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Editbus Ediciones Peruchela Rocinante, 13 e1, 3ºA 28034 Madrid. Tel.: 91 113 44 89 mayte@carrilbus.com www.carrilbus.com DIRECTORA-EDITORIAL Mayte Rodríguez REDACTORES Imelda García COLABORADORES Juan Carlos Villarejo Miguel García José Manuel González Fernando Fernández
Las guerras de precio
S
egún los últimos datos del INE el número de viajeros en autobús sigue cayendo. Las empresas de transporte de viajeros están sufriendo esta situación. De hecho, las empresas que tradicionalmente han estado más posicionadas en el transporte regular se introducen con más fuerza en el mundo de los servicios discrecionales con el fin de compensar esa caída de servicios y mantener su actividad. Por otra parte, las empresas que tradicionalmente han operado casi exclusivamente en el transporte discrecional, tienen cada vez más competidores, que ofrecen unas tarifas tan bajas que de continuar así provocarán la desaparición de muchas de ellas. ¿Y quiénes son los competidores? No solo líneas regulares, y la verdad que en este sector muchas empresas de toda la vida respetan las parcelas de actividad y trabajan con unos criterios morales muy propios del transporte español y que poco tienen que ver con los valores relativos a la competitividad y competencia de otros mercados y países. No, el transporte discrecional compite en esta guerra de precios porque las diferentes legislaciones, marcos laborales y economías, hacen que sea posible. Todos sabemos del gran número de empresas europeas que vienen a trabajar a España haciendo rutas
turísticas a unos precios bajísimos, con sus conductores desplazados en el país ¡y ganando dinero!, lo que nos sorprende a todos porque creemos que nosotros ya no podemos operar más bajo. Pero además, dentro de España ocurre lo mismo. Las diferencias entre comunidades son tan importantes que -por poner un ejemplo-, las empresas de Castilla-León tienen unos convenios que les permiten ofrecer tarifas más bajas, por ejemplo, que los operadores de Madrid. En un mundo globalizado esto es inevitable, siempre habrá zonas más ricas y zonas más pobres, y por lo tanto, siempre habrá quién pueda ofertar un servicio o un producto mucho más barato. La libertad de trabajar en cualquier lugar es lo que hace precisamente que el mundo sea más homogéneo, sin tantas diferencias. Así, a nivel internacional, países como China han logrado mejorar las condiciones de sus trabajadores. El crecimiento de su economía, gracias a sus bajos precios, ha permitido que sus ciudadanos se equiparen más a los europeos. En fin, la competencia a través del precio es la evidencia de las diferencias económicas y sociales que existen en los diferentes mercados. Evitarlas sería poner barreras, fronteras y en definitiva, aislarse.
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