A
menudo relacionamos la psicología como la ciencia centrada en el estudio y tratamiento de los aspectos negativos y patológicos del ser humano; cuando, de facto, esta incluye el estudio de todas las facetas del comportamiento y emociones de las personas. Así, aspectos positivos, como la creatividad, el humor, la felicidad, la resiliencia y la inteligencia emocional son estudiados investigados en profundidad. Nuestra sociedad, ávida de titulares impactantes, mensajes cortos, comunicación sesgada, nos intoxica de positividad. En la taza del desayuno, en la agenda, en la camiseta “Si la vida le da limones, haga limonada”, “ Si se convence, todo irá bien”, “ Si puede soñarlo, puede hacerlo”
Los sentimientos son la respuesta lógica a los acontecimientos que vivimos. Ignorar la tristeza, los miedos o la ansiedad puede desembocar en una depresión o en un ataque de pánico. Estas recetas, sin más reflexión, las damos por válidas. Aconsejamos a nuestros amigos si están tristes, a nuestros familiares si tienen problemas, guiados por estas fórmulas mágicas, que parece que son la única opción. Ser positivo, reforzarnos a nosotros mismos, darnos aliento, es cierto que permite un abordaje de las circunstancias que nos fortalece en las tomas de decisiones y nos con-
BCNSmile-08.indd 67
FIRMA INVITADA | forta en momentos difíciles o frente a los problemas. Pero no debemos confundir la incidencia de la positividad en el abordaje de los problemas, con que la positividad sea la solución de nuestros problemas. Estos mensajes ilusorios que frecuentemente damos por válidos, en muchos momentos crean gran confusión. Bárbara Ehnrereich, autora del libro “Sonríe o muere: la trampa del pensamiento positivo”, relata como durante el tratamiento de un cáncer, todo su entorno le impelía a no sentir miedo o preocupación, a mostrar esperanza, siendo obvio que tales sentimientos son propios de la realidad que estaba viviendo. Su reflexión explicita que mirar hacia otro lado no soluciona los problemas ni nos hace sentir mejor, y sólo aprendiendo a gestionar correctamente las emociones se puede vivir auténticamente conectado con los sentimientos y llevar una vida consecuente con aquello que está sucediendo. Las emociones negativas ejercen su función; su correcta interiorización, análisis y gestión, nos permiten adaptarnos a la realidad y enfrentarnos a la búsqueda de soluciones para los problemas o dificultades. Las emociones negativas nos ayudan a sobrevivir en muchas situaciones, es por eso que también cumplen una función adaptativa, y son igual de útiles necesarias e imprescindibles que las positivas. Recordemos como para nuestros ancestros, las respuestas de huida o miedo ante el peligro, aseguraron nuestra supervivencia como especie. Los sentimientos son respuesta lógica a los acontecimientos que vivimos. Ignorar u obviar la tristeza, los miedos o la ansiedad, puede desembocar en una depresión o en ataques de pánico. Pretender además animar a quien padece con recetas fáciles de positivismo seguramente incrementará su malestar. Vivir con eterno optimismo, sonrisa fija, puede ser tan aberrante como anclarse en el pesimismo y ceño
67
fruncido permanente. Debemos estar atentos a nuestras emociones, indicadores siempre y guía de cómo debemos orientar o reorientar nuestra conducta. Debemos dejar de delegar la felicidad en la miel del “ser positivo”, y afrontar aquellas emociones dolorosas, entendiendo que la gestión de las mismas es fundamental para procesar y solucionar los problemas y alcanzar un mayor bienestar. ¿Nos quedaremos sentados esperando a que la vida nos devuelva las sonrisas que le damos o estamos dispuestos a trabajar para ser felices con y en nuestra realidad?
Claudia Gomez Castany. Colegiada nº 18.347. Psicóloga del centro Ment Barcelona, integrado por el Dr. Gomez Pullés, psiquiatra, y la psicóloga Gemma Peralta Pérez. Nuestro método terapéutico incorpora las herramientas actuales más útiles para el tratamiento de las enfermedades mentales y la resolución de los problemas de índole psicológica, emocional y psicosomática. Nuestra formación holística y nuestra experiencia clínica, basada en más de 30 años de atención a nuestros pacientes, nos permite el abordaje terapéutico adecuado para cada caso en el tratamiento de múltiples trastornos. Esta experiencia clínica y nuestra vocación humanística, nos orienta siempre hacia un tratamiento integrador e individualizado. Abordamos las dificultades mentales (depresión, ansiedad, adicción, estrés, terapia de pareja, enfermedades crónicas, experiencias traumáticas EMDR, etc.) desde una perspectiva biológica o psicológica, prestando siempre apoyo emocional e intervención psicoterapéutica.
11027017 11:51:57 PM