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Editorial

La historia y el destino

Lo que se juega hoy es demasiado importante para todos. Nunca, en toda la historia de Chile, se le había preguntado a los ciudadanos si querían cambiar la Constitución o les gustaba la que tenían. Y la Constitución es demasiado importante. Es la madre de todas las leyes, es el texto que garantiza nuestros derechos y deberes como ciudadanos. Anteriormente, siempre hubo pillerías para que la gente votara como le pareciera al gobierno de turno. En el plebiscito de 1925, Alessandri planteó un proyecto constitucional cuyo voto de rechazo detallaba que el elector deseaba mantener el sistema parlamentario, “con la facultad de la Cámara de Diputados para censurar y derribar gabinetes...”. El texto justamente apelaba a los hechos de los cuales la ciudadanía ya estaba cansada y habían llevado a la crisis de 1924. En 1980 parecido, pero pillería al fin. La dictadura no dio espacios a la oposición y, con el control total de los medios de comunicación, colapsó por todos lados a votar a favor de la que llamaba “Constitución de la Libertad”. Aparte del texto constitucional, que ya era malo, agregaba un inciso en el que dejaba a Pinochet por ocho años más en el poder. La Constitución de 2022 no está escrita, pero puede ser realidad hoy con la voluntad del pueblo. La gente decide si la quiere, pero debe tener presente que una Constitución no va a solucionar de repente los problemas que tiene el país. Las protestas y la épica que comenzó en octubre no debe cegarnos con situaciones irreales de panacea inmediata. Los efectos de una Constitución Política demorarán años en plasmarse en la realidad nacional, décadas incluso. No olvidemos que a la dictadura le costó años imponer el sistema de libre mercado porque no es tan fácil. La Unión Soviética, en sus inicios, tuvo que echar pie atrás y aceptar por un momento la propiedad privada con la NEP, precisamente porque los procesos dependen de generaciones. Los movimientos sociales deben entender que los procesos históricos no se establecen con la inmediatez, y que ese Chile que estamos soñando desde el 18 de octubre del año pasado sigue siendo solo teoría porque no se ha cambiado una coma del modelo. Lo de hoy es apenas un granito de arena en la historia, un momento que es histórico para nosotros pero no va a pasar de ser un apunte aburrido en los libros del futuro, como cuando en el liceo nos enseñaban de la historia reciente. Nuestros hijos, o nietos, podrán disfrutar de los derechos que estamos empujando hoy con el voto. Nosotros estaremos viejos -quizá muertos- antes de que eso se llegue a plenitud. Por lo mismo, es momento de tomar seriedad e importancia de lo que se define en las mesas de votación. No sabemos si la violencia -inútil, siempre ha sido estéril- va a seguir, pero la historia ha demostrado que el camino correcto es preguntando la opinión al pueblo, que sea él quien defina su destino. Es importante no cagarla. Seguir saliendo a dejar la zorra en el centro, con la excusa de que la rabia contra el sistema se justifica por lo injusto que es, es una falacia igual de corneta como la que usó la dictadura de Pinochet al perseguir a los militantes marxistas porque de ellos -según los milicos- era la culpa de la debacle del país. Se demostró que esa falsa dicotomía de causaconsecuencia (yo hago esto porque otro me llevó a esto) terminó con el sufrimiento de miles, porque unos pocos creían que eso era lo mejor para todos y que lo que hacían no era tanto como lo que hicieron otros. Disfrazar el instinto con la razón, aunque no se tenga, es una mala idea y no piensa en el mañana. Hay que ser inteligentes. Y ya, puede que no nos guste el sistema y que la elección de constituyentes va a tener vicios muy callampa, pero hay que entender lo difícil que fue modificar la actual Constitución para la generación que nos precedió. Es lo que tenemos ahora, pero mañana podríamos tener otra herramienta que dejemos definida desde ya. Lo que debemos valorar es que hoy tenemos una oportunidad única que no podemos dejar pasar, porque en ello se define la historia de los próximos 50 años. Y a nuestra generación le tocó esa responsabilidad. Chile es de todos, y a todos nos corresponde la tarea de hacerlo un país mejor.

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4 en esta edición 6 Las huellas de la represión Desde Iquique, conversamos con tres personas que sufrieron heridas a causa de la violencia policial, y cómo la experiencia cambió sus vidas.

14 Ramiro habla desde la cárcel Mauricio Hernández Norambuena, alias comandante Ramiro, nos contestó un cuestionario de diez preguntas, donde habla del momento social que vive el país. 18 El salto de los secundarios Fueron los primeros que saltaron los torniquetes y generaron una bola de nieve que hoy es un plebiscito constitucional.

además

Editorial | 2 Cazadores de ovnis en Taltal | 24 El humor de Pipo especial 10 años| 36 Esta semana | 44 Deportes | 45 10 años, 10 juegos | 46 Cita en la city | 50 Horóscopo | 54

JOHAN BERNA

NELSON GONZÁLEZ

LLÉVESE EL BUSH. Un quiosquero de Iquique muestra un ejemplar de la revista, a fines de 2014.

