188 2011

Page 25

O C

U

L

La población de Montetoni, Marankiato y Sagondoari ha sabido reaccionar ante esta invasión cultural y ha sabido mostrar su rechazo cuando no se ha sentido respetada. El primer caso fue con la escuela. Una primera institución educativa fue expulsada de la comunidad de Montetoni y posteriormente también de Marankiato por no respetar sus costumbres y ejercer abusos sobre la población. Esto ocurrió a finales del siglo XX.

A

R

T

Í

En la actualidad, tanto en Montetoni como en Marankiato la escuela goza de buena acogida por parte de la población, y Sagondoari demanda también su presencia. Y otro caso ha sido el rechazo de la población a los planes de planificación familiar impuestos por el MINSA, en concreto por el grupo AISPED. Las mujeres de Montetoni cuentan cómo en ocasiones fueron engañadas y se les aplicaron inyecciones que supuestamente les evitarían enfermarse. Pasando los meses las mujeres se dieron cuenta de que habían recibido anticonceptivos sin saberlo ni quererlo. La reacción fue el negarse a ser atendidas y tratadas por el personal sanitario ante el miedo a dejar de tener hijos. En este momento, existe un compromiso verbal por parte del responsable de la Microred de Camisea por respetar los derechos de salud reproductiva de la población, aceptando la propia concepción de la vida y sin imponer esquemas no aceptados por la población. El defender el derecho de estos pueblos a no ser encerrados en un gueto y a no ser excluidos de los derechos ciudadanos no quiere decir que se esté abogando por una colonización geográfica ni cultural. Considero que el Estado debe ejercer un papel de velador por todos sus ciudadanos y de una manera especial por estos pueblos por ser más vulnerables. Pero este rol debe traducirse en buscar unas mejores condiciones de vida de estos pueblos en constante diálogo con ellos, favoreciéndoles en sus legítimas aspiraciones. Con respecto a los pequeños grupos familiares que permanecen autónomos en el monte, habiendo quedado descolgados de la propia sociedad indígena (me refiero a grupos como el de Claudio, Regino, Mateo y Marcos que ya he citado), considero que deben ser respetados y no deben ser molestados. Ahora bien, considero también que es de justicia que les lleguen misivas de sus propios paisanos, anunciándoles que ya no tienen por qué mantenerse escondidos y que pueden sumarse al carro del resto de la sociedad indígena, reestablecer las relaciones de intercambios, alianzas y comercio. Que puedan elegir libremente dónde y cómo vivir, y que nadie les prohíba ni les imponga una barrera o una frontera, ni geográfica, ni cultural. No cabe ni encerrarlos en un zoológico cual animales de experimento o reliquias de culturas primitivas, muestras únicas para los investigadores sociales, como tampoco es legítimo forzarles a un estilo de vida no deseado, y mucho menos molestarles en sus territorios para sacar el gas o petróleo que pueda haber bajo sus chozas. Kirigueti, a 15 de agosto de 2011

25


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.