| INTRO > conociendo a...
Miguel Ángel Bermúdez & David Galende
SANTIAGO DÍEZ MARTÍNEZ En este número de la revista hablamos de alguien que no necesita presentación, Santiago Díez, más conocido por Santy Klaus. Todos hemos tenido algún momento con él, cualquier jueves, viernes o sábado noche… pero ¿cómo es Santi a diario? ¿Cuánto sabemos sobre él? En este artículo conocemos un poco más a este gigante burgalés.
1. ¿Por qué te decidiste por el Alfonso VIII y las Telecomunicaciones? Me decidí por teleco un poco por descarte. Tampoco sabía muy bien de lo que iba, aunque sí que sabía que estaba relacionado con la tecnología y siempre me llamó la atención. Además quería hacer una carrera que tuviera futuro, sin ofender a las demás carreras. También me gustaba filosofía o historia… me atreví con lo desconocido, no sabía muy bien dónde me metía. Me decanté por el Alfonso ya que mi prima, que estudió en Valladolid, me aconsejó esta ciudad más cercana a Burgos, que me iba a permitir mantener mejor el contacto con la gente que dejaba atrás, aunque ya estaba matriculado en la Universidad de Alcalá de Henares, en Madrid. 2. ¿Cómo fueron tus primeros pasos en Valladolid? Llegué con mis padres, coloqué la habitación y después de eso conocí a Alberto, Aitor, Facu y Pe. Fuimos a ver un partido de fútbol teniendo en cuenta que ni nos conocíamos ni a mí me gustaba el fútbol. El primer día ya se me complicó la vida porque bajamos a novatadas y se lío la cosa… Estuvimos hasta las 8 de la mañana en la habitación de unos veteranos, de cuyo nombre no quiero acordarme... Así que fuimos de empalmada a clase dejando por el camino a algunos compañeros que no se pudieron levantar. 3. Siendo éste tu quinto año, ¿en qué ha cambiado la Residencia? En verdad, la Residencia en sí no ha cambiado mucho, en lo que más se nota es en la gente, gente que se marcha y gente que llega. También añadir que antes había grupos más diferenciados, ahora estamos más unidos y aunque sigamos estando en grupos puedes tener un cariño especial a gente que no es de tu grupo. Y refiriéndome a la Residencia como institución, antes se realizaban muchísimas más actividades que ahora, me imagino que debido a la falta de presupuesto. 4. ¿Qué destacarías de tu etapa de tutor y supertutor?, ¿crees que fue buena idea presentarte, o te arrepientes? Aprendes a ver la Residencia de otra manera, empecé a entender por qué nos echaban la bronca, como dice Jose: “ser amigo de los causantes de…” te sientes un poco incómodo en algunos momentos, al principio estás más pendiente, atento... El primer año de tutor le dediqué mucho tiempo y me sirvió mucho para saber organizarme. En el segundo año la cosa cambió, se me complicó la carrera y en un año difícil podía dedicarle menos tiempo, pero la experiencia se la recomiendo a todo el mundo. 5. La Residencia oferta muchas comisiones, ¿con cuál te quedarías y por qué? Culturales, en parte porque es la comisión de la que fuí tutor. Pero es divertido organizar los viajes, las fiestas, porque son cosas a las que la gente responde bien y se implica. También hay momentos “chungos” cuando las cosas no salen como tú quieres, pero cuando las cosas van bien te sientes realizado. 6. Pasemos a algo más personal, ¿cómo eres capaz de compaginar tu dilatada vida social con un expediente tan brillante? La verdad es que si te digo mi secreto no te lo vas a creer, comerme una manzanita todas las mañanas. El otro secreto es ir a clase todos los días, así no te pierdes en el temario y luego al estudiar te suenan las cosas. Entre semana hacer el canelo lo justo, sin quedarte hasta las tres de la mañana viendo pelis o levantarte justo a la hora de comer, o cualquier jueves salir y tener la fuerza de voluntad para levantarte aunque sea con la peor de las resacas. Lo que tengo claro es que los jueves, viernes y sábados son para salir de fiesta y el resto de la semana para aplicarse.
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Octava l a n t a
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