PORQUÉ NOS LLAMAMOS ‘BUSH IN ACTION’

nEl origen del nombre de nuestra revista viene de un video llamado “Cachureos Subliminal” -búsquenlo en Youtube- donde al dar vuelta la canción de Cachureos, Marcelo revela que siempre fue George Bush. Después de confesar que huele moteles y varias otras cosas turbias más, grita desesperado “¡Soy el Bush en Acción!”. El absurdo del video hizo reír durante meses a los (aún no) redactores de esta revista, tiraron la frase al inglés y de ahí viene todo. No tiene sentido, pero ya. DIEZ AÑOS DE “BUSH IN ACTION” 28 Vida, obra y cagazos del Bush

Un resumen autocornetero de nuestra vida como revista: desde el periodismo de adivinación hasta las aspiraciones de ser Vice. El equipo, las portadas, las lucas del Estado y más.

30 Grandes historias de una década Personas, personajes e historias raras han sido parte de esta aventura periodística de diez años. Tomamos una historia por número, desde 2010.

38 Los chilenos menos influyentes Es una sección que acompaña esta revista desde años, y que si bien pareciera ser un nombre incluso peyorativo, solo busca gente equis para que nos cuente algo de su vida. A lo largo de los años hemos hablado con decenas de personas. Algunas ya ni siquiera están vivas en esta tierra, pero preparamos una selección con las mejores historias.

AYER Y HOY. El globo ocular izquierdo de Albano (40) recibió de lleno la descarga de un disparo de balín, mientras estaba de voluntario de salud en una manifestación. En Iquique no podían reconstruir su ojo: tuvieron que llevarlo a Santiago.

LAS HUELLAS DE LA REPRESIÓN

PERDIERON OJOS. QUEDARON CON SECUELAS Y RECUERDOS MÁS OSCUROS QUE LA NOCHE EN QUE FUERON ATACADOS. VIVÍAN LA INJUSTICIA Y DESIGUALDAD DE ANTES DEL ESTALLIDO, PERO COMO MANIFESTANTES VIVIERON LO PEOR DE LA REPRESIÓN. TRES IQUIQUEÑOS CUENTAN SOBRE EL SUFRIMIENTO QUE CAMBIÓ SUS VIDAS. VALENTINA LUZA Fotos de JOHAN BERNA Desde Iquique

Pocos días han pasado del aniversario del estallido social en Chile, y las historias pasan la cuenta. Como si de un hecho irreal se tratara, y con las intenciones de muchos sectores de borrar la historia, los/as lesionados/ as y heridos/as han quedado como una huella en el tiempo imposible de ignorar. Albano, Cheo y Marcela protagonizan testimonios que resuenan en Tarapacá. Ahí donde la llamada “zona cero” marcó el octubre negro entre manifestaciones, apañe y represión. Según el último reporte del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) se recuentan en Chile 3.765 heridos de los que 29 de ellos pertenecen a la Región de Tarapacá. Muchos en la espera, en medio de fallidos programas de ayuda para heridos de traumas oculares y más de 2.000 causas de heridos por diferentes impactos que se encuentran en pausa, son el ejemplo latente de políticas insuficientes y de un sistema que perpetúa el olvido.

LA MEMORIA VIVA Marcela (40) era una de las tías que siempre acompañaba a los “primera línea” en los enfrentamientos ocurridos entre navidad y año nuevo en Iquique. “Algo poco recuerdo del día exacto”, comenta ahora cuando el tiempo permite otra perspectiva del momento. Ese día la zona cero, que se compone con una cuadrícula de calles entre el supermercado Líder de Iquique, el pasaje Las Rosas y una Petrobras, estaba rodeada de piquetes en las esquinas: “Eran tantos que no podía ni contabilizarlos”, cuenta. Ella se encontraba en compañía

de “otra tía” y al ver el escenario frente a sus ojos, empezaron a buscar la forma de salir de lugar. Estaban rodeadas. “Habían cortado la luz, no se veía cuántos eran, no se veía nada”, recuerda. En ese entonces, se conocía entre los manifestantes la estrategia de Carabineros de suspender la luz del sector para evitar la movilidad e interceptar el paso. Un modus operandi que también se replicaría en Santiago y otras regiones. Marcela vestía de blanco, es una de las cosas que recuerda al detalle, razón por la que cree-quizá-era más visible. Dispuesta a avanzar se pega hacia una pared, a tientas entre la oscuridad absoluta, buscando poder llegar hacia un lugar más tranquilo antes que “se pusiera más brígido”. “En ese momento me percato que uno de los carabineros del piquete de al frente de donde caminábamos, se escondía entre el retén y la puerta, preparándose para disparar. Ahí sentí un impacto. Me llegó una lacrimógena directo a mi pecho”, relata. Entre el shock y la desesperación de la fuerza que le llegó de pronto, gritó pidiendo ayuda: “Era tan fuerte el dolor que no podía ni caminar”. No demoraron en llegar quienes la pudieron auxiliar, intentando apagar el

CICATRICES. Pasaron nueve días antes que operaran a “Cheo”, quien sufrió una grave herida en su brazo. La cicatriz quedó como una permanente huella de lo que pasó.

