivos o

ría de la bellota? James Hillman sostenía que

negativos. Quizás sufren una transformación

cada uno de nosotros posee un talento inna-

junto con las cosas que suceden. Por ello te

to, una vocación a la que es llamado desde

pido imaginar un gran botón frente a ti, so-

el nacimiento. Si observamos bien, también

bre el cual está escrito “JUICIO”. Apriétalo y

en estas historias es como un espíritu que

ponlo en off durante el tiempo que leerás Los

justo en la infancia se manifiesta más libre-

subversivos. Cuando cierres el libro, podrás

mente. A veces este talento se expresa de

decidir si es realmente necesario volver a

repente, como una iluminación, pero ya es-

prenderlo o si puedes prescindir de él.

taba ahí. La bellota contiene ya dentro de sí

Las historias que leerás son de jóvenes

el roble que será: basta darle el terreno ade-

auténticos que, con su carga de defectos,

cuado para que se pueda desarrollar. ¿Y tú,

complejos, límites y miedos, en cierto mo-

que árbol eres? ¡Buena reflexión!

mento de su vida frente a un problema se inventaron una solución extraordinaria. Nin-

Vittoria

gún superpoder les aseguró que estaban en

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VALE R IO C ATOIA uando Valerio nació, Giovanni

lescentes, pero últimamente discutían por

bían bien de qué se trataba el

con esa cara de luna llena. Algunas cosas

y Emilia eran jóvenes y no sa-

todo. Luego llegó él, Valerio, fuerte y claro,

síndrome de Down. “Trisomía 21

o te hunden o te unen.

libre” era el diagnóstico del genetista. Lo mi-

—Nosotros a partir de ese momento nos

raron perplejos, mientras que desde dentro

convertimos verdaderamente y para siempre

—¿Qué significa en la práctica, doctor?

Tener síndrome de Down es como es-

de la manta él sonreía desdentado y sereno.

en una familia –afirma el papá.

–pregunta Emilia–. ¿Qué podrá y qué no po-

tar en una caja. Los límites son muy preci-

Él, detrás del escritorio y con su bata

me es hipotónico, lo que significa que sus

drá hacer nuestro hijo de grande?

sos. Para empezar, un joven con el síndro-

bien planchada, sentencia esquemático:

músculos son menos fuertes que los de los

—¿De grande? Señores, su hijo es una

jóvenes de su edad. Además, es torpe, no

flor que nunca florecerá.

tiene control sobre su equilibrio: no puede

andar en bici, engorda fácilmente, no es

Desde aquel momento, conservaron esa

autónomo…vive menos que los demás. En

frase como una marca indeleble en la cabe-

resumen, es un problema. Si los diagnósti-

za y en el corazón. Es el límite marcado por

cos son despiadados, las explicaciones que

la ciencia dura y cruda: el surco trazado

les siguen lo son aún más.

por los hombres para dividir a los normales

Sin embargo, Giovanni y Emilia desde

de los demás. Giovanni y Emilia antes habían

el primer momento deciden no quedarse

tenido crisis, pues estaban juntos desde ado-

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viendo aquel surco profundo que alguien

Se entrena cuatro y cinco días seguidos;

gen dejarse transportar a otro territorio donde

y, cuando no puede, se siente perdido.

cada semana nada al menos doce kilómetros

trazó entre normales y discapacitados. Eli-

A los siete años recibe un premio de

estas reglas no aplican; es el territorio de las sonrisas de ese niño y la medida es la feli-

la maestra por haber ayudado a entrar a la

Valerio entra por primera vez a una alberca.

Valerio lo entiende, también él tiene mucho

clase a un amiguito que lloraba aterrorizado.

cidad que viven día tras día. A los tres años

miedo, por ejemplo, de las personas que se

Comienza a llorar como loco.

alteran fácilmente, que gritan: le dan tanto

—Se necesita paciencia –sostiene tran-

miedo que se queda paralizado. Las perso-

quilo Roberto, el maestro de natación–. Se

nas enojonas y los mosquitos lo aterrorizan.

necesita con todos los niños.

