Explorando las Nuevas Fronteras del Turismo. Perspectivas de la investigación en Turismo

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LAS NUEVAS FRONTERAS DEL TURISMO

una serie de sitios arqueológicos que dan cuenta del poblamiento originario de la Región por su parte oriental1. No interesa aquí explicar en detalle la historia de cada uno de estos sitios. Lo que sí importa rescatar es que todos ellos, según Martinic, hacen visible la forma de vida nómada que tenían los primeros habitantes de la Región, arribados posiblemente desde Argentina desde aproximadamente 12 mil años antes del presente (Martinic, 2005: 20-21). Eran grupos muy reducidos en número de individuos, pero que tenían desplazamientos de amplia extensión para cazar el animal base de su alimentación: el guanaco. Estos grupos nómadas de cazadores-recolectores tenían campamentos base a partir de los cuáles realizaban excursiones al territorio en busca de alimento, para lo cual contaban con una vivienda funcional liviana, “diseñada para ser armada y desarmada con facilidad y ser transportada sin mayor embarazo” (Martinic, 2005: 27). Nótense las similitudes con los actuales turistas mochileros que recorren la región acampando con equipamiento de fácil transporte. En sus viajes de norte a sur y viceversa a través de la zona pampeana y también en dirección este-oeste desde la pampa hacia el bosque siempre verde2, estas bandas de cazadores y recolectores se desplazaban ocupando cuevas y paredones, especialmente en el valle del río Ibáñez, como “lugares de alojamiento ocasional”, gracias a la disponibilidad de agua y leña con que estos frecuentemente contaban. No obstante, la diferencia entre estos primeros habitantes de Aysén y los actuales turistas era el medio de transporte. Las bandas nómadas de la etnia tehuelche (téushenkenk) se desplazaban a pie. Posteriormente, la introducción del caballo como medio de transporte en el siglo XVII vendría a transformar completamente la amplitud de desplazamiento de los indígenas. “El dominio del caballo cambió poco a poco, pero de manera irreversible la vida y costumbres de los hasta entonces cazadores recolectores pedestres, y de tantos aspectos en los que influyó de manera determinante quizás el más importante fue el de permitir la extensión de su movilidad, vale decir, de su capacidad de desplazamiento de mayor distancia que la habitual antes de la incorporación equina (…) Con el tiempo debió originarse inclusive un verdadero 'corredor centropatagónico', por el que se movieron de manera recurrente los diferentes grupos aborígenes en sus desplazamientos de sur a norte y viceversa, con ramales o interconexiones hacia el interior subandino” (Martinic, 2005: 28). El caballo, que hoy en día se sigue utilizando en los predios productivos de Aysén y con fines turísticos, fue una revolución para la movilidad y forma de vida de los indígenas que habitaron originalmente el territorio regional. De nómadas

De norte a sur: Sitio Lago Verde en las cercanías de lago del mismo nombre, Sitio Alero del Toro en el valle del río Cisnes, Sitio Baño Nuevo cerca de Ñirehuao, Sitio Las Guanacas y otros Sitios en el valle del río Ibáñez, Cueva Río Pedregoso cerca del valle del río Jeinimeni y Sitio Entrada Baker en el valle del río Chacabuco. Cfr. Martinic (2005), p. 36 2 Y, lo más probable, hacia la costa, como sugieren autores como Bate y Sade, así como también Francisco Mena (2011) 1

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