fuego que en su polera empezaba a encenderse. En tanto, eran dispersados los manifestantes del lugar con carros lanza agua, entre el caos generado y los gritos de dolor de Marcela. La primera línea logró guiarla a un pasaje, después de los primeros auxilios, llegó directo al hospital. “Una de las razones por las que decidí salir a la calle fue por mi mamita, que murió en un sistema público de salud indolente”, dice Marcela que ese día llevaba su celular guardado en el pecho, junto con una fotografía de su madre. Fue en ese mismo lugar donde le impactó la lacrimógena y, gracias al artefacto, fue que se logró reducir la fuerza del declarar y su caso está siendo impacto: “Yo creo que a mí me investigado a cargo del INDH. salvó mi mamita”, expresa. Sin embargo, aún no obtiene ¿Volverías a las calles? ¿Qué respuestas. Hasta el día de hoy crees que pasará ahora en una quemadura en su pecho Chile? Marcela responde, que sin izquierdo y unos lumbagos duda volvería, aun cuando ve a repentinos, le recuerdan esa fuerzas especiales en las calles noche de octubre. le evocan un terrible recuerdo y sensaciones. Para ella, la SIN MIEDO convicción es más fuerte. Era la madrugada del 28 de “Hay tanta indolencia y tanta noviembre en Iquique y para indiferencia. Yo trato de ayudar El caso de ese entonces, la cantidad de personas a los abuelitos del hospital, tal Marcela, quien en las calles se había reducido. La represión como lo hacía mi mamá. Y veo tantas, tantas recibió una lacrimógena por otro lado, encontró el escenario perfecto para intensificarse. cosas. En el mismo sistema en su pecho, La consigna “sin miedo” era la que de salud son invisibles. Me duele ver tanta aún no tiene respuestas. representaba a los grupos de manifestantes que se indiferencia, negaban a abandonar por eso me las calles. Cheo (35) mueve luchar por los derechos de era uno de ellos, quién resistía todos”, cuenta Marcela. impávido en la zona cero. Fue llamada por Fiscalía a “Estaba la cagá ese día.

Los encaré, les digo ‘cómo están “ “ disparando al cuerpo, váyanse de acá’. Uno de los pacos me queda mirando y me dispara a quemarropa. Yo me asusté y me tapé la cara. La lacrimógena me cayó directo a la mano izquierda

CHEO, iquiqueño que quedó hospitalizado dos semanas después del ataque sufrido en Iquique.

Yo estaba dentro de unos departamentos que están por la zona (…) los pacos llegaron y con fuerza echaron una puerta abajo. Ahí, en un lugar donde había cabros chicos y todo. Entonces yo fui y los encaré, les digo ‘como están disparando al cuerpo, váyanse de acá’. Uno de los pacos me queda mirando y me dispara a quemarropa. Yo me asusté y me tapé la cara. La lacrimógena me cayó directo a la mano izquierda”. Gracias a ese reflejo dice que el impacto no le alcanzó a dar a sus ojos. Pero la intención era clara y segura, apuntaron hacia su rostro. Inmediatamente después de la agresión salieron detrás de él, quien en medio de la adrenalina empezó a sentir su brazo débil. “Yo sentí altiro que mi brazo se cayó. Me corría agua de la mano, tenía lleno de sangre”, dice Cheo. Le hicieron una curación en un block donde alcanzó a auxiliarse con el apañe de más personas, pero su mano no respondía. No sabe cómo justo cerca del lugar había una ambulancia que lo trasladó a urgencias, donde le inyectaron morfina para el dolor. En el Hospital fue otra historia: “Todo esto pasó como a las 2 de la mañana (…). El traumatólogo me reclamó que porque venía a esa hora, que él estaba durmiendo, qué porqué. ‘Es que qué andabai haciendo, de dónde vení...’ Me trató mal, me tiró el brazo, que lo tenía hecho pedazos, quemado y con un tajo”. Fue una lesión grave, la cual dejó a “Cheo” hospitalizado 15 días, siendo operado recién en el noveno. Quienes lo acompañaron procuraron agilizar los procesos burocráticos de su atención. Un día despertó y vio a Carabineros en su habitación: “Fueron a prestarme declaración, yo los mandé a la chucha (…) ellos me dispararon y querían que les respondiera cosas”. Su caso hasta el día de hoy descansa como una querella en el Instituto de Derechos Humanos sin culpables ni imputados. Un fierro en el interior de su brazo es el recuerdo que tendrá para siempre de esa noche. Apenas lo dieron de alta, salió de nuevo a las calles: “Continué, dándole. Yo siempre viví la injusticia, pero nunca pensé que iba a pasar algo así como ATAQUE. Decenas de querellas por violencia sufrida se mantienen pendientes en la región de Tarapacá.

el estallido. En un momento me sentí muy feliz, todos nos juntábamos, hablábamos.” Incluso después, lo reconocían, lo abrazaban, la gente se alegraba de verlo recuperado, su caso había hecho eco. Cheo expresa no creer mucho en el proceso constituyente, aún así lo ve como un comienzo de algo diferente. Para él, la empatía es la clave: “Ponerse en el lugar del otro. Con eso ya es un comienzo. Cambiar la mentalidad, con nuestros hijos, con nuestros vecinos, con todos”. –¿Crees que algo cambió? –Sí, algo cambió. Es ayudarse porque estamos en la misma, es el mismo propósito. Se siente algo diferente, las personas ya no somos las mismas, ya no nos

hacen weones.

