tó Jorge Caballero, de 22 litros cada 100 km en condiciones reales. Durante nuestro recorrido de pruebas alternamos autovía con carreteras secundarias. En la autovía pudimos observar como rueda de forma infatigable oyéndose ligeramente el ruido del aire en la parte inferior de la puerta delantera, debajo de la escalera de acceso. En las subidas, gracias a su par motor aguanta el tipo, aunque una caja de cambios de 8 velocidades sería definitiva para aprovechar al máximo el par que tiene este motor y mantener la velocidad media. En los descensos, el retarder de 4 puntos tiene potencia suficiente para evitar que nos excedamos de los límites permitidos aparte de tener un escalonamiento entre puntos muy equilibrado. Las carreteras secundarias, parecen estar hechas para este King Long ya que por su menor tamaño, le dan una agilidad y una capacidad de maniobra excepcional. Es en estas carreteras donde se pone de manifiesto lo bien desarrollada su suspensión delantera. Cuando entramos fuerte en una curva, notamos como el peso de la parte trasera del vehículo tiene a desplazarse lateralmente, sin embargo, cabría esperar un subviraje del eje delantero. La realidad es que notamos como las ruedas delanteras se agarran a la carretera no perdiendo en ningún momento las buenas formas. Cuando aparecen las subidas en este tipo de carreteras, es donde el accionamiento del cambio en modo manual deja en evidencia al vehículo. Para acertar con los botones debemos desviar la vista de la carretera aparte de tener que hacer un movimiento, que sin llegar a ser forzado, si que se sale de lo habitual para un elemento de manejo constante.
Atractivo diseño exterior.