CARRILBUS 149:CarrilBus 6/3/17 18:14 Página 39
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la unidad quE hEmos tEnido ocasión de probar resulta ser la pionera en la creación de una leyenda. El primer S 215 HD salió de fábrica en el año 1976 y tenía la difícil tarea de superar el éxito de la serie 100 que se le quedó pequeña, ya que incluso la superó en muchos aspectos. Lo primero que nos llama la atención es el aspecto exterior que luce este primer S 215 HD. Sencillamente envidiable, fruto de los cuidados y restauración de la propia Setra. Su diseño logró romper con la hegemonía de las líneas rectas de su época, comenzando a dar un importante sentido al factor estético y aerodinámico en vehículos destinados al transporte de viajeros. La K de Kässbohrer domina el centro de la parrilla cromada frontal, con el inconfundible sello de presentación de Setra en aquella época. El frontal y trasera abombados también imprimen el sello de identidad a un modelo mítico. En los laterales del vehículo destacan las molduras de aluminio que separan horizontalmente tanto bodegas como ventanas laterales, y
sobre todo los embellecedores de rueda, que son hoy día piezas codiciadas por los coleccionistas. Una de las innovaciones de este autocar residía en la implantación de cristales pegados sin marcos de goma a lo largo del vehículo, que además formaban parte del comportamiento estructural de la carrocería. De cara al viajero, éstos otorgaban mayor superficie de visión y mayor luminosidad interior respecto a la anterior serie 100. Por su parte, el acceso a los maleteros se efectúa mediante portones de apertura manual, solución que ha perdurado hasta nuestros días en los productos de la firma de Ulm. Otro detalle destacable es la incorporación de una puerta delantera que llega desde el inicio de la carrocería hasta el techo del autocar, lo que a nuestro parecer, resulta desmesurado de cara a la perdida de eficiencia de climatización. Pero sin duda alguna una de las mayores innovaciones resultó ser el novedoso sistema de renovación de aire por flujo transversal. Tomando por principio las corrientes transversales que resultan del avance del autocar en carretera,
Su diseño logró romper con la hegemonía de las líneas rectas de su época, comenzando a dar un importante sentido al factor estético y aerodinámico en vehículos destinados al transporte de viajeros
la unidad quE hEmos tEnido ocasión de probar resulta ser la pionera en la creación de una leyenda. El primer S 215 HD salió de fábrica en el año 1976 y tenía la difícil tarea de superar el éxito de la serie 100 que se le quedó pequeña, ya que incluso la superó en muchos aspectos. Lo primero que nos llama la atención es el aspecto exterior que luce este primer S 215 HD. Sencillamente envidiable, fruto de los cuidados y restauración de la propia Setra. Su diseño logró romper con la hegemonía de las líneas rectas de su época, comenzando a dar un importante sentido al factor estético y aerodinámico en vehículos destinados al transporte de viajeros. La K de Kässbohrer domina el centro de la parrilla cromada frontal, con el inconfundible sello de presentación de Setra en aquella época. El frontal y trasera abombados también imprimen el sello de identidad a un modelo mítico.
los ingenieros desarrollaron este sistema instalando dos rejillas transversales situadas en la parte superior de cada una de las hileras de cristales laterales. Éstas tomaban el aire exterior y lo introducían dentro del autocar que, mediante unos ventiladores, distribuían el aire de forma ingeniosa a través del techo perforado sobre el pasillo central. El conjunto conseguía una calidad ambiental interior envidiable en aquellos tiempos. Cabe destacar el efecto que causó en el resto de fabricantes europeos, que no tardaron en copiar el concepto para aplicarlo en sus modelos.
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En los laterales del vehículo destacan las molduras de aluminio que separan horizontalmente tanto bodegas como ventanas laterales, y
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sobre todo los embellecedores de rueda, que son hoy día piezas codiciadas por los coleccionistas. Una de las innovaciones de este autocar residía en la implantación de cristales pegados sin marcos de goma a lo largo del vehículo, que además formaban parte del comportamiento estructural de la carrocería. De cara al viajero, éstos otorgaban mayor superficie de visión y mayor luminosidad interior respecto a la anterior serie 100. Por su parte, el acceso a los maleteros se efectúa mediante portones de apertura manual, solución que ha perdurado hasta nuestros días en los productos de la firma de Ulm. Otro detalle destacable es la incorporación de una puerta delantera que llega desde el inicio de la carrocería hasta el techo del autocar, lo que a nuestro parecer, resulta desmesurado de cara a la perdida de eficiencia de climatización. Pero sin duda alguna una de las mayores innovaciones resultó ser el novedoso sistema de renovación de aire por flujo transversal. Tomando por principio las corrientes transversales que resultan del avance del autocar en carretera,
Su diseño logró romper con la hegemonía de las líneas rectas de su época, comenzando a dar un importante sentido al factor estético y aerodinámico en vehículos destinados al transporte de viajeros los ingenieros desarrollaron este sistema instalando dos rejillas transversales situadas en la parte superior de cada una de las hileras de cristales laterales. Éstas tomaban el aire exterior y lo introducían dentro del autocar que, mediante unos ventiladores, distribuían el aire de forma ingeniosa a través del techo perforado sobre el pasillo central. El conjunto conseguía una calidad ambiental interior envidiable en aquellos tiempos. Cabe destacar el efecto que causó en el resto de fabricantes europeos, que no tardaron en copiar el concepto para aplicarlo en sus modelos.
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