LA SALUD EN PRIMERA LÍNEA “Yo estaba haciendo lo mejor que sé hacer: ayudar. No les importó nada e igual me dispararon a los ojos. Ellos sabían lo que hacían”. Albano (40) es un profesional de la salud que el 21 de noviembre del año pasado sufrió un impacto de balín en su ojo izquierdo, en las cercanías de una posta improvisada montada por voluntarios de salud cerca de la Universidad de Tarapacá. Albano se encontraba en sus labores auxiliando manifestantes mientras los enfrentamientos en la zona cero se acentuaban con el paso de las horas. Alrededor de las 22 horas ya existían en el lugar personas con múltiples lesiones por impacto balístico, afectadas con gases y detenidos. A las 23 se hace un cambio de las fuerzas especiales que estaban a cargo del lugar, un contingente con una implementación aún más brutal quedó a cargo. Llegan generando una gran embestida: “Arremetieron contra la gente, quedamos en una parte expuesta y nos dispararon a mansalva”, dice Albano. Él quedó a pocos metros de un carabinero: “Me disparó en el rostro e impactó de lleno en mi ojo izquierdo, destrozando las antiparras, el lente óptico, produciendo la lesión ocular. Yo estaba con protección certificada, pero fue a muy corta distancia. Me destrozaron la córnea, el cristalino, todo”.

En ese momento todo se volvió oscuro. “Estos elementos fueron a parar al interior de mi ojo (….) sentí un sonido muy fuerte, me retumbó la cabeza, me caí para atrás. Trataba de ver a tientas, pero no podía. En ese momento sentí mucho, mucho dolor. Tengo capacidad de aguante y todo, pero fue demasiado”, cuenta. “Solamente traté instintivamente de prestar primeros auxilios, totalmente en shock. Lo he hecho de forma mecánica tanto tiempo que traté de salvaguardarme, tomé parte de mi uniforme y me lo coloqué tratando de hacer una compresa para sostener mi ojo. Hice presión muy fuerte contra el ojo y caminé hacia la posta de emergencia, que estaba hacia una cuadra, tratando de buscar ayuda, porque tenía vidrios.” En un momento no pudo seguir caminando y sucumbió, hasta que una vecina del lugar logró percatarse de la situación, y entre la confusión lo auxilió, entrándole a su domicilio: “Nadie sabía lo que me había pasado, muy pocos se dieron cuenta. Cuadras más abajo seguían tirando gases y agua. Yo estaba muy solo en ese momento”, relata Albano. Ahí logró entrar a la ducha del lugar buscando un estímulo para aliviar el dolor. “No entendía que me estaba pasando, ‘imposible que esto me esté pasando a mi’ decía en mi cabeza, con negación. Mientras tomaba la toalla con hielo para hacer control de la hemorragia”. La gente llamó a una ambulancia, entre la inercia e intentando escapar de los gases. Ahí lo subieron a un furgón hacia la asistencia pública, donde no estaban preparados para un caso de un trauma ocular como el de Albano.

Ya eran las una de la madrugada cuando el cirujano en el pabellón le dice que no tenía las facultades para atenderlo y que tendría que viajar de forma urgente a Santiago. Lo dejaron

hospitalizado con un analgésico, esperando por un análisis oftalmológico: tenía totalmente destrozado el ojo. Lo que siguió desde ese momento fue una negligencia tras

n En Tarapacá existen actualmente 80 querellas pendientes, entre las clasificaciones de éstas se encuentran homicidio frustrado (1), tortura con violencia sexual (5) tortura y tratos crueles (69) y violencia innecesaria (5). En tanto, el INDH ha presentado 1.303 acciones judiciales a favor de 1.631 víctimas en Chile. Cheo, Marcela y Albano son algunos de los casos que actúan como la representación de las muchas historias que ocurrieron en las zonas de conflicto y que aún descansan en el silencio del Estado. Son ellos mismos quienes entre la rabia, el dolor, los recuerdos, y la fuerza siguen alzando la voz en un país que viola los derechos humanos de sus ciudadanos a vista de todo el mundo.

LACRIMÓGENA. El fuerte impacto del envase de una bomba lacrimógena dejó a Marcela sin poder caminar, siendo socorrida hasta recibir los primeros auxilios.

otra: “Nadie sabía que yo llegaría a Santiago, quedé abandonado en el aeropuerto junto a mi madre que es una persona no vidente, yo era su lazarillo, y estaba con un parche sosteniendo mi ojo, aún con dolores. Tuve que pagar el transfer hacia La Unidad de Trauma Ocular (UTO) del Hospital del Salvador. Fue un abandono total”. A la unidad llegó justo a tiempo, ya que estuvo a horas de perder todo su globo ocular por completo: “Ahí fui bien recibido, les expliqué y se conmovieron con mi caso al verme como un colega de salud”. Posteriormente comenzó su operación que duraría seis horas en total. Actualmente Albano forma parte de la Coordinadora de Víctimas de Trauma Ocular total abandono estatal. Muchos donde, comenta, la gran mayoría de ellos haciendo eventos de los casos tuvo problemas benéficos para cubrir los gastos de negligencia y abandono en de atención. Hay personas que sus asistencias, medicamentos, solamente recibieron la primera seguimientos, entre otras atención y en adelante fueron instancias: “Ese día salí de mi abandonados. casa sin saber que llegaría 50 Chile es reconocido por ser días después. Fue todo muy el país con mayor número de duro”. casos con traumas oculares del Fue en octubre que en mundo, según un estudio de la Santiago se tuvo que abrir una Unidad de Trauma Ocular (UTO) unidad especial dedicada a los que comparó los casos del país crímenes de Carabineros contra con los hechos ocurridos en los manifestantes, doblando otras zonas de conflicto como turnos y atenciones. Hasta la Palestina o Israel. Tarapacá, fecha según el Instituto Nacional según consigna el INDH, ocupa de Derechos Humanos, Los el tercer lugar con más heridos 460 personas testimonios oculares en Chile. resultaron con lesiones oculares, concuerdan en “Ahora, que pronto les harán rendir de las cuales dos fueron la urgencia de cuentas, recién nos están empezando a cegadas por una reforma contactar”, declara los artefactos del Estado y 35 que asegure Albano. Ante todo, él sufrieron pérdida total de uno de verdad, justicia logra entregar con su testimonio un los ojos. y reparación. mensaje certero: la Durante los impunidad ya no es meses de crisis opción en un país sanitaria, los tratamientos, que se dice nuevo: “Nosotros les medicamentos y consultas molestamos al gobierno, somos de muchas víctimas –según la prueba viva de la violación a consigna un sondeo del INDH los derechos humanos y no nos respecto a la satisfacción con quedaremos tranquilos hasta que los programas del gobierno– han exista justicia. Habíamos dicho tenido que salir de costeo de sus ‘nunca más en Chile’ y volvió a propios bolsillos, evidenciando un suceder. Ya no más.” v