Pero en la clase se está bien y él da la mano

La mamá está siempre allí mientras

a su amigo para llevarlo dulcemente a la

que el papá es financiero y trabaja todo el

banca al lado suyo. La escuela para él siem-

día. Sale en la mañana a las seis y regre-

pre fue un lugar protegido, todos lo consien-

sa tarde en la noche pero continúa animán­-

ten y lo quieren por su carácter dulcísimo.

do­lo y mostrándole su apoyo en todo mo-

Crece sano y fuerte. Comienza a partici-

mento. Es necesario pensar en los hijos. Puedes estar ausente en el mismo cuarto y

par en las primeras competencias, desarrolla

presente a miles de kilómetros de distancia,

Tiene cinco años cuando llega su her-

la disciplina, vence el miedo a perder.

no escuchas quién te habla, y puedes estar

con el corazón que late junto con el de la

manita, Gaia. Crecen como todos los herma-

Valerio pasa meses pegado al borde y

Crecen en el territorio donde escogieron

nos: iguales, únicos, bromistas y amorosos.

persona a la que amas.

estar sus padres: aquél en el que a nadie se

finalmente un día se desprende y comien­-

encierra en una caja con una etiqueta enci-

za a nadar. Desde aquel momento, la al-

ma. Como Gaia, Valerio se entrena mucho.

berca se convierte en su segunda casa.

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Es el primer joven con síndrome de Down

de Latina a San Felice Circeo. Corren admi-

salvamento. Aprende las técnicas fundamen-

inspiró a Homero, donde habitaba la maga

rando aquella delicada colina arenosa que

admitido incluso a participar en un curso de

Circe, capaz de transformar a las personas,

tales para sacar del agua a alguien que se

incluso a los hombres, en cerdos. Pedalean

esté ahogando. Se ejercita con un maniquí

llenándose las narices del aire de mar y los

de ida y de regreso en los carriles de la al-

ojos, de los destellos que más les gustan.

berca. Es cansado, pero se divierte mucho.

En la cara de todos los que sostienen

—Hay que mantener a flote la cabeza

–explica a su madre–, así la persona no tra-

que es una pérdida de tiempo enseñar a

En el 2016, durante los Trisome games

bici, Valerio se cayó sólo dos veces: una, so-

un joven con síndrome de Down a andar en

ga agua.

bre una grieta y otra, acabó contra un poste

de Florencia, hace una demostración de sal-

mientras andaba a toda velocidad.

vamento frente a un jurado internacional.

En todo momento busca rodearse de

Nadie se plantea el problema de si es

útil o no enseñar a un joven con síndrome de

belleza, que es lo que le enseñaron, y prac-

quemas sería más débil e indefenso que los

su deseo más fuerte.

ticar el deporte en medio de la naturaleza es

Down a salvar a gente. Él, que según los es-

Así, a los ocho años pide formar parte

demás y a quien nunca se debería perder de vista. Sin embargo, Valerio es realmente

de un grupo de scouts. Insiste a sus padres

tos. Sin importarle todo lo que habían dicho

rano durante el cual se quedará en una tien-

que lo dejen partir a un campamento de ve-

terco y no es de los que se quedan quie-

da de campaña por diez días. Estará como

los doctores, aprende a andar en bicicleta.

todos los otros niños, solo con los guías. De-

De hecho, anda kilómetros junto con el pa-

berá organizarse, cuidarse a sí mismo, lavar

dre, que lo sigue con la lengua de fuera y

su ropa sucia, recorrer decenas y decenas

las piernas adoloridas. Un día salen y hacen

de kilómetros en la montaña. Escalarán en

unos buenos sesenta y dos entre ida y vuelta

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También los demás alrededor crecen

roca con la ayuda de una cuerda y andarán en canoas.

y aprenden que pueden tenerle confianza.

momento de duda:

caja con la etiqueta (Down, normal, hiperac-

Incluso hay quien olvida aquel asunto de la

Esa tarde Giovanni y Emilia tienen un

tivo, perezoso, delgado, gordo, raro), y de

—Tal vez es pronto. ¿Y si le sucede

hecho se siente más libre. Doce son los kiló-

algo? ¿Y si nos extraña o lo molestan? ¿Y si

metros que cada semana Valerio nada para

gritan y él se asusta? ¿Y si no puede seguir

entrenarse, además de los entrenamientos

el paso de los demás?

de la clase y de las competencias de depor-

Pero la mañana siguiente él ya está des-

te. Como todo atleta se fija en la alimenta-

pierto con su sonrisa encantadora y se pre-

ción y sin que nadie se lo imponga no come

para el desayuno. Sólo cosas sanas como las

dulces, fritangas ni embutidos.

que a él le gustan. Nada de galletas ni cho-

Su cuerpo de adolescente se forma y él

colate caliente, sino yogurt, fruta y cereal.

está feliz por ello. Tiene varias satisfacciones

—¿Entonces?

en las competencias regionales y nacionales.

