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Querida consejera mía, no sé qué hacer. Llevo unos meses loco por ella. No dejo de pensar en esa chica que me trae por la calle de la amargura. Es morena, con el pelo largo, a veces rizado, a veces liso, a veces con flequillo, podría seguir así mucho rato porque me se todos sus peinados, su ropa, sus pendientes. ¿Ya te das cuenta de por qué estoy tan loco por ella? He estado con muchas chicas en mi vida, (no quiero ser un flipado) pero es que ésta es la mejor y por la que más me he pillado. Encima es mi amiga, y cada vez que hablo con ella parezco tonto. Me mira y me derrumbo. No sé qué hacer. ¿Me puedes dar un consejo para entrarle? Más que nada, algo de que hablar o que decirle para que deje de verme como un amigo y pueda tener algo más con ella. Fdo: el mejor amigo de la mujer. Estimado PagaFantas, me reconforta decirte que tienes un mal muy extendido en nuestra residencia, de hecho creo que el Director está promoviendo que se cree un grupo de apoyo a este grupo de personas que sufren, en silencio, el día a día de nuestra Residencia. Como recomendación te daré dos caminos a elegir; el primero es un ultimátum: tú tienes que dejar de considerarla tu amiga, a partir de ahora, ella es una presa y tú el cazador con la escopeta. Hazle saber que si tú estás cerca es por algo, y no demasiado bueno, haz que no se sienta muy cómoda cerca tuyo, pero no se te ocurra ser un borde ni un antipático. Sólo tiene que dejar de ser tu mejor amiga, no dejar de hablarte porque entonces sí que tendrías un problema que no sabría solucionar de ninguna de las maneras. Como segunda opción, te propondría otra táctica muy usada en esta Residencia, sobretodo en fiestas, será más rápida pero también puede ser más dolorosa...(bofetón, patada en ciertas partes, etc). Métele el morro cuando esté borracha o cuando tenga la guardia baja, a poder ser cuando su novio este lejos. Si no puedes realizar ninguna de estas estrategias eres un pagafantas crónico. Sólo hay algo bueno en esto, tendrás una amiga para siempre si no has utilizado la táctica dos. SUERTE.
Experta Alfonsita, como novata que soy, tanto en esta Residencia como en el amor, recurro a ti y a tu sabiduría para que me guíes en este nuevo horizonte de lujuria y desenfreno que se abre ante mis ojos, y ante otras partes de mi cuerpo. Resulta que un veterano, tanto en la Residencia como en las artes amatorias, se ha fijado en mí y aunque yo he intentado resistirme, y seguir dándome la mano con mi novio del instituto, mi corazón y los instintos que ni siquiera sabía que tenía me han hecho querer algo más con él. Al principio tuve miedo de que su respuesta no fuera a ser positiva, después de mis repetidos desprecios por miedo, pudor y otros sentimientos que ahora mismo ya casi ni recuerdo ante el calor que su sí me ha producido. El problema ahora mismo tras haber pasado la fase del manoseo y baboseo, es que no sé hasta donde debo dejarle llegar, no quiero parecer una mojigata o una frígida, pero tampoco creo que sea buena idea dejarle total libertad, sobretodo si pienso en lo que me ha insinuado, además tengo el temor de que si se lo termina contando a todos sus amigotes acabaré pasando de ser la mojigata al putón verbenero de la Resi, y tampoco es eso. ¿Qué hago sabia amiga, hasta dónde debo llegar y hasta dónde no? Fdo. Ni ancha ni estrecha Estimada recien desprecintada o en camino, comprendo tu aprensión, aunque no la comparto. En esta Residencia podría decirse que todos los chicos son un poco... vamos, que han visto mucho porno y se creen que coger ideas es libre, y fantasear es gratis, el problema viene cuando lo intentan llevar a la realidad, de ahí tus miedos ante sus insinuaciones, dado que podría haberse dado el caso de que tú no seas una mojigata sino él un depravado. Pero tranquila que a todo podemos sacarle provecho. Si realmente él está pensando en hacer contigo algo realmente fuerte ahora tú tienes el mando, le controlas, tú decides qué te hace y qué le das a cambio, aprovéchate de su debilidad. Que tú quieres probar alguna postura que te llama la atención porque te la ha recomendado una amiga, pues vas perdiendo el miedo con ellas y entrando en harina. Y no tengas miedo, que para llegar a putón en el Alfonso hay que hacer muchos méritos, ponte a la cola. Sin nada más que decirte, te deseo todo lo mejor en esta relación que comienzas y en la que desde aquí te deseo que dure mucho, y que sigas contándome cómo evoluciona para poder seguir guiándote, o incluso tomando ideas de lo que me digas.
Octava l a n t a
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