PARTY
El amor en el desierto puede ser una de las aventuras más apasionadas y, a la vez, más duras que una pareja puede tener. La combinación de la ternura con las condiciones climáticas más duras puede resultar en un torbellino de emociones contrastadas. Por eso mismo, para ponernos a prueba y demostrar que el amor puede con todo, hemos preparado una sesión inspiradora en medio del desierto de los Monegros. La elección del lugar de la fiesta puede ser tan especial como queramos, así que no podíamos dejar de pensar cómo podía un espacio tan único como el desierto ser el lugar perfecto para celebrar el sí quiero.
DECO
delimitasen el espacio de la celebración. La idea era utilizar una paleta suave para este ambiente tan rocoso y duro. Para el mobiliario, optamos por una mesa elegante, rústica y con un toque boho-chic que tanto nos gusta. La figura clave en la decoración eran los hexágonos, que tenían un papel principal tanto en la mesa como en las flores. Además, para generar mayor coherencia durante toda la celebración, cuidamos mucho el antes, con la invitación también hexagonal, y el toque final, con unos pasteles increíbles con la misma forma. El resultado fue de ensueño: una boda sencilla y rústica en una tarde-noche cálida de verano, entre las montañas de uno de nuestros desiertos más cercanos.
Nos plantamos en medio de los Monegros y montamos nuestra sesión de boda con personalidad. Utilizamos colores que combinasen con el paisaje como los verdes, grises, rosas y ocres, pero en su versión pastel, para que crearan un efecto contraste y fiestas geométricas
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