Carril Bus 153 - juliio / agosto 2017

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entrevista

El grupo cuenta con 16 empresas y 2042 trabajadores. En el área de transporte cuenta con una flota de 866 autobuses Con el proyecto Entire construimos una pequeña planta y empezamos con tres vehículos, lo que nos sirvió para conocer el funcionamiento del gas. Posteriormente se ha ido extrapolando a otras ciudades, siempre en una apuesta por soluciones medioambientalmente mejoradas. El gas tiene sus claras ventajas frente al diésel, sobre todo en el plano medioambiental, menores emisiones contaminantes, motores menos ruidosos. Pero también tiene sus desventajas. El vehículo es más caro. Además, requiere una infraestructura, basada en una planta de compresión, ya que tienes que tener gas a una presión adecuada (hay que comprimirlo y subirlo hasta los 210 bares). Una planta de gas tiene un coste elevado, por lo que, si no tienes un volumen de vehículos de gas razonable, es imposible amortizar esta inversión. CB.- ¿Existen ayudas europeas o nacionales para este tipo de inversiones? Alberto Egido.- Las ayudas que han destinado las administraciones a este tipo de inversiones son escasas y en los últimos años no se han convocado con regularidad.

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carrilbus nº 153

Algunas ayudas llegaron a alcanzar hasta 21.000 euros de subvención por autobús, lo cual permitía paliar un poco ese diferencial de coste. Recientemente se ha publicado un nuevo plan MOVEA, con ayudas escasas en cuantía (18.000,00 euros de subvención por autobús) y muy limitadas en el tiempo, lo que impide a muchas empresas poder beneficiarse de ellas. En nuestro caso, a pesar de la escasez de ayudas, seguimos comprando autobuses de gas. Tenemos las instalaciones y una firme decisión de continuar con este tipo de combustible. CB.- ¿Hablamos entonces de una diferencia de precio importante entre un diésel y un vehículo a gas? Alberto Egido.- La diferencia de precio se ha ido acortando con el tiempo. Actualmente un vehículo diésel urbano puede costar entre 215-225.000 euros y uno de gas está por encima de los 250.000 euros. Los vehículos a gas también requieren un mantenimiento superior al de un vehículo diésel. A lo largo de 10 años aproximadamente (la vida útil del vehículo), el

coste del vehículo de gas, incluida la infraestructura y teniendo en cuenta el ahorro de combustible, puede equivaler al precio de un diésel convencional. Eso sí, para una flota media de más de 20 vehículos de gas, si es menos, no compensa. CB.- ¿Crees que el futuro sigue estando en el gas natural como combustible alternativo? Alberto Egido.- Creo que el gas tiene aún un cierto recorrido, pero creo que el futuro es el vehículo eléctrico. En l Grupo Ruiz estamos probando ya vehículos eléctricos, aunque con muchas dudas aún, sobre todo, respecto a la duración de las baterías y su elevado coste. Su precio está entorno a los 250300.000 euros, la mitad de lo que cuesta el autobús eléctrico (unos 600.000 euros). Por eso, ahora mismo, estamos viendo cómo evoluciona y madura esta tecnología. Queremos conocerla más. De momento hemos probado un autobús BYD y también vamos a probar un Irizar i2e, estamos abiertos a probar las posibles alternativas que vayan surgiendo. Tengo absolutamente claro que el futuro es el autobús eléctrico, y en eso sentido tengo que añadir que nuestro grupo siempre ha apostado por las nuevas tecnologías. CB.- ¿La tecnología es importante para el Grupo Ruiz?


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