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El rincón literario El vacío Vacío, he descubierto el vacío. No la calma. Sólo el vacío. Mi corazón se ha roto, ése es mi vacío. Intento llorar, derramar toda mi tristeza, una tristeza que ha conseguido apoderarse de mí. Estoy vacío. Sin sentimientos. Sólo tristeza. Quiero llorar, quiero que mis lágrimas, mis últimas lágrimas, marquen el camino. Un camino que me lleve a la muerte. Hoy me he cansado de la vida. Lo he perdido todo, y no quiero vivir así. Quiero cumplir un último deseo: quiero decirte que te quiero. Que a pesar de la distancia te quiero. Que nada me importa sin ti. Lo sabes. Ha salido de mis labios muchas veces. Te quiero. Pero el vacío se ha apoderado de mí. Ahora quiero morir. Solamente me queda la muerte. Espero. Quizás no vaya al destino marcado en mi billete. Ojalá. No quiero regresar. Miento, claro que quiero regresar, pero definitivamente, sin billete de vuelta. Una lágrima asoma a mis ojos. No quiero que pase lo mismo con los tuyos el día que te abandone para siempre. Ese día quiero verte feliz, con una sonrisa. Quiero que cierres los ojos y recuerdes los besos prometidos y que nunca llegaré a darte. La distancia, dices. No es distancia. Sólo vacío hay entre nosotros. Un vacío que ni el más profundo amor puede llenar. Sólo vacío.
Jonatan Llamazares Blanco
LATIDOS
La distancia sólo deja separar cuando uno de dos deja de amar.
El día que me cojas de la mano se me parará el pulso y no volverá conmigo hasta el día en que me abraces, para luego abandonarme en cuanto me des un beso y justo en ese momento ya no será retornable, ya no latirá mi pecho con su fuerza y con su sangre en un beso se irá el alma y mi corazón que late, se irá de mi pecho al tuyo para que allí me lo guardes y lo cuides y lo mimes pues es mi bien más preciado que recobra su ilusión siempre que estoy a tu lado.
Rocío Ruiz Merino
Aida Peláez Fernández
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