Parece que fue ayer que con temor y temblor empezábamos nuestro programa de apadrinamiento, MOISÉS, pero ya han pasado 25 años.
Muchas cosas tuvieron que hacerse antes de darlo a conocer, entre ellas escoger el nombre. Al final decidimos llamarlo Moisés, porque Moisés fue el primer niño apadrinado del que tenemos registro escrito. Moisés, nacido en una situación de violencia, condenado a muerte, es salvado providencialmente. Criado y educado por la hija del faraón, fue usado posteriormente por Dios para ayudar y dirigir a su pueblo.
Con ese mismo espíritu nació ”Moisés”, con la voluntad de ayudar a que niños nacidos en situación de vulnerabilidad puedan desarrollarse de forma integral y romper el círculo vicioso de la pobreza en el que han nacido. En los distintos artículos podéis ver las consecuencias beneficiosas que ha tenido el programa de apadrinamiento en las comunidades en las que ha funcionado. Esto ha sido especialmente significativo en las comunidades quechuas en Perú, y Wuayüu en Colombia.