DE PUÑO Y LETRA DEL COMANDANTE RAMIRO: “EL ÚNICO VEREDICTO QUE IMPORTA ES EL DEL PUEBLO”

ENTRE EL CHILE AL QUE LLEGÓ MAURICIO HERNÁNDEZ NORAMBUENA EN AGOSTO DE 2019, EXTRADITADO DESPUÉS DE ESTAR PRESO MÁS DE UNA DÉCADA EN BRASIL, AL DE HOY, ESTE PAÍS ES OTRO. EL COMANDANTE RAMIRO, JEFE MILITAR Y POLÍTICO DEL FRENTE PATRIÓTICO MANUEL RODRÍGUEZ (FPMR) RECIBE EN LA CÁRCEL LOS AIRES DE UNA REVUELTA POPULAR QUE, DICE, HICIERON FLORECER EL IDEALISMO QUE ESTABA OPACADO POR EL CONSUMO.

ANTÓN SALINAS, I. ARAYA y B. SAAVEDRA

Si no pasa nada antes, Mauricio Hernández Norambuena, el hombre que la historia recordará como Comandante Ramiro, pisará las calles de Santiago como una persona libre en 2045, a los 87 años. El mundo entonces será muy diferente de como era medio siglo atrás, cuando el jefe político del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), miraba esa capital desde los aires, colgado de una minúscula canasta que lo liberaba del cautiverio en la Cárcel de Alta Seguridad, en 1996. Y más diferente aún del Chile del 83, cuando las protestas contra la dictadura tomaban fuerza y el joven Mauricio entraba al Frente para terminar con Pinochet (participó en el atentado de 1986) y su régimen, quizás sin saber que en eso se le iba a ir la vida. Gran parte de los 16 años en la prisión brasileña, condenado por el secuestro del publicista Washington Olivetto, lo pasó en una celda de 2x3 metros con una hora de diaria de contacto con el exterior. Cuando el

MURAL EN EL GAM. Dentro de la cárcel, Hernández Norambuena ha podido constatar la actual realidad.

ministro Mario Carroza le preguntó por la fuga, Ramiro no quiso ir más allá. “Entiende que eso no es parte de la extradición. Es entendible, él tiene derecho a guardar silencio. Tampoco manifiesta interés en hacerlo”, dijo Carroza después de la audiencia en la que reapareció ante el país vistiendo un parco chaleco amarillo de imputado que cubría el buzo rojo con rayas blancas que llevaba ese día. Pero Ramiro, desde el nuevo encierro, sin los gastos que realizaba la familia para ir a Brasil y más posibilidades de visitas, ha visto matinales, reportajes, gente apretada en el metro: una “sociedad domesticada”, como la calificó. “Me dio harta tristeza ver un país tan domesticado”, dijo hace poco en una entrevista a Prensa Opal. Por eso, el 18 de octubre, para él como para muchos, fue como “una palmada en la cara”, una nueva realidad para el hombre que dedicó su vida a la lucha popular armada en las circunstancias más difíciles para ello. Conversó con esta revista contestando un cuestionario de diez

VUELO DE JUSTICIA. En 1996, Ramiro huyó de la Cárcel de Alta Seguridad junto a otros compañeros del FPMR.

preguntas que entregamos a su hermana Laura. Siete de éstas las respondió en una hoja de cuaderno con letras de un lápiz pasta extraídas de la mente de un hombre idolatrado y odiado, cuyo mayor sentimiento sigue siendo la libertad. –¿Qué es lo que más le llama la atención del actual momento histórico? ¿Es la misma sociedad idealista de los ochenta? ¿Qué diferencias ve? –Creo que se ha explicitado el conflicto entre pueblo y élite desde el estallido social del 18 de octubre. La hegemonía ideológica de la élite ha sido puesta en cuestión, y se abre un escenario de disputa político ideológica que el proceso constituyente potenciará. El futuro está abierto y todos los futuros son posibles. El 18 de octubre ha hecho florecer el idealismo que estuvo opacado por el consumo en las últimas décadas. –¿Por qué este fenómeno social no ocurrió terminando la dictadura, o en los 2000? –La maduración de las

condiciones para el reventón social de octubre pasado requirió de tres décadas simplemente. Llevó ese tiempo para que se agotara la capacidad de la clase política para encauzar institucionalmente el conflicto clasista, y de esa forma demovilizar al pueblo y contenerlo. Sin duda que

LAS CARTAS DE RAMIRO. Actualmente, Mauricio Hernández Norambuena permanece 21 horas al día en su celda, en Santiago.

n ¿Qué ejercicios realiza en el día? ¿Utiliza las herramientas de haber estudiado como profesor de educación física en su vida? –Diariamente realizo una rutina de ejercicios físicos. Flexibilidad, elongamientos y el desarrollo de la capacidad aeróbica son mis prioridades. Mensualmente voy cambiando ese programa de ejercicios. El hecho de ser profesor de educación física, sin duda que ayuda, pero me gradué hace 40 años por lo que siempre me estoy actualizando respecto de los sistemas de entrenamiento físico.