—Claro que vas, pero pórtate bien,

Llega el verano: la casa de Valerio dis-

¡eh! –introduce Giovanni.

ta sólo veinte minutos del mar y ellos van

—Y por favor –agrega Emilia con un

siempre a la misma playa.

suspiro–, no te enojes si no puedes tener

Es el 12 de julio de 2017. Valerio acaba

siempre el cabello perfecto.

—¡Hecho! –lo vacila Gaia con la sonri-

de cumplir diecisiete años. Giovanni mete la

Así Valerio se va y se despide de todos.

rán porque hay un ventarrón. La playa está

sombrilla al coche, pero quizás no la abri-

sa brillante de sus brackets.

agradable, Emilia se acuesta a platicar con

Aquella será la primera de una serie de aven-

una amiga. Las olas, cada vez más grandes,

turas en las cuales, poco a poco, descubre la

arrastran mar adentro, pero la tentación del

cantidad de cosas que sabe hacer solo.

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agua es demasiado fuerte. Gaia y Valerio se

deja de agitarse y el viento los empuja mar

nadador y sus hijos se burlan:

cansancio que le produjo nadar para llegar

adentro. Giovanni casi no logra hablar por el

zambullen. Giovanni los sigue, no es buen

hasta allí.

—¡Pa, qué lento eres!

Valerio sabe lo que debe hacer. Toma

Los demás en la playa no saben de

qué se pierden…las olas están magníficas;

a la niña, la pone en la posición de seguridad

Pero, entre el griterío Valerio oye una

que no beba y nada. Nada como sabe hacer-

que le enseñaron, le sostiene la cabeza para

¡olas fantásticas!

lo desde que era niño. Nada en el mar como

voz que llama.

un pececito que saltó fuera de un jarrón de

—¡Ayuda!

vidrio, transformado en un delfín por la maga

Al principio piensa que es alguien que

Circe, que se sabe que está todavía por allí.

está bromeando, pero luego se voltea y ve

La niña se siente en buenas manos y

a dos niñas lejos, mar adentro. Una de ellas bracea, la otra grita.

poco a poco se calma, para de bracear

Giovanni, antes de que pueda decir algo,

bargo, la orilla está lejos y el viento sopla ha-

y dejarse transportar por su héroe. Sin em-

Valerio parte veloz seguido de Gaia.

cia el horizonte. Giovanni ya no puede más,

los ve nadando como dos locos y trata de

se hunde, bebe, tiene miedo de no lograr

seguirlos.

regresar. Gaia se echa a llorar, su fuerza de

Las olas están muy altas y las niñas,

niña de diez años no basta para sostenerlo

más lejos de lo que pensaban. Giovanni no

a flote. Entre las olas no se ve nada, ni siquie-

está entrenado, ya no tiene aliento y la hernia

ra a Valerio con la pequeña.

en la espalda no le ayuda. Logran alcanzar

–¡Nada, papá, ánimo! –le grita.

a las dos hermanitas. Una nada bien, pero

Los de la playa, mientras tanto, se dan

la pequeña tragó agua, está aterrorizada, se

cuenta de que sucede algo grave. Ven cinco

agarra a todos pudiendo hundirlos. El mar no

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cabezas que se mueven desesperadas en-

minuyen, incluso la colina del Circeo vuelve

vavidas de la playa de al lado, pero nadie se

Giovanni se recupera, ya casi llegan. A

a ser más delicada.

tre las olas. Alguien corre a llamar a los salatreve a zambullirse entre las enormes olas,

Valerio lo alcanza el salvavidas cuando ya

Valerio está cansado. Aunque está bien

abalanza sobre ellos. La madre de las dos

casi está en la orilla. La gente de la playa se

ni siquiera la madre de las dos pequeñas.

niñas atemorizada y enojada las regaña, les

entrenado, siente que los brazos le duelen y

da un jalón, les grita por haberse aventura-

las piernas ya no responden igual. De verdad

do en el mar y se las lleva sin ni siquiera

no es tan fácil transportar a una persona como

voltear para despedirse.

un maniquí. Sin embargo, él ve directo a la pla-

Valerio no le da importancia, está feliz.

ya lejana y continúa. Llega una ola más fuerte

que las demás, la niña se agita aterrorizada,

¡Lo logró! El salvavidas Pierpaolo le choca

empuja hacia abajo, pero él con delicadeza la

—¡Eres un héroe, jovencito! ¡Felicida-

los cinco:

se agarra a su cabeza, le cubre los ojos, lo

vuelve a poner en posición de seguridad y si-

des, fuiste un grande, le salvaste la vida!

