A C I N Ó R C 40
doble función de no dejar entrar y a la vez impide salir a los que se han colado por otros caminos. De modo que es un sitio privilegiado de caza y captura. Allá van a parar mariposas, hormigas, zancudos, chicharras… todo ser diminuto que pueda volar. Se aprecia mariposas colgando envueltas en una fina bolsa como jamones en espera de una fiesta, hamacas conteniendo multitud de huevecillos casi transparentes. Cualquiera que venga de fuera se queda mirando estupefacto, parecería una suciedad en extremo, para quitar dudas les comento: es mi zoo. No me he tenido que preocupar de hacer sus instalaciones, procurarles el alimento, servicio veterinario… tampoco cobro entrada. Pero cierto que hace tiempo que duermo sin mosquitero, aunque siempre se me acerca algún alado sanguinario que procuro repelerle con un chorro de insecticida para perfumar la cama. Y se nota la agresividad de los vivientes en cuanto salgo de mi habitación.