DECLARANDO. Ramiro no quiso declarar sobre la fuga desde la cárcel, debido al tiempo transcurrido, dijo.

existen razones históricas para la “demora” de la irrupción social. La principal es la derrota global del ideario de izquierda con el derrumbe del campo socialista a fines de los años 80, y el triunfo rotundo de las ideas neoliberales. Es ese el contexto histórico adverso que el campo popular tiene que enfrentar. –¿En qué cree que aportó su lucha al proceso histórico que se vive ahora? –El aporte de la lucha del FPMR, así como el de todas las luchas populares organizadas, tiene que ver fundamentalmente con el papel de referentes históricos, tanto en el plano objetivo de su existencia y también en las subjetividades que despierta. Lo que vemos hoy es la continuidad de la lucha popular como proceso histórico, es la memoria del pueblo que echa mano al acumulado de experiencia de todas sus luchas. –Su figura, pese a los años y generaciones que han pasado, sigue evocando reacciones a favor y en contra. ¿Cómo quiere pasar a la historia? –No tengo pretensiones de trascendencia. Como cualquier luchador social, el único veredicto que importa es el del pueblo. Mi lealtad y consecuencia con los intereses populares es lo que prevalecerá en mi historia. –¿Qué le parecen las muestras de solidaridad que ha recibido de diversas personalidades por su inhumano estado carcelario y su libertad? –La solidaridad recibida reconforta con creces cualquier dificultad. Toda la fraternidad y apoyo que durante años ha llegado hasta mí como reconocimiento a mi historia militante, ha sido fundamental para resistir el encarcelamiento deshumano de las últimas décadas. –Usted indicó en una entrevista que el Partido Comunista abandonó la política de rebelión popular y unilateralmente negoció con la dictadura una opción de salida que no compartían, pero que su opción era persistir por el mismo camino y, que el FPMR ya tenía una diferenciación al PC. A más de 30 años, ¿qué piensa al respecto? ¿Fue la “transición” el mejor camino, o se debió seguir con la lucha? –Me parece que la historia se ha encargado de dirimir ese asunto. La ‘transacción’ como camino negociado a espaldas del pueblo, ha sido un rotundo fracaso. La prueba más elocuente y contundente de ello fue el 18 de octubre pasado. 30 años de apacible hegemonía neoliberal y de precarización de la vida del pueblo, ha sido producto de la engañosa transición. El protagonismo popular en la política no se debió abandonar, pues era el capítulo más coherente con los intereses del pueblo. v

18 - CRÓNICAS BUSH IN ACTION - Domingo 25 de Octubre de 2020 EVASIÓN. El paso de los estudiantes inició el estallido social del 18 de octubre.

EL SALTO DE LOS SECUNDARIOS

EL PLEBISCITO ESTÁ A LA VUELTA DE LA ESQUINA. Y UNA NUEVA CONSTITUCIÓN ES INMINENTE. SON MOMENTOS QUE, OBVIAMENTE, APARECERÁN EN LOS LIBROS DE HISTORIA EN EL FUTURO. ¿CÓMO EMPEZÓ ESTE PROCESO? CON ESTUDIANTES DE ENSEÑANZA MEDIA PASANDO POR ENCIMA DE LOS TORNIQUETES DEL METRO DE SANTIAGO, DEBIDO A UN ANUNCIO QUE PUEDE PARECER SIMPLE: EL AUMENTO DE $30 DE LA TARIFA DEL TRANSPORTE SUBTERRÁNEO. CINCO ADOLESCENTES CUENTAN AQUELLOS DÍAS, LA PRIMERA VEZ QUE SE MANIFESTARON Y SUS MOTIVACIONES PARA HACERLO.

JOSÉ FRANCISCO MONTECINO L. Ilustración de IGNACIO MANDIOLA

F, 15 años: “Desde pequeño evadía el metro, porque no había plata para pagar el pasaje. Cuando era pequeño, era muy complicado para nosotros tener plata. Después igual lo seguí haciendo, aunque hubiese dinero porque, la verdad, nunca he tenido una buena relación con la gente del Metro, o con la autoridad en sí. Yo he evadido casi toda mi vida, ya que considero que es demasiado dinero para un transporte que no merece la pena, que es incómodo, y que no vale lo que cuesta el pasaje. La evasión masiva a la que fui acá, en La Cisterna, fue la vez en que la estación quedó totalmente cerrada por eso”. 4 de octubre, 2019. Emol: “Durante la tarde de este viernes, el Panel de Expertos del Transporte Público informó que a contar del próximo domingo 6 de octubre habrá una nueva alza en la tarifa del servicio RED, Metro y Tren Central (…) Con lo anterior, el pasaje en el Metro experimentará un alza a $830 en horario punta”.

