S E M B L A N Z A 18
estos sucesos de Bagua, pero resulta difícil desentrañar los intereses y las ideologías que los motivaron. Y, sin embargo, éste es el elemento fundamental a esclarecer de cara al futuro, pues no se trata de señalar los responsables puntuales del hecho de Bagua sino las causas profundas que dieron origen a este hecho. Este acontecimiento pudiera haber ocurrido en cualquier otra localidad de la Amazonía y, lo que es peor, pudiera producirse en el futuro si no se tienen en cuenta las causas profundas que lo motivaron". La clave para entender lo sucedido en Bagua son las causas profundas que motivaron ese hecho. Bagua es un símbolo de lo que estaba pasando en la selva desde hacía muchos años: Selva norte, selva sur y selva central; es decir, marginación y exclusión absolutas de los pueblos indígenas por la sociedad nacional. Lo sucedido en Bagua pudo haber sucedido en cualquier otro lugar y, lo que es peor, volverá a suceder si no se tienen en cuenta las causas que lo motivaron. Pero nadie lo esperaba, porque no se pensó al indio. Pensando al indio con el P. Encinas encontramos la solución a la gran polémica que se suscitó en estos últimos días en que, a propósito de Bagua, hemos tratado de definir al indígena amazónico de la actualidad. Conocimos al amazónico de la década de los 70 cuando SINAMOS trabajaba para organizar a los indígenas, reconocerles como integrantes de la nación, darles una ley e identidad y la posesión de un territorio. En aquellos años el nativo de la selva vivía solo, aislado, sin comunicación y totalmente esclavizado y marginado. Los tiempos han corrido, el nativo ha ido cambiando, sale a Lima y a otras ciudades; estudia en institutos y en universidades; entran en su territorio comerciantes, petroleros, turistas, gente extraña nacionales y extranjeros. Pensar en el indio hoy es diferente que pensarlo en la década de los setenta. La lección es que el éxito está en saber pensar al indio hoy, al estilo del P. Encinas.