Maravillas de la creación de Dios Tan cerca, pero tan lejos

Tan cerca, pero tan lejos . . . Los gorilas son fascinantes. Desde el punto de vista genético, más del 95 por ciento de su ADN es idéntico al nuestro. Tienen mucho en común con nosotros e incluso pueden hacer algunas de las cosas que hacemos. Tienen pulgares oponibles; pueden caminar erguidos; forman relaciones cercanas y viajan en grupos. Incluso pueden aprender lenguaje de señas. (Un gorila, Koko, llegó a entender más de 2.000 palabras habladas y podía usar 1.000 señales para comunicarse.) Pero aun así, a pesar de todo, los gorilas y los humanos son muy diferentes. ¿Por qué? Salomón hizo una distinción entre “el espíritu de los hijos de los hombres” y el “espíritu del animal” (Eclesiastés 3:21). Eliú dijo: “Ciertamente espíritu hay en el hombre, y el soplo del Omnipotente le hace que entienda” (Job 32:8). Cuando Dios hizo a la raza humana, nos dio algo que sólo nosotros tenemos, algo que nos permite entender más, hacer más, crear más y convertirnos en algo totalmente diferente al reino animal a nuestro alrededor —algo que la Biblia llama “el espíritu en el hombre”. “Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él?”, escribió el apóstol Pablo en 1 Corintios 2:11. Descubra más acerca de este componente tan especial que tienen los seres humanos, en nuestro video “El papel del espíritu en el hombre”. Fotografía: gorila occidental de llanura (Gorilla gorilla gorilla) Fotografía por James Capo Texto por Jeremy Lallier y James Capo