185 2011

Page 12

S E M R O F N I

todo depende de nosotros. Tenemos que empeñarnos, con un denuedo total, en la revitalización de las Comunidades. 3. La renovación de las Comunidades debe hacerse desde su realidad social actual. No vale quejarnos y más quejarnos de lo mal que estamos hoy día. No sirve de nada. Tenemos que abrazar la realidad dolorosa en que se hallan las Comunidades y trabajar desde ahí. Trabajar desde el absentismo, desde la escasa asistencia, desde la poca colaboración. Seguir trabajando desde la doble emigración, desde el trabajo remunerado de los municipios y desde la falta de ayuda de Caritas. Lo nuestro es llevar el Mensaje, despertar el amor y compasión por los pobres, incentivar la preocupación por los nuevos proyectos de ayuda, que necesita llevar adelante la Comunidad. Que la Comunidad sea Reino de Dios. Tenemos que trabajar con los asesores/as religiosos que tenemos, con los "patriarcas" de la Fe que Dios nos regale, sabiendo que nunca van a faltar. Será mucho más difícil que antaño. Pero Dios va estar siempre con nosotros si confiamos en Él. Por otra parte hemos de decir que aún quedan Comunidades dignas, fervientes, entregadas al servicio de Dios y al compromiso de amor con los hermanos. Son un paradigma a seguir. Además, y a pesar de todos los pesares, siguen surgiendo Comunidades nuevas que quieren enrolarse en la organización y que nos traen savia nueva y mucho entusiasmo. Son una bendición de Dios. Es importante tener en cuenta que las Comunidades Cristianas Campesinas deben apoyar a las otras organizaciones campesinas, principalmente a los sindicatos, luchar con otras organizaciones en defensa de los intereses del campesinado. 4. Algunas estrategias puntuales que nos ayuden a cumplir los nuevos desafíos misioneros en relación con las CC.CC.CC. Llevar una Palabra de Dios profundamente sentida. Destacaremos que la primera y definitiva estrategia para anunciar el Reino de Dios en las CC.CC.CC. es y será siempre llevar una Palabra de Dios viva, sentida, amada y comprometida. Que pongamos toda nuestra confianza en Dios. Que amemos profundamente lo que predicamos y que amemos profundamente a nuestro pueblo campesino, al que nos dirigimos. Celebraciones vivas. Somos mente y corazón, razón y sentimiento, pensamiento y vida afectiva. No podemos, en nuestras celebraciones, hablar sólo a la mente y no llegar al corazón. Nuestras celebraciones suelen resultar frías, lejanas, poco vivenciales. Explicamos bien la teología de los misterios pero no movemos a conversión a la gente. Nuestros hermanos de las sectas, aunque a veces se pasen, pueden ser un poco la voz y el reclamo que nos indican algunos caminos nuevos a seguir en el modo de nuestras celebraciones.

12


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.