OSCARS 2007: ROAD TO FAME. ¡¡¡TE LO DEBÍAN, MARTIN!!! Jorge D. González Sáenz Tarde, mal,… pero al fin se lo dieron. Scorsese recibió los premios más importantes de la 79ª Edición de los Oscar de la Academia. El Cine americano por fin reconoce a uno de sus mejores directores, aunque en la actualidad se encuentre en horas bajas. Si bien este año no lo merecía, por fin se ha hecho justicia con uno de los más grandes narradores de historias del pasado siglo XX. COMENTARIO GENERAL Y un año más, los premios de la Academia de Hollywood acapararon toda la atención mundial sobre la archiconocida alfombra roja del teatro Kodak. La ceremonia, vista por miles de millones de espectadores en todo el planeta, fue seguida en España un año más por la radio, ya que la televisión pública no se hizo con los derechos de transmisión y sólo pudieron disfrutarla unos pocos a través de los canales privados de Polanco. De nada sirvió que se presentaran dos cortometrajes españoles en la categoría de Mejor Corto de Ficción, o que la hispanomejicana El Laberinto del Fauno obtuviera seis nominaciones. Me pregunto cómo hay algunos eventos que se consideran de interés nacional, como los partidos de equipos españoles en Champions League, y otros como los Oscar de Hollywood, que contribuyen a difundir los valores culturales y lingüísticos de un país (contando además en esta edición con un alto grado de participación española) no entran dentro de esta categoría. ¿No parece de chiste? A lo mejor es que la cultura ya no es de interés nacional. Todo puede ser en los tiempos que corren. La otra paradoja curiosa viene referida a la película El Laberinto del Fauno, financiada en un 80 % con dinero español, rodada en El Espinar (Segovia) por un equipo español e interpretada por actores y actrices españoles. ¿Cómo puede ir representando a Méjico y no a España? ¿No sería lógico que fuera representando, al menos, a los dos países? En fin, a veces la realidad es tan absurda que se supera a sí misma. Tomadas en cuenta estas y otras consideraciones trataré de analizar los aspectos más significativos de la Gala 2007.
PENÉLOPE, VERSACE VS GALLIANO, Y EL CERDO SILBANTE. El caso de la cremallera del vestido que Penélope Cruz debía lucir en la Gala se torna espeluznante y ya ha pasado a secreto de sumario. El inquietante silencio que la firma Dior guarda sobre lo sucedido contrasta con la presentación en París de John Galliano de su nueva colección. Según fuentes “fidedignas” su amigo Galliano le puso una incómoda y estrecha ristra de botonadura en su vestido de marras, en vez de una cómoda cremallera, lo que llevó a la actriz a tomar una solución de urgencia y
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sustituir a Dior por Versace. Un monumental conjunto en rosa palo, a base de petit plissé planchados en lacería sobre un corte princesa que se abría en una cola de plumas y cientos de minisoleil de organza cristal. Sin embargo, el vestido fue seleccionado por los medios más prestigiosos, como la revista The People o The New York Times como el mejor de la noche, por encima del Armani de Cate Blanchett, del Balenciaga de Nicole Kidman o del palabra de honor de Nina Ricci para Reese Witherspoon. Otra incógnita sin resolver y muy perseguida por los aviesos salsarroseros es el color del traje desechado. Ya se hacen cábalas sobre si es rojo, blanco, amarillo o negro, pero parece que el misterio exige pagar un alto precio para poder sonsacar algún rastro de información concluyente. Mejor se lo pasaron los chicos de Arsénico Producciones Cinematográficas, que desde un karaoke llamado “El Cerdo Silbante” cercano al Kodak Theatre se despacharon a gusto y aunque no se alzaron con el premio al Mejor Cortometraje de Ficción, sí que agarraron una buena borrachera. Los Cobeaga, Vigalondo, Borja Crespo, Koldo Serra y compañía se fueron un año más de farra por Los Angeles y disfrutaron a tope de su gran noche. Quién les iba a decir a unos estudiantes de Bellas Artes que un día montarían una productora y unos años después acabarían en la alfombra roja. Es de locos.
REPARTO DE PREMIOS Y PARTICIPACIÓN ESPAÑOLA Este era el año de Scorsese y se veía venir. En un año donde las producciones norteamericanas de calidad han sido escasas se ha premiado la Historia por encima de la calidad de films tan redondos como Cartas desde Iwo Jima, de Clint Eastwood o The Queen, de Stephen Frears. Es también muy clarividente que Inland Empire, de David Lynch, se haya quedado fuera, y es que la película es demasiado rara y el director demasiado independiente como para que los Miembros de la Academia la seleccione entre las mejores del año. Visto lo visto, podemos estar contentos porque sabemos que Hollywood ha pagado la deuda histórica que tenía con uno de sus mejores baluartes y que junto al gran Paul Schrader, firmaron uno de los mejores films de la Historia
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