Canarias, abierta al mundo

Page 52

Canarias7. Diciembre 2011

Hace mucho tiempo. Una familia alemana, en el hotel.

[

Canarias, abierta al mundo 50 años de turismo y servicios

[

52

...y no tanto. La misma familia muchos años después.

Suplemento especial

Promoción. Fue la imagen del hotel cuando llegó RIU.

Juan Corujo

El testimonio más cercano 40 años de servicio. Desde la recepción del hotel Oasis Maspalomas ha sido testigo de la evolución turística del sur de Gran Canaria. En su intachable hoja de servicios luce con especial relevancia la empatía con la que conectó con clientes fieles que han repetido visita todos los años DAVID O JEDA / LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

El Cadillac de Eufemiano Fuentes. Uno de los clientes con las que más tuvo que tratar Juan Corujo en sus primeros años de trabajo fue el desaparecido empresario Eufemiano Fuentes. «Venía al hotel con su yerno Carlos de la Torre. Tenía un Cadilac y no dejaba que nadie más que su chófer personal y yo lo aparcáramos. Era un coche automático y yo no sabía manejarlo, así que cuando iba a aparcarlo lo hacía con mucho cuidado porque era un hombre que tenía mucho carácter».

REPORTAJE GRÁFICO: J. PÉREZ CURBELO/ARCHIVO JUAN CORUJO

J

uan Corujo disfruta hoy de la vida mundana, de la conversación amistosa con los vecinos de Carrizal en la puerta de la administración de loterías de la Avenida Carlos V. Sin embargo, todavía no se ha acostumbrado a su nueva rutina. Corujo fue desde la recepción del hotel Oasis Maspalomas testigo de la evolución del turismo en el sur de Gran Canaria en los últimos 40 años, cuatro décadas en las que fue generoso en simpatía, donde disfrutó poniéndose cada día el traje y la gorra de plato para recibir a los huéspedes. Corujo llegó al Oasis Maspalomas cuando éste era el único hotel en la zona. Era el año 1971 y renunció al trabajo en el aeropuerto para trabajar en un hotel que se estaba ampliando para recuperar la vista al mar. «Allí no había nada más que tomateros, el hotel, el faro y la playa. Nada que ver con lo que nos encontramos ahora», recuerda con nostalgia. Muchísimas vivencias componen el retrato de la vida laboral de Juan Corujo. Pero recuerda de manera especialmente grata la fidelidad de clientes que durante los 40 años que se mantuvo en su cargo repetían cada año. «Hubo gente que no solo venía cada año, sino que lo hacía tres o cuatro veces en el mismo año. No solo eso, familias que venían con sus niñas pequeñas. Esas niñas vienen hoy con sus hijos, algo que me reporta mucho orgullo», recuerda mientras muestra fotos de él junto algunas de esas familias. Corujo siempre transmitió empatía. Tanta que pasó a formar parte de esas familias, con las que compartió correspondencia. «Me mandaban muchas postales. Incluso varias veces me pagaron el viaje para visitarlos. Por ejemplo una vez un matrimonio me pagó los billetes a Alemania y me fue a buscar, nevando, al aeropuerto que estaba a 80 kilómetros de su casa, para luego hacer el camino de vuelta conmigo a bordo en un Volkswagen mediohuevo».

Recuerdos. Juan Corujo posa en Carrizal con recortes y fotografías de sus 40 años dedicados al Oasis Maspalomas.

DESPEDIDA La navidad de 2010 fue la última en la que Juan Corujo vistió su solemne uniforme y lo hizo de una manera especial. Tras 40 años de servicio en el hotel, los últimos en la disciplina de la cadena RIU, no iba a estar por cuadrante en la fiesta navideña del hotel. No obstante, el director le pidió que portará su uniforme, pero en vez de estar en su puesto de recepción, transitara por toda la instalación. Y así fue.

«Cuando empecé, a trabajar allí solo estaba la playa, el faro y el hotel»

«Los clientes eran muy fieles, venían a la Isla varias veces al año»

«Hubo turistas que me invitaron a visitarlos en sus países»

El pompis de la Montiel y otros recuerdos ■ En sus 40 años como portero del Oasis Maspalomas, Juan Corujo se encontró con infinidad de anécdotas y de gente conocida. Él estuvo allí cuando David Hasselhoff condujo a Kitt en el rodaje de unas escenas de El coche fantástico en la entrada del hotel. No fue el único rostro famoso al que tuvo la

oportunidad de ver en la recepción del hotel. «Por allí pasó mucha gente como Andrés Pajares, Marta Sánchez o Sara Montiel, que un día me echó una bronca. Venía muy enfadada porque en el avión y luego en el coche que la había traído del aeropuerto no la habían dejado fumar; entonces cuando el vehículo se

detuvo en la puerta del hotel fui a ayudarla a bajar del coche levantándole el abrigo grande que tenía puesto para que no se lo pisara al bajar y se cayera. Entonces me miró con muy mal humor, y me gritó: «Encima quiere usted tocarme el pompis, faltará más», recuerda con simpatía Juan Corujo.

En su galería fotográfica personal, Corujo guarda con mimo imágenes de muchos rostros conocidos. Pero con el mismo cariño guarda tantas y tantas imágenes con rostros anónimos pero de gran significado para él. Personas a las que regaló su cariño durante cuarenta años de profesión.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.