WEEDS
Julio - Agosto 2018 | Edición 28
“A mí esta enfermedad me gatilló por este lado, por el exceso. En ese periodo estaba muy estresado y casi no dormía por estar monitoreando un cultivo. Me acostaba a las 4 de la mañana y a las 9 estaba en la tienda. Estaba llevando las cosas al límite. Por mí podía estar en el cultivo toda la noche. Hablaba de, fumaba, compartía mis conocimientos con otras personas. Además me relacionaba con puros cultivadores: siempre había para fumar, rosin o BHO". “Era un rosin apretado a 100. Recuerdo que en esa época se utilizaban temperaturas más altas para obtener un mayor retorno, pero nosotros con mi amigo preferimos no tener tanto retorno pero sí una muy buena calidad del extracto”. Si bien no ganó en su categoría, en esa copa Cris conoció a buena parte de la fauna cannábica y sus máximos exponentes chilenos. “Me impresionó que la gente que participaba apuntaba al mismo lado: todos querían perfeccionar sus técnicas y crear de alguna forma una comunidad. Para mí es como una familia cannábica la que construimos y en cada copa que nos encontramos todos quieren compartir sus cosas, degustamos, nos decimos nuestras falencias, las cosas buenas y cómo se logran esos buenos resultados. En ese periodo crecí mucho como cultivador y comencé a trabajar con semillas regulares. Guardaba el polen. Al tiempo estaba buscando la forma de conservar cualidades particulares de una planta y comencé a leer sobre esquejes y me di cuenta de que era la clásica
patilla que la abuela saca de una planta. Por eso más allá de cultivar las plantas hay que entenderlas. No se trata de robotizar el cultivo porque estai trabajando con algo que está vivo. Si tú aprendes a mirar la planta, te vas a dar cuenta de lo que le falta. La planta te lo dice”. DEL PARAGUA DE GUETO A REFINADAS EXTRACCIONES “Yo empecé fumando paragua. Me acuerdo de que fumábamos mucho porro en blunt. Nos hacíamos tremendos bates. Después conocí la weed y su amplia variedad y nunca más probé un porro”. Que Cris decidiera dejar de fumar prensado no era fácil ya que en su barrio abundaba, pero esa posición se debió -en parte- a las conversaciones que tuvo con sus padres y la posibilidad que “su viejo” le dio para que cultivara. “Yo soy una persona que viene del getho, de la población. Era muy fácil ser parte del círculo de la droga ahí. Yo empecé a fumar a los quince años con regularidad
y nunca paré hasta ahora que tengo 30. A mí me gustaba la marihuana y cultivaba y aprendía, por eso mis viejos tampoco me vieron con mala cara”. EL PRIMER BONGAZO Y LA CUENTA REGRESIVA “Recuerdo el primer bong que me di: fue como ¡qué rico! y además el bong estaba con hielo y limpio. No sentí ese calor del caño. El humo pasó demasiado ligero y quise ponerme otra calada y ahí me quedé con la idea de comprarme un bong y a los días fui a consultar cuánto costaba uno y eran muy caros y me decidí por uno de plástico, pero no es lo mismo. El calor traspasa y muchas veces se siente el sabor de plástico. Así que junté mis lucas y me compré un bong. La gente que me conoce sabe que yo fumaba solo así. Me gusta fumar caños para catar, pero para el día a día a mí me gusta el bong, eso sí siempre limpio, clean. Para mí el bong sucio es como comer en el mismo plato de comida que usaste ayer. La gente que me conoce sabe que soy obsesivo con la limpieza del bong”.
Y de los bongazos a las extracciones solo había un paso. “Con 20 lucas te comprai un bong, un adaptador de titanio y un soplete con un cabezal y ya estai fumando”. Mi primer DAB fue bueno pero aunque la pasé bien las primeras horas, después casi me fui en pálida porque el efecto de un DAB es el doble o triple de un caño”. Un DAB llevó a otro y la rutina hizo lo suyo. Si bien Cris fumaba dosis pequeñas durante el día para “estar operativo en el trabajo”, su vida transcurría bajo una cortina de humo. “Yo creo que llegue a fumar entre 4 o 5 gramos al día. Digo yo solo, porque en realidad si estaba con amigos podía ser el doble. Por ejemplo la hora de colación en la pega era de volación. En esa hora me pasaba testeando y conversando sobre cultivo y traspasando conocimiento”. Todo el día para Cris funcionaba en torno a la planta. Si no era trabajando en la industria, era fumando con sus amigos o en la noche realizando mantención a su
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