Revista Octava Planta Nº 45

Page 65

moda < CULTURA&TENDENCIAS |

Nuria Luis

EL LOW-COST MÁS EXQUISITO Una de las mayores tendencias actuales es el masstige (élite para las masas), una combinación perfecta entre la alta costura y las marcas de bajo coste. Si por algo se caracterizan las prendas de las grandes casas de moda, es por sus etiquetas llenas de ceros. Con los precios tan elevados que tienen, solo unas pocas personas con el suficiente poder adquisitivo pueden permitirse el lujo de gastarse el sueldo de un mes en un bolso de Chanel. Para el resto de los mortales, la única alternativa que nos queda es ahorrar para hacer una locura de estas, y no todo el mundo estaría dispuesto a ello. Sin embargo, para vestir creaciones de los grandes diseñadores ya no hace falta dejar la cuenta corriente temblando. Gracias a Inditex y compañía, el low-cost se está imponiendo en los looks de calle, con cada vez más incursión entre las celebrities. Así, no es de extrañar ver a actrices de Hollywood como Kate Bosworth vistiendo de Topshop, a Taylor Swift o Diane Kruger con faldas de Zara… Esto ha captado la atención de la alta costura, que en aras de amoldarse a las demandas de estos nuevos tiempos, ya no se dirigen de forma exclusiva a un público con un nivel de vida alto, sino que tratan de abrir su clientela. ¿Cómo? A través de lo que se conoce como colecciones cápsula, es decir, colaboraciones de diseñadores con marcas de bajo coste para las que diseñan unas piezas concretas que llevan el nombre del diseñador, pero cuyos precios son más baratos. Una de esas marcas low-cost que se suma a la iniciativa es Topshop, para la que ha diseñado por ejemplo el escocés Christopher Kane, que en el invierno de 2009-2010 presentó una colección plagada de vestidos negros de transparencias y bolsos cuajados de tachuelas, todo con ese aire rockero tan presente en sus creaciones. Del mismo modo, Topshop también sirve como plataforma para dar a conocer diseñadores británicos como Marios Schwab y Richard Nicoll, que hicieron sus respectivas colecciones cápsula en primavera-verano del año pasado.

La cadena por excelencia que ha llevado a cabo más colaboraciones es sin duda la sueca H&M. Por sus tiendas han pasado prendas creadas por diseñadores de la talla de Karl Lagerfeld, director creativo de Chanel (que a su vez también ha creado otras colecciones para marcas como Hogan), Roberto Cavalli, Mathew Williamson, Sonia Rykiel o más recientemente, Lanvin, que estrenó el pasado mes de noviembre una colección con vestidos de 200 euros cuyo precio real alcanzaría los 1000 solamente por llevar la firma de Aber Elbaaz, su principal diseñador. Estas prendas, que solo están a la venta en establecimientos elegidos (por ejemplo, en el caso de Lanvin, solo se podía encontrar la colección en tiendas H&M de ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla), tienen un enorme seguimiento. En el día que se abrió su venta al público, se formaron interminables colas desde la madrugada. A las primeras personas en llegar se les puso una pulsera de un color identificativo: las que llevaban más tiempo esperando eran aquellas que tenían preferencia a la hora de entrar en la tienda. Además, solo podían entrar en grupos de 20, con un tiempo máximo de quince minutos y solo coger una talla de cada modelo. De este modo, se evitaban las reventas en espacios de Internet como eBay, donde prendas de colecciones anteriores llegaron a doblar su precio de origen. Esta iniciativa también está pegando fuerte en España, donde Miguel Palacio colaborará con Hoss Intropia o la casa de alta costura Lacroix con Desigual. En términos de calzado, las colecciones cápsula tienen la misma repercusión. Así, por ejemplo, Riccardo Tisci, desde Givenchy, ha creado un modelo para la marca de zapatillas Converse, en modo botín con estampado de leopardo y cruces. Desgraciadamente, solo están disponibles en Japón desde el 27 de abril. En el caso español, una de las marcas con mayores participaciones es Fosco, por la que han pasado diseñadores como Ana Locking, Guillermina Baeza, Josep Abril, Miriam Ocáriz, Ion Fiz o Juanjo Oliva, una alternativa estupenda para promocionar la moda nacional. La última colaboración más sonada es la que ha hecho Manolo Blahnik para la marca de joyería Tous, que ha creado un colgante con uno de sus zapatos más míticos: el modelo Campari, un tacón de punta con hebilla. Se puso a la venta el 1 de marzo y se puede encontrar en diferentes tamaños, tanto en dorado como en plateado. Estas colaboraciones, aunque puedan parecer una forma de desprestigiar las grandes marcas (por perder el exclusivismo, una de las bases en las que se asienta la alta costura), contribuyen a acercar la moda a todo el mundo. Una alternativa para una industria que actualmente está en crisis y gracias a la cual obtiene millones en beneficios. Y en cuanto al ciudadano de a pie, contribuye a que cumpla algunos de sus sueños más fetichistas. Al final, todos salimos ganando.

p

Octava l a n t a

65 |


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.