WEEDS
Julio - Agosto 2018 | Edición 28
Sin embargo, antes, mucho antes de la muerte está la vida, una vida por construir y dignificar porque no todo paciente que requiere de opiáceos para aliviar molestias es un enfermo terminal. Esteban es un paciente de aquellos a los que sí importa tratar con medicación que no produzca un desgaste mayor en su organismo, porque no pretende aliviar el dolor en espera de la muerte. Con 38 años tiene ímpetu y un mensaje claro por mostrar, un mensaje de vida y no de funerales.
se asumen en desventaja respecto de la mayoría, en condiciones realmente degradantes. Promoviendo a su vez un tipo de mentalidad individualista en donde a nadie le importa lo que pasa con el otro, y esto es un problema no tan solo legal sino principalmente social. Por eso sigue resultando contradictorio que la reivindicación de derechos nazca precisamente en el seno de comunidades que adolecen de estas múltiples faltas, entonces son los propios discapacitados los que deben organizarse y hacer eco de esta condición allí donde todo el resto ensordece, entonces son los propios pacientes -o sus familiares que han evidenciado la efectividad de la terapia con cannabis- los que deben alzar la voz para que se resguarde su derecho a la salud y en última instancia un derecho tan esencial como la libertad, mientras el estado y la sociedad ubicados, en su zona de confort, como oda al status quo, optan por mirar desde la tele.
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Aquí no se protege en ningún sentido a los más necesitados, lo curioso es que los más necesitados somos realmente la mayoría, así como en salud, hay necesidades también en otras muchas áreas. Y si no has tenido un accidente ¡bien!, hay posibilidades de que pase, si no es así igual llegarás a viejo donde tus funciones “normales” comienzan a ser bien diversas. Para hacerle frente, de alguna forma, a esta situación Esteban se ha transformado en un miembro activo de Fundación Daya Quilpué, donde en conjunto a la fundación realizan un eficaz proceso de educación logrando importantes avances en el área. El pasado 18 de enero obtuvieron junto a otras organizaciones como “Mamá Cultiva” la aprobación unánime del proyecto de Ley 11.327 sobre uso de cannabis para fines medicinales, a través del cual se modifica el Código Sanitario y se resguarda el autocultivo y la presunción de inocencia, previa presentación de la receta emitida por un médico cirujano,
esto en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados. Hoy la Ley 20.000 parte procesando a pacientes como culpables de un delito no comprobado que es el narcotráfico, en base a la validez arbitraria de un llamado anónimo, saltándose el derecho básico de la presunción de inocencia. Parece incomprensible que los pacientes que podrían tener libre acceso a su medicina sin tener primero que pagarle a farmacias coludidas, sufran estas persecuciones de la justicia, mientras los que se organizan para delinquir subiendo los precios de los fármacos, tengan que pagar la condena risible de recibir “clases de ética”. Esteban además es fundador de “Diversidad Funcional Chile”, institución abocada a informar, asistir y educar en torno al tema, partiendo por la erradicación del término “discapacidad” de nuestro lenguaje. Persiguiendo un marco regulatorio si no completo al menos digno en la materia; le faltan horas a su día para estar más
presente en la discusión, le sobran ganas y realidades invertidas por tratar de voltear; crítico y determinante, no delega responsabilidades y aun con las dificultades en su movilidad se transforma en una contundente bofetada a nuestra inercia. Pensando me quedo en una de sus frases donde ubica la cordillera como un macizo que nos aparta más de lo que creemos del resto del mundo. Pienso en Kusturika y Underground o en la caverna de Platón, mientras en una situación que no resiste análisis, Esteban se baja del auto en la puerta de su casa señalizada, para explicar otra vez a un vecino por qué debe mover el auto. Pienso en el descaro del bípedo normal casi racional que avasalla todo, pienso que las calles están muy vacías y silenciosas ante tanto descalabro. Es solo un pensamiento porque en este mundo al revés, siempre habrá Estébanes en la pelea, que seguirán trabajando para usted. W