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Miguel Díez
MEJORES INTERPRETACIONES
Nadie se prepara tanto los papeles como Russell Crowe. Nadie indaga tanto en la historia que se representa ni en los sentimientos que tiene el personaje como lo hace él y el resultado se ve a leguas. Si querías hacer una película a principios de la década, debías contar con Russell Crowe si deseabas éxito. Tras un final de los noventa asombroso, se alzó con el Oscar por Gladiator, una espléndida recreación de la injusticia sufrida por un general romano que acaba de esclavo. Crowe logra que nos duela todo lo que le pasa al personaje y nos deja atónitos con uno de los más memorables discursos vistos en la gran pantalla. Tras ello cambió de registro abismalmente para ofrecernos Una mente maravillosa, donde nos ofrece una perfecta interpretación del esquizofrénico matemático John Nash y nos lleva junto a él a través de su penuria. No ganó el Oscar por haberlo ganado justamente el año anterior. A pesar de la mala reputación que se ha generado por sus malos comportamientos fuera de la pantalla, nos ha seguido regalando excelentes actuaciones como la de American Gangster y, sobre todo, Cinderella Man, en la que interpreta a un boxeador en plena crisis económica. Sobresale una escena donde se tiene que tragar el orgullo para pedir dinero a sus conocidos. Pura magia. Quién si no la asombrosa Cate Blanchett puede tener tan amplio rango de registros y ser tan camaleónica que logra estar perfecta interpretando desde una reina británica hasta a la diva Katherine Hepburn, pasando por nada más y nada menos que ¡Bob Dylan! Más conocida probablemente por ser la bellísima Galadriel de El señor de los anillos, Cate Blanchett brilla en cada uno de sus papeles, como hizo cuando interpretó a Daisy, la amada del protagonista en El curioso caso de Benjamin Button. Aunque el papel no requería demasiado, ella se lo llevó a su terreno e indagó en él, permitiendo que nosotros veamos cada sufrimiento o cada alegría. Se llevó el Oscar por su excelente interpretación de la independiente Hepburn en El aviador, donde sobresale por su soltura y naturalidad a la hora de rendir homenaje a la fallecida actriz. El papel más complejo de su carrera llegó en I’m Not There, reparto coral en el que se interpretan las distintas caras del cantante Bob Dylan y donde Blanchett destaca con solvencia. Pero su mejor rol se vio probablemente en la infravalorada Diario de un escándalo, en la que interpreta a una profesora de colegio que se ve involucrada en un affaire con un alumno y es descubierta por una compañera de trabajo, enamorada y obsesionada con ella. Cada escena que comparten las dos profesoras es sobrecogedora.
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KATE WINSLET RUSSELL CROWE
Compitiendo por la mejor actriz de todos los tiempos con la mismísima Meryl Streep, es por seguro la mejor de estos últimos años, no solo por su asombrosa perfección, sino también por su gran capacidad de elección de papeles. Testigo de ello son sus seis nominaciones a los Oscar con tan solo 33 años. Sobresaliendo tanto en pequeñas películas, como Juegos secretos, donde hace de una joven madre que engaña a su marido en una apacible comunidad; como en filmes más populares como El lector, su único Oscar, donde su interpretación de una exmilitante nazi analfabeta es lo mejor de una película sumamente sobrevalorada. En Olvídate de mí vuelve a sobresalir como una alegre e impulsiva joven de la que se enamora Jim Carrey. Su naturalidad llena la pantalla y emboba a todo espectador. Pero su mejor trabajo, y el mejor de cualquier actriz en esta década, es sin duda Revolutionary Road, al igual que el de DiCaprio. Winslet logra mostrarnos cada capa de su complicadísimo personaje, harto del monótono y apático matrimonio en el que se ve envuelta, viendo cómo sus sueños no se podrán realizar nunca. Cada pelea y discusión de la pareja es oro en la pantalla. Por esta película debió haber recogido la estatuilla.
CATE BLANCHETT
Probablemente el mejor actor de su generación, tiene un don natural para la interpretación. Desde bien pequeño tiene una naturalidad en pantalla que no se veía desde el joven De Niro. Pese a que mucha gente lo tiene cruzado, es innegable su espléndida calidad, la cual viene demostrando desde hace mucho tiempo, elevando el material con el que trabaja; como pasó en Diamantes de sangre, que sin su participación hubiera sido una película bastante normalucha. En El aviador clava la obsesión compulsiva del magnate Howard Hughes de la mano de Scorsese y, de nuevo con el maestro, sobresalió en Infiltrados, donde podemos sentir el nerviosismo de su personaje, encubierto en una banda de mafiosos. Pero su mejor trabajo llegó hace un par de años en Revolutionary Road, su primer papel de adulto. En este impresionante drama, DiCaprio nos transmite la frustración de un hombre atrapado en un “perfecto” matrimonio de los años 50, donde volvió a compartir cartel con su titánica amiga Kate Winslet, nuestra siguiente intérprete. Que no fuera nominado a los Oscar por estas dos últimas películas sigue siendo un crimen.
LEONARDO DICAPRIO
Habiendo acabado una década que, cinematográficamente hablando, bajó un poquillo de nivel con respecto a los gloriosos noventa, parece sensato dar un repasillo a lo mejor que hemos visto en la gran pantalla. ¿Qué es lo que más destaca de una película? Un buen guión es imprescindible para un buen filme, así como una buena dirección; pero son las interpretaciones las que elevan la calidad de una producción. Interpretaciones magistrales hacen que una mala peli sea aceptable y que una espléndida película pase a la categoría de obra maestra. Primero vamos a los más fiables intérpretes de los últimos años, aquéllos que no han flaqueado en ninguna de sus apariciones y tienen varios trabajos muy destacables, en otras palabras, los mejores.
Octava l a n t a