V., 14 años: “Creo que la primera vez que evadí fue esa semana, del 18 de octubre. Me enteraba de las evasiones por Instagram. Iba a los metros que quedaban cerca. A veces fui a escondidas de mi mamá. Iba sola y ahí me topaba con amigos o amigas. Iba ansiosa. Era como mi desahogo. En mi familia igual usan harto el metro y la micro, para el trabajo o el médico. Cuando SENTADOS EN LOS ANDENES. La presión fue acrecentándose y los estudiantes impidieron que corriera el metro en algunas estaciones.

evadía, pensaba en mi abuelo. Él estaba hospitalizado para el 18 de octubre. La salud en Chile es terriblemente mala, la Salud Pública. Así que pensé que no eran solo $30, era la salud, la educación. Todo eso”.

7 de octubre, 2019. Ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, entrevista en CNN Chile: “Alguien que sale más temprano y toma el Metro a las 7 de la mañana tiene la posibilidad de una tarifa más baja que la de hoy. Ahí se ha abierto un espacio para que quien madrugue puede ser ayudado a través de una tarifa más baja”.

I., 16 años: “La primera vez que evadí fue genial. O sea, la sensación de euforia que tuve en ese momento fue increíble. Era mucha gente en el metro. Justamente mi liceo queda afuera del metro Santa Ana, entonces doblamos y está el metro. Y fue una evasión gigante. Había más liceos. Algunos compañeros se quedaron ahí golpeando, saltando. Otros se fueron a otras estaciones para seguir evadiendo o ayudar a los que iban a evadir. Luego los carabineros se dieron cuenta que eran muy seguidas nuestras evasiones y empezaron a llevar patrullas”.

10 de octubre, 2019. The Clinic: “Estudiantes del Instituto Nacional llevan 4 días evadiendo el Metro al estilo avalancha”.

D., 16 años: “La primera vez que evadí fue un sentimiento bonito, porque muchas personas se unieron para manifestarse y ser partícipes de eso. Se sintió hermoso. Sentir que estabas haciendo un cambio y que estaba alzando la voz por los que no pueden. Se siente magnífico. Esa primera vez fue en Los Héroes. Me pasé por arriba del torniquete y fue genial. Fue el 18 de octubre”.

14 de octubre, 2019. La Tercera: “Las acciones masivas de evasión de pago ocurridas hoy, protagonizadas mayoritariamente por estudiantes secundarios, obligaron a cerrar cinco estaciones del Metro y generaron trastornos en el movimiento de pasajeros en la red”.

VIVIMOS LA NOTICIA

Edison, 19 años: “La primera vez que evadí fue el 17 de octubre. Yo había visto que habían hecho evasiones masivas en otros lados. Y cuando dijeron que harían una en el metro cercano a mi liceo dije ‘sí, obvio, démosle’. Estaban planeando una fuga masiva como protesta. Fueron todos al portón, lo abrieron y escaparon. Y después fueron al metro Ciudad del Niño, que quedaba cerca, y evadieron todos. Si bien había harta policía, igual pasaron. Al día siguiente planearon hacer lo mismo, pero esta vez fue más grande. Fue más gente. Y fue cuando Ciudad

Metro, Clemente Pérez, en entrevista del Niño fue destrozada”. 15 de octubre, 2019. Ministra de Transportes, Gloria Hutt, sobre evasiones masivas en el Metro: “(…) No tienen un argumento (para protestar). En el último cambio de tarifa, los escolares no tuvieron ninguna modificación”. I.: “Cuando íbamos a hacer una evasión masiva con otros liceos llegaron patrullas a perseguirnos. Nos persiguieron hasta dentro del liceo. Tiraron lacrimógenas y creo que se llevaron a unos cuantos alumnos. Eso fue como un miércoles. Pero no me quitó las ganas de volver a hacerlo, solo fue un momento de miedo. Obvio, nunca me había pasado, nunca había hecho algo así, entonces fue cuático”.

con 24 Horas: “Cabros, esto no prendió. No prendió. No son más choros. No se han ganado el apoyo de la población. (…) La verdad la gente está en otra. El chileno es bastante más civilizado”.

17 de octubre, 2019. Presidente del Panel de Expertos del Transporte Público, Juan Enrique Coeymans, en entrevista con La Tercera: “Cuando suben los tomates, el pan, todas las cosas, no hacen ninguna

TORNIQUETES. Los llamados a evasión fueron haciéndose masivos en pocos días, repitiéndose en la capital.

protesta”. V.: “Esa primera vez que evadí fue en el Metro La Cisterna. Fue adrenalínico. Estaba en el patio de comidas del Intermodal con un amigo. Con él estábamos súper piola, y empezaron a hacer evasión masiva. Muy masiva. Justo llegó la hora de irme a mi casa. No contábamos con ir a la evasión. Yo salí del intermodal, y vi que venían corriendo varios cabros, pero eran muchos. Ahí tuve que entrar no más. Me uní a ellos. Igual tenía miedo, porque arriba del Metro estaban los pacos. Si salía, me llevaban. Tuve que saltar el torniquete, mientras que otra gente pasaba por abajo”.

