reflexiones
Los gritos del silencio La comunicación con los hijos Por Lic. Walter Calabrese
En distintos ámbitos se habla de la importancia de la comunicación con los hijos, por ejemplo, desde los medios de comunicación, el psicoanálisis y la pediatría. Sin embargo, cuando se aborda el tema se suele olvidar, a veces, que todo ser se nutre también de una espiritualidad que puede estar basada en una relación con Dios en donde también hay una comunicación, sea para orar, pedir guía o protección. Así como muchos adultos acudimos al Padre Celestial para buscar que nos lleve por un buen camino con su consejo, del mismo modo los hijos necesitan conectarse con sus padres para que los lleven de la mano. La pregunta que surge, entonces, es por qué no dejamos que Dios se integre a la familia para que haya un poco más de luz y se ordenen las cosas desde lo alto. Está comprobado que siempre las cosas se ven mejor desde arriba, así como lo hace el águila que se eleva sobre la tormenta para mirar con mayor
precisión todo el panorama. La familia es el lugar que contiene y da sentido de pertenencia, es el ambiente natural que Dios creó desde el principio de la vida, cuando puso a Eva para acompañar a Adán. El continente familiar es el mejor hábitat posible para el desarrollo integral de una persona. En ese espacio común, el niño se formará viendo lo que hacen sus padres y, en función de las actitudes, conductas y atención de estos, irán forjando y moldeando su carácter para que adquiera los elementos básicos para alcanzar equilibrio emocional. Cuando ello sucede, el camino hacia la madurez tiene menos sobresaltos. Los hijos, en la mayoría de los casos, resultan ser un espejo de los padres. Copian gestos,actitudes formas de comunicarse y también de incomunicarse, con todo el bagaje de reacciones y rechazos que conlleva.
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