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Supresión del proyecto para ser tutor por Guillermo Desde 2003, dentro de los requisitos para ser tutor, se exige elaborar un programa o proyecto con las ideas que pretenden desarrollar si salen elegidos. No me parece una buena idea por varios motivos. Primero, no se parece en nada la labor que debe desempeñar un tutor de deportes que uno de biblioteca. Un programa genérico no refleja en absoluto las particularidades de cada comisión, o hay un programa diferente para cada comisión, por ejemplo “si fuera tutor de cine, haría esto, esto, esto ..., si fuera de actividades culturales...” o no se hace ninguno. Segundo, nunca se cumple lo prometido. Basta con leer los programas de cualquier año y ver lo que se ha hecho. Es más, los programas ni siquiera se respetan a nivel de gobierno de la nación. Recuerdo que en el debate electoral, Zapatero pidió a Rajoy: “Atrévase usted a decir a los aragoneses que les va a quitar el agua”. Si no se cumple a nivel de estado, menos a nuestra escala. Hay un dicho que cuenta: prometer hasta meter y una vez metido, olvidar lo prometido. Tercero, una de las ideas por las que surgió el proyecto es para que los residentes leyeran qué proponía cada candidato y así votar la opción que les pareciera más adecuada. Nadie lee los proyectos;
tres páginas por veinte candidatos = sesenta páginas ¿las va a leer alguien? Ja, ja, ja. Cuarto, cuando alguien se quiere presentar a tutor se encuentra con un marrón tremendo a la hora de elaborar el proyecto. No sabe qué poner, pide a amigos varios de años anteriores, copia, pega, cambia alguna frase... Quinto, aunque quieras hacer muchas cosas, no sólo dependen de ti, sino de muchos factores: que se apruebe en dirección, que haya dinero, que la gente colabore. Sexto; lo único que hace falta para ser un buen tutor, son ganas de trabajar, oír las necesidades que te van planteando los residentes a lo largo del año y trabajar por el bien de la Residencia. El programa se va haciendo solo con el transcurrir del curso. Por todo esto, pido que se estudie la supresión del programa para convocatorias próximas. Tampoco estaría de más crear una comisión o mecanismo que evalúe la actuación de los tutores y proceder en consecuencia, porque ha habido varios a lo largo de estos años que han sido auténticos parásitos de la beca que disfrutan.
Sucesos en el Alfonso por Ismael Medina Os voy a contar una historia real, real como la vida misma. Veréis: una tarde de miércoles, nos tocaba jugar un partido de fútbol sala en el Ruiz Hernández a las cinco. Quedamos a menos cuarto abajo, enfrente de la conserjería. En cuanto llegó el chico encargado del balón, unos cuantos salimos a la puerta de la resi a dar unos pases y a mostrar toda nuestra maestría... En esto que, al bajar el último de nuestros compañeros, nos disponíamos a marchar. En lo que bajamos la rampa, surge el típico disparo tonto que parece que va a dar a alguien y se va a parar, pero el balón se desvía,
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impacta en un talón que no tenía que estar ahí, asciende y cae en el