18 de octubre, 2019. El Mostrador: “Hoy se cumplió la quinta jornada consecutiva de evasiones masivas (…) en Los Héroes se identificaron atochamientos debido a la poca cantidad de torniquetes habilitados. Carabineros destinó el 90% de su dotación para resguardar las diversas estaciones del medio de transporte”.

Estaba nerviosa pero feliz. La gente “ “ se estaba manifestando. En la noche hicimos un cacerolazo donde vivo. Cuando explotó todo me sentí... no sé si importante, pero un mini orgullo, de que yo había participado

SANTA LUCÍA. El metro dejó de funcionar el mismo 18 de octubre. Por primera vez en la historia, Santiago se quedaba sin transporte público.

I., estudiante, sobre lo que sintió la noche del 18 de octubre, cuando el estallido social ya era una realidad en todo el país.

18 de octubre, 2019. BioBioChile: “Sin mea culpa: ministra Hutt condena protestas en Metro y descarta rebaja de tarifas”.

F.: “La semana del 18 de octubre estaba enojado, por la forma en que reprimían los pacos. “Carabineros”, como le quieran decir. Me parecía inadecuado. Demasiado violento. Exagerado”.

V.: “El 18 de octubre me devolví del colegio directo a mi casa. Estábamos acá, cuando empezaron a llamarme desde la casa de mi abuela. Mis tíos aún no llegaban. Los llamé y me dijeron que habían parado las micros y el metro”.

I.: “En la mañana del 18 de octubre no hicimos nada en mi liceo. En la tarde hicimos una asamblea de una hora y media, para organizar si haríamos algo grande con otros liceos que quisieran unirse. Hacer algo en la plaza, evadir o varias cosas más. Personalmente me dio miedo. Dije que iba a evadir, pero no que iría a Plaza Dignidad a manifestarme, porque tenía un poco de miedo”.

Edison: “Para la evasión que hicimos el 18 no hubo guardias. No hubo nada. Así que llenaron de carteles, destrozaron. Luego llegaron las Fuerzas Especiales. Ahí sí que quedó la grande. Recuerdo que participamos mucha gente. Incluso algunos profes, gente de la directiva del liceo. Cuando llegó la represión tuve que arrancar. Dije ‘pucha, si bien yo no destrocé nada, a ellos no les va a importar’, así que salí corriendo no más. Ese mismo día se anunció el toque de queda. Luego llegué a la casa y vi que en varios metros igual habían hecho lo mismo y dije: ‘mira, coordinadísimos todos’”.

D.: “Ni siquiera estudio por Los Héroes, pero fui a evadir. Me fui en micro desde La Cisterna. Fui con amigos, como a las 5 de la tarde, Luego de eso fui a la casa de una amiga y vimos que se estaba quemando ese edificio de Enel. Ahí supimos que estaba quedando la embarrada. Ahí dijimos “oh, esto es serio”.

19 de octubre, 2019. BBC Mundo: “El Presidente de Chile, Sebastián Piñera, decretó en las primeras horas de este sábado el estado de emergencia en Santiago (…). La capital de Chile vive un colapso inusual. Las protestas se recrudecieron la tarde del viernes. Algunos locales comerciales fueron saqueados y estaciones de metro y autobuses del transporte público fueron incendiados. Fuentes oficiales indicaron que hubo incendios en 19 estaciones de metro”.

V.: “Yo me levanté como cualquier día normal, y en la tarde había un estallido social. Quedé plop. Se siente bonito haber

TECACHÉ.CL

PERDIDOS. La clase política y las autoridades dieron torpes primeras señales, las que acrecentaron el descontento de la población.

RECORTES DE PRENSA

participado. Por fin pudieron escuchar la voz de todos”.

D.: “Yo estaba super emocionada. Me dio gusto ver que los estudiantes estaban tomando las riendas de la situación. Eso fue fantástico, muchas veces los adultos dicen que esta generación está arruinada, cosas así. Y siento que demostramos todo lo contrario, al hacer un cambio en Chile. Y que nosotros partimos haciéndolo”.

I.: “Camino a mi casa empecé a ver lo que empezaba a ocurrir en varias estaciones del metro. Estaba nerviosa pero feliz. La gente se estaba manifestando. En la noche hicimos un cacerolazo donde vivo. Cuando explotó todo me sentí... no sé si importante, pero un mini orgullo, de que yo había participado en esas evasiones”.

Edison: “Yo sabía que iba a venir algo más grande, pero no esperaba eso. En la evasión del 18, yo pensé: ‘Ya, rómpanlo. ¿A mí que me importa? Si yo también estaba enojado’. Los entendía. No pensé en un toque de queda, ni un Estado de Emergencia. Pero sabía que algo iba a pasar. Si bien yo participé estando en cuarto medio, los que más participaban eran cabros de 14 a 16 años, ellos empezaron el movimiento al final. Pienso que ellos merecían votar en el

plebiscito. Yo creo que a los 16 estás más que consciente de todo lo que pasa. Algunos cabros de 14 son más conscientes que gente adulta, que sí va a votar”.

F.: “En el momento en que empezaba a ver que las personas después del trabajo iban a Plaza Italia, como se le conocía en ese momento, me empecé a sorprender, a sentir con más energía, a salir a luchar, al ver a la gente estaba enojada, que no salió antes por miedo. Nunca creí que llegaríamos a cambiar la constitución. La verdad es que quedé impactado, pero a la vez muy feliz. Por fin tendríamos un cambio de verdad desde la dictadura”. v

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