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Barcelona es nombre de mujer (extraordinariamente) normal

Nomenclàtor

EL PERIÓDICO DE CATALUNYA –26/03/2020 - https://www.elperiodico.com/es/barcelona/20200326/barcelonaes-nombre-de-mujer-extraordinariamente-normal-7903050

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Barcelona es nombre de mujer (extraordinariamente) normal

Iniciativas populares por toda la ciudad reividican calles y plazas para mujeres

que dedicaron su vida a cuidar

Emília Llorca, en la Barceloneta, Conxa Pérez, en Sant Antoni o Luisa Alba, en

Verdum, son algunas de ellas

PER: Helena López

Emília Llorca participando en una fiesta popular en la Barceloneta.

Solo se ponía pendientes, unos rojos, preciosos, el día que iba a Wad Ras. Un día a la semana.

Todas las semanas; sin fallar jamás. Luisa Alba (Santander, 1928 - Barcelona, 2011), era una de

aquellas personas que nunca lo hacía, fallar. Un detalle, el de los pendientes, que podría parecer

menor, pero que es muy significativo de la mirada de esta mujer, una de las

primeras trabajadoras sociales del Ayuntamiento de Barcelona. "Era el único día que se arreglaba

para mostrar a las presas que eran mujeres importantes, que se ponía sus mejores galas por

ellas. Para ellas. Siempre hablaba con mucho cariño de aquellas mujeres, de las 'muleras',

quienes 'de Barcelona habían visto solo el cielo de El Prat y el del Wad Ras', decía, o de

las jóvenes de Verdum que habían acabado en prisión y de las que ella no quería olvidarse". Así

la recuerda Sandra Pardo, hija de Verdum, hoy miembro del Patronato de la Fundación Pare

Manel, quien, en 1993, con solo 19 años, conoció a Luisa y como a tantos otros jóvenes del

barrio, le cambió la vida. A Luisa Alba, mano derecha del pare Manel en el barrio, cuyos míticos

macarrones que cocinaba durante las colonias todavía son recordados, le gustaba estar "no en

segundo, sino en tercer o cuarto plano", destaca Pardo emocionada, pero feliz de hablar de

ella. Luisa Alba era, en definitiva, una de esas mujeres extraordinariamente normales que

sostuvieron la vida de sus barrios. Por ello, los vecinos de Verdum quieren ponerle su nombre a

una plaza. La que hay justo frente a la fundación, hoy sin nombre.

El de Luisa Alba no es un caso aislado. De hecho esta petición es una de las últimas en llegar al

consistorio, todavía de forma informal. En los últimos años han surgido numerosas iniciativas

similares en otros puntos de la ciudad. Una calle para Emilia Llorca, en la Barceloneta -una de las

grandes luchadoras contra el plan de los ascensores, que pretendía expulsar a decenas de

vecinos del barrio- o una placita para la miliciana anarquista Conxa Pérez en uno de los accesos

del mercado de Sant Antoni, donde regentó durante años un pequeño puesto de

bisutería, refugio para la disidencia del barrio.

Luisa Alba, la 'iaia' de toda una generación en Verdum /ARCHIVO

En el caso de la Barceloneta, los vecinos -por algo conocidos como la "ostia"- fueron ambiciosos.

Empezaron con una exitosa recogida de firmas en el barrio para cambiar el nombre de

la avenida de Joan de Borbó por el de la querida y añorada activista vecinal, en una suerte de

win win. Pese a la inmejorable acogida de la propuesta (todo el barrio pasa por la esquina de la

plaza del mercado en la que Lourdes López vende lotería, y nadie se marchaba de allí sin firmar);

y la buena predisposición municipal (la de Llorca es una de las fotografías de mujeres referentes

que decoran el despacho de la alcaldesa Colau) finalmente el pleno de Ciutat Vella aprobó en

marzo del 2019, hace justo un año, elevar a la ponencia del Nomenclátor el cambio de nombre

de la calle del Almirall Aixada por calle de Emilia Llorca. No es la avenida de Joan de Borbó, pero

es una de las calles importantes del barrio, paralela a la recientemente rebautizada como calle de

Pepe Rubianes.

Conxa Pérez durante una entrevista con este diario en el 2010. /FERRAN NADEU

Pese a que ya hace un año de su aprobación en el pleno del distrito, la calle de Emilia Llorca está

todavía pendiente de su aprobación definitiva en la Ponencia del Nomenclátor, aún sin fecha. En

la misma situación, aprobada por el pleno del distrito, en este caso del Eixample, pero pendiente

de la Ponencia, está la plaza para Conxa Pérez en Sant Antoni, igual que el espacio aprobado

para la feminista, comunista, independentista, ecologista y pacifista Consol Casals (Barcelona,

1949-2012); y el último pleno de Sant Andreu, suspendido por la crisis del coronavirus, iba a

aprobar también una calle para la bailarina Teresa Boronat.

El nombre que ya ha sido aprobado por la Ponencia del Nomenclátor, pero que en este caso está

pendiente de concretar espacio, es el de Micaela de Chalmeta, cooperativista y socialista del

primer tercio del siglo XX que usaba el pseudónimo de Amparo Martí.

Faltan clases subalternas, sobran aristócratas

Fuentes municipales reconocen que la presencia de mujeres en el nomenclátor es "ínfima" y,

"cuando están representadas es en calidad de propietarias de tierras, santas o nobles, sobre todo

relacionadas con la monarquía, hecho que explica muy bien quien ha hegemonizado el relato de

construcción de ciudad, que son básicamente los hombres privilegiados". El consistorio destaca

que "elegir el nombre de una plaza o calle es un hecho profundamente político" y que "revertir

este desequilibro y la poca presencia de mujeres y de nombres populares es una tarea que, pese

a su complejidad, tiene el compromiso de la concejalía de Memòria Democràtica". "Falta

diversidad; clases subalternas y sobran aristócratas, políticos, propietarios y santos", concluyen

desde Sant Jaume.