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Carmen Sevillano
PENDULUM
Drum & bass desde las antípodas Fue hace aproximadamente un año cuando conocí a este grupo. No era punk, no era hardcore, no era rock… de hecho, al escucharlo por primera vez, no parecía más que simple música electrónica. Sin embargo, esa música me llamaba la atención y me hacía pensar que Pendulum tenía un “algo” (y eso que yo, para ese tipo de música, soy demasiado exquisita y no me suele gustar). Empecé a investigar sobre el grupo y mi Spotify empezó a reproducir sus canciones, hasta que finalmente pude juzgar lo que escuchaban mis oídos. Pendulum pertenece a un estilo de música que se llama drum & bass (literalmente “batería y bajo”). Es un estilo con influencias del rap, del dancehall de los jamaicanos, incluso del house y el techno. La característica principal de este tipo de música son los ritmos rápidos que aporta el drum y que se consiguen principalmente con sintetizadores. Son ritmos que aparecen en el funk, el house y que incluso muchas personas no partidarias de esos estilos podrían llamar despectivamente “chunda-chunda” como si de ruido se tratase. La otra parte importante de este tipo de música es el bass, que aporta un acompañamiento a base de graves muy importante. Pues bien, Pendulum ha sabido aunar esas características con elementos del rock alternativo y, al fin y al cabo, muchas veces son considerados como una banda más de rock. Comenzaron en 2002 y en 2005 publicaron su primer álbum, Hold Your Colour. Sin embargo fue en 2008, con In Silico, cuando cosecharon su mayor éxito; sobre todo con el primer single del disco, “Propane Nightmares”, que recomiendo escuchar, sin duda. En 2010 sacaron su tercer disco, Immersion, donde encontramos buenas canciones como “Crush”. Pendulum poco a poco se va abriendo camino en el mundillo musical hasta el punto de que ha sido citado en revistas de rock del calibre de Kerrang! o Rockzone. No garantizo que a todo el mundo le guste pero recomiendo darles una oportunidad y abrir nuestros oídos a nuevas experiencias como ésta.
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Octava l a n t a
Pablo Zurita
LA VIDA RECTA Así es como podríamos traducir el término straight edge, un estilo de vida donde la mayoría de los seguidores hacen un compromiso vitalicio de abstenerse de beber alcohol, tomar drogas y ser promiscuo. ¡Atención!: La OMS define promiscuidad como más de dos parejas sexuales en menos de seis meses. El símbolo más conocido de este movimiento derivado del punk es la letra X en el dorso de ambas manos. El origen de esta imagen tuvo lugar en Estados Unidos en los años 80, cuando el grupo Teen Idles iba a tocar en el club Mabuhay Gardens. Fue en ese momento cuando el gerente del bar descubrió que los componentes del grupo eran todos menores de 21 años, la edad legal para tomar alcohol, por lo cual se les debería prohibir la entrada al bar. A manera de compromiso, la gerencia marcó a cada uno de los miembros con una X negra en las manos para advertir al personal del club que no sirviera alcohol a los músicos. Al regresar a Washington DC, la banda sugirió el mismo sistema a los clubes locales para permitir a los jóvenes asistir a los conciertos sin la necesidad de servirles alcohol y pronto la marca fue asociada con el estilo de vida straight edge, mientras que los conciertos se denominaron “all ages shows”. Las mejores muestras de este estilo musical son “Keep It Clean”, de The Vibrators; “I’m Straight”, traducido literalmente como “soy heterosexual”, de The Modern Lovers; “Straight Edge”, “In My Eyes” o “Out Of Step”, de la banda Minor Threat, cuyo batería diseñó una variante de la X original al reemplazar las tres estrellas de la bandera de Washington DC por tres X (que no tiene nada que ver con el porno). Fue entonces cuando comenzaron los tatuajes tanto en el dorso de las manos como la triple X en piernas o el pecho. Como en todas las corrientes, hay straight edge moderados y radicales. Algunos se caracterizan por el veganismo, el ecologismo, la defensa de los derechos de los animales y la búsqueda de la naturaleza más pura. Estos principios provocaron que a principios de los 90 surgiesen los militantes straight edge, que no toleran a las personas que no comparten esta filosofía, son más expresivos en cuanto al orgullo de serlo y recurren a la violencia para promover una vida limpia, llegando incluso a cometer asesinatos homófobos (curioso cuando menos ya que promulgan el pacifismo y rechazo de la promiscuidad como formas de mantener la mente clara y el autocontrol). Uno de los mayores exponentes internacionales del straight edge es Moby, destacando “Natural Blues” o “Extreme Ways”. Standstill es un grupo español con temazos como “Adelante”, “Bonaparte (I)” y “¿Por qué me llamas a estas horas?” Este cuarteto barcelonés es el mayor exponente del straight edge en España. Mario, uno de sus miembros, destaca, además del rollo antidestructivo, la postura política que suponía no tomar drogas. “Es una posición frente al capitalismo. No participas en una serie de actitudes borreguiles ni de ese círculo comercial en el que se consume más por tradición o inercia que por necesidad. Esto no sólo se refiere a las drogas, sino también a la televisión, la explotación animal o la inversión de capital”. Otro ejemplo es el grupo madrileño Another Kind Of Death, cinco jóvenes de entre 21 y 23 años que viven el straight edge como “un rasgo más de la personalidad de cada uno, el decir no una primera vez, luego la siguiente, y darte cuenta de que así te ahorras un cáncer o una vomitona”. Otros ejemplos españoles son No More Lies o Aina.
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