20 años de residencia < EN PORTADA |
Lucía Álvarez & Rocío Ruiz
Entrevista a Juanjo 1. Juanjo, ¿cuándo llegaste a la Residencia? La cafetería se inauguró en 1991, entonces la llevaba una empresa de Burgos, pero yo la cogí en junio de 1992. En ese mismo año se abrió también el comedor de la Residencia. 2. ¿Cuáles han sido los cambios en la Residencia a lo largo de los años? La Residencia comenzó siendo de habitaciones compartidas por lo que hubo 500 residentes hasta 1994. El punto de encuentro de todos ellos era el hall cuando todavía no estaba hecha la sala Miguel Delibes, donde se hacían las cuatro fiestas anuales y donde casi no cabíamos todos (risas): la de inauguración, la de Navidad, la de primavera y, por último, la de despedida. La cafetería se encargaba de comprar la bebida y de traer a un grupo de música. De esta manera, se vendían los cubatas a unas 150-200 pesetas con el fin de conseguir el dinero para pagar al grupo, pero luego se prohibió la venta de alcohol en la Residencia. Por otro lado, las salas de televisión y el salón de actos estaban siempre llenos, así como las salas de informática en las que se formaban colas cada día para poder entrar el primero. 3. ¿Y los cambios de la cafetería? Antes, sin duda, había más ajetreo debido al mayor número de residentes y a que ninguno de ellos tenía frigorífico ni cafetera en su habitación. Además, la gente de las salas de informática hacían sus descansos en la cafetería, cuando ahora dichas salas no están ni abiertas. El tipo de gente que ha ido llegando desde fuera también ha cambiado, pues han pasado por debajo de la Residencia la Escuela de Telecomunicación, luego la de Trabajo Social y Educación y posteriormente la de Derecho. También estaba el aulario cerca. 4. Así que la reducción en número de residentes afectó en cuanto a beneficios se refiere. No, porque hemos ido disminuyendo la plantilla a la vez que disminuía la gente. En un principio estaba formada por 9 trabajadores y ahora somos 5. 5. ¿Es por ello que se han modificado los horarios de la cafetería? Claro, antes no cerrábamos ningún día del año y abríamos desde las 7:30 de la mañana hasta las 22:30 de la noche, mientras que ahora cerramos por las tardes desde las 16:30 hasta las 20:30h y los sábados por la noche. Antes siempre había gente en la cafetería, por lo que era imposible pensar en cerrar en algún momento del día. Además, los residentes se quedaban con más frecuencia los fines de semana.
En cuanto a la Residencia, cada director llega con una idea nueva, pero casi siempre se queda todo ahí, bien porque no son viables o bien porque no hay presupuesto. 8. Refiriéndonos a los residentes, ¿también han evolucionado? Sí, y mucho, porque antes la gente no tenía ordenadores, entonces la relación era más de vis-à-vis, más cercana. Ahora la gente utiliza el Facebook y el Tuenti para comunicarse y sois más individualistas, os podéis juntar para hacer fiestas pero para hablar lo hacéis a través de Internet. Antes la gente salía todos los días y, sin embargo, ahora salís sólo los fines de semana. Otro aspecto bastante notable es que los residentes ahora os lleváis la comida a vuestras habitaciones, cuando antes todos se reunían en la cafetería para comer o cenar. 9. ¿Cómo ha sido tu vida desde que llegaste? Bueno, cuando entré tenía más o menos 30 años y a esa edad te implicas más, tenía mucha más relación con los residentes. En cuanto podíamos hacíamos un guateque y siempre cuando cerrábamos la cafetería seguía la fiesta en alguna de las habitaciones (risas). Sin embargo, ahora tengo familia y esto lo voy viendo de otra manera, ya no me complico la vida como antes, ahora todo es más relajado. 10. Para terminar, ¿cuál es tu visión de futuro? Creo que la cafetería tendrá que cerrar porque los residentes ya no dependen de ella. Pero yo, de todas formas, intento pensar en reformas según vaya cambiando el pensamiento de la gente.
6. ¿Cómo os ha influido la aparición de los microondas? Bueno, yo lo veo como otra etapa. Por supuesto que nos afectó, pero entiendo que es una forma de ahorro y que es una gran cantidad de dinero la que los padres se dejan por tener a sus hijos en la Residencia. 7. En cuanto al cambio de dirección, ¿cómo se ven afectadas tanto la Residencia como la cafetería? La cafetería no se ve afectada. Aunque siempre hay algún director más quisquilloso que otro, más o menos suele ser siempre igual. p
Octava l a n t a
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