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Jorge Espada
Moneyball Dirección: Bennett Miller. Género: Drama. Interpretación: Brad Pitt, Robin Wright y Jonah Hill. Producción: Michael De Luca, Rachael Horovitz y Scott Rudin. Montaje: Christopher Tellefsen. Un Domingo Cualquiera, Coach Carter, Camino a la Gloria, Million Dollar Baby… muchas han sido las películas que han cogido los deportes como temática. En todas ellas aparece el entrenador que levanta un equipo pequeño, grandes gestas de jugadores desconocidos, alcanzar el éxito desde la nada, o historias dramáticas con un final nada feliz… Hay de todo, pero Moneyball, la película de Bennet Miller propone algo diferente, hacer un filme acerca del beísbol pero en la que apenas hay imágenes de algún partido. Moneyball cuenta la historia real de Billy Beane (interpretado por Brad Pitt), mánager de los Athletics de Oakland. El equipo cuenta con tres grandes jugadores pero con un presupuesto ínfimo comparado con los grandes de la liga, como los New York Yankees, los cuales acaban de eliminar a Beane y su equipo, para finalizar una gran temporada sin premio alguno. Beane está harto de esa situación, pierde sus grandes jugadores y el dueño del equipo no puede aportar más dinero para mejorar la plantilla, es un deporte injusto para él. Beane intenta dar un vuelco a la situación contratando a un economista, Peter Brand (interpretado por Jonah Hill) que es capaz de calcular y estudiar todas las estadísticas posibles para encontrar grandes jugadores que han sido infravalorados por otros equipos, y usarlos con fines concretos para mejorar al equipo. Esta nueva filosofía choca con muchos de los expertos ojeadores del equipo e incluso con el entrenador Art Howe (Philip Seymour Hoffman), que dicen que acabará por cargarse el equipo, pero Beane continúa con su decisión de querer cambiar las cosas pase lo que pase. Lo mejor de Moneyball es su guión, basado en el libro homónimo de Michael Lewis, y llevado a cabo por Steven Zaillian (La lista de Schindler) y Aaron Sorkin (La red social), el cual desa-rrolla a la perfección la trama, con grandes diálogos que mezclan seriedad, comedia, drama… La historia se cuenta a través de estos diálogos y no con montajes de partidos de beísbol como pudiera pasar en la mayoría del resto de películas deportivas. De hecho, el propio personaje de Beane, es supersticioso y no le gusta ver los partidos de su equipo en directo, y al igual que el espectador, en lo referente al juego se verán grabaciones de partidos reales y solo algún momento concreto rodado. Como también ocurría La red social la historia no trataba sobre la creación de Facebook en sí, sino sobre la amistad, Moneyball no es una historia de beísbol, sino de confianza y superación. La vida que llevó Beane de jugador frustrado hasta mánager que no puede competir contra grandes equipos. Todo ello unido a la relación con una hija con la cual se da a entender que pasa con ella menos tiempo del que querría. La actuación de Brad Pitt es simplemente genial, transmitiendo en todo momento algo. Pese a que no consiguiera el Oscar frente al enorme Jean Dujardin (The Artist) no cabe duda de que es una de las grandes actuaciones del año. Por otro lado Jonah Hill está correcto aunque se mantiene en un plano tímido y sin apenas protagonismo, solo llama la atención su escena final con Pitt. En líneas generales la película es muy buena, diferente al resto de películas de deportes que se han podido ver hasta ahora, y junto a The Artist, La invención de Hugo y The Help es una de las películas del año, destacando especialmente su magnífico guión, un gran montaje, y la excelente interpretación de Brad Pitt.
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Octava l a n t a