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17/05/2009
Dirección: Gavin Hood. Género: Acción, cienciaficción. Interpretación: Hugh Jackman, Liev Schreiber, Danny Huston, Dominic Monaghan, Ryan Reynolds Producción: Lauren Shuler Donner, Música: Harry GregsonWilliams. Fotografía: Donal McAlpine. Montaje: Megan Gill y Nicolas de Toth. El señor de las garras de X-Men se merecía una película para él solo; por fin se la han dado. Otro cambio de dirección en la saga, esta vez Gavin Hood es el encargado de dirigir los 107 minutos del filme. Ha optado por la espectacularidad ante todo. Lo malo de ser la cuarta parte de la serie es que lleva casi marcado un camino a seguir en la historia. Me explico, se hizo una primera parte, en la cual se
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saltaron la historia de la patrulla X como les dio la gana, véase una Pícara desconocida, una Mística que trabaja para Magneto, Dientes de Sable también a sus órdenes... En la segunda se continuó la historia también por senderos poco fieles, como Coloso dentro de la escuela(¿?), o Magneto metido en una cárcel de cristal; y La decisión final fue un broche bueno pero demasiado pronto en la historia. Por no hablar de ese personaje que salía en la serie llamado Bestia y que formaba parte de los X-Men, no del gobierno como en el cine. Ahora, a lo que voy, viendo este cúmulo de despropósitos, la película de Lobezno se tenía que adaptar en cierta manera a las anteriores películas que, cronológicamente, son posteriores. Todo ello para no crear una paradoja en la historia. Tampoco se explica en ésta la aparición de ciertos personajes y el papel que desempeñan. No obstante, la peli es buena. Tiene una trama bastante elaborada que intenta explicar la historia de Logan, sus poderes de nacimiento y cómo llegó a convertirse en el mutante que es. Está especialmente recomendada para los aficionados a los mutantes de Marvel; ya que si te inicias con esta película quizás no entiendas del todo bien este universo.
Dirección: James Wong. Género: Acción, Interpretación: Justin Chatwin, Chow Yun Fat, James Marsters, Emmy Rossum, Jamie Chung, Guión: Ben Ramsey; . Producción: Stephen Chow. Música: Brian Tyler. Fotografía: Robert McLachlan. Montaje: Matt Friedman y Chris G. Willingham. Vestuario: Mayes C. Rubeo. Esta película muestra en lo que se puede convertir una historia fantástica pésimamente adaptada al cine. Hay demasiadas preguntas sin respuestas en este guión: ¿Desde cuándo va Goku al colegio? ¿Por qué Piccolo mata al abuelo de Goku? ¿Por qué no existe Krilin, inseparable amigo de Goku? ¿Yamcha rubio? ¿De dónde ha salido eso de que Goku se convierta en el mono gigante (Ozaru para más señas) por una especie de profecía unida a un conjuro de Piccolo? Quizás en estas líneas os esté destrozando la trama de la película, pero es para que os hagais idea del deshecho que nos ha presentado James Wong. Si a eso le sumamos que dura poco más de una hora, conseguimos un resultado realmente la-
mentable. ¿Es que no sabía Akira Toriyama lo que iban a hacer con su obra? Seguramente tendría que dar el visto bueno a la conversión antes de vender la licencia, por lo que no se explica que haya permitido esta deshonra. Es una pena para los aficionados al mundo de Dragon Ball, que después de tanto tiempo esperando una adaptación al cine, nos encontremos con este resultado. Es que falla todo: la caracterización de los personajes, el hilo argumental, las localizaciones de las escenas y, si me apuras, los efectos especiales; además la música no recuerda para nada a la original... Esperemos que no se escuden en el subtítulo “Evolution” y de esta manera justificar que se trataba de una historia alternativa o algo así, porque no será excusa. A decir verdad en lo único que se parece esto al Dragon Ball de toda la vida es en el nombre de la película y el de sus personajes.
Esta película no se lleva el visto bueno ni como fan de la saga, ni como aficionado al cine como tal. Su desarrollo es excesivamente simple, totalmente previsible y con un ritmo que da la sensación de ir muy acelerado en todo momento.
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