y sólo piensa en eso. Su terquedad lo ayuda.

la llegada de Gaia y Giovanni. Emilia ayuda

que bracea tratando de nadar a contraco-

logra estar de pie. Se echan al suelo entre un

Todos los bañistas aplauden también

gue adelante. Sabe que debe llevarla a salvo

a su marido, que ya no siente las piernas y no

No puede ver detrás de él a Giovanni

revuelo de gritos de felicidad, festejos, ma-

rriente. En cierto punto, al papá le da un ca-

nos que aplauden. El héroe recibe de premio

lambre, se pone rígido, se hunde de nuevo.

un helado en forma de pie, su favorito.

Gaia intenta ayudarlo y jalarlo hacia arriba

En ese mismo momento, a pocos ki-

a como dé lugar. Ven a Emilia en el borde

lómetros de distancia, en el consultorio del

que los espera con el alma en un hilo. Por

médico genetista que había visitado de muy

un momento el viento se calma. Las olas dis-

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niño se colapsa un estante lleno de historia-

teja. Es domingo y en casa de los Catoia se

El médico se detiene por un momen-

Valerio está de pie y sonríe. Lo hace

come un pan con salchicha.

les médicos grises y azules.

to, perplejo, delante de ese mar de hojas

cuando se despierta y cuando se queda dor-

confusión! Desde el cuarto de al lado, una

ñana al llegar en autobús a la preparatoria.

mido, mientras dobla su uniforme, y cada ma-

revueltas desparramadas en el suelo. ¡Qué radio transmite a Jovanotti:

—Florecen las flores, florecen…Y dan

todo lo que tienen en libertad. No les interesan las recompensas y todo lo que vendrá.

Después de pocos meses Valerio Ca-

toia está muy elegante y camina para llegar frente al presidente de la República Italiana

que está a punto de darle una medalla. Conoce también al Papa, a muchos grandes atletas, alcaldes, familias y jóvenes. Se con-

vierte en un símbolo para todos, de cambio, revolución y capacidad de ir más allá. Salvó una vida pero sobre todo rompió una caja, una jaula, arrancó aquella etiqueta escrita

por quien había redactado la lista de todo lo que una persona con síndrome de Down nunca podrá hacer.

Giovanni, Emilia y Gaia vencieron, nun-

ca habitaron esas jaulas. Esta tarde se fes-

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SYED H A S N A IN xisten muchos tipos de familia:

Cubra, no lo tomó bien cuando su marido le

también otras con un solo padre;

la etnia hazara, al contrario de todos ellos,

dijo que quería tener otra esposa, encima de

las de madre, padre y dos hijos y

que son pastunes. En otras palabras, divisio-

aquellas conformadas por padres

nes entre familias, costumbres diferentes y al-

del mismo sexo, o sólo por abuelos; las crea-

guna guerra étnica a la espalda.

das con lazos de sangre y las que nacen con

Los hazara fueron perseguidos de ma-

lazos de corazón. También existen las familias

en las que hay un padre, más madres y un

nera masiva y son diferentes de las otras

a Syed Hasnain, nacido en 1989 en Lashkar

neralmente tienen la nariz chata y los ojos al-

etnias afganas por sus rasgos faciales: ge-

montón de niños. Este es el caso que le tocó

mendrados, características que los vuelven

Gah, al sur de Afganistán. Syed quiere decir

más parecidos a los habitantes de las este-

“señor”. Da un poco de risa llamar “señor” a

pas asiáticas. Quien los persigue los consi-

un mocoso sin dientes, pero tal vez el destino

dera descendientes de las hordas mongóli-

de crecer rápido, fuerte y responsable esta-

cas de Gengis Kan.

ba ya en su nombre. En su casa siempre hay

Los historiadores hazara no opinan lo

alguien peleando. A veces son los hermanos

que se golpean, a veces las dos mujeres del

mismo, al contrario, sostienen que habitan

so. Sedikah quiere decir “sincera”: la madre

la población. Sin embargo, la razón principal

en Afganistán mucho antes que el resto de

padre; es un nido tanto amoroso como ruido-

del exterminio de los hazara es religiosa: son

de Syed llegó en segundo lugar y seguido

musulmanes chiítas en un país donde la ma-

dice lo que piensa. Por ello la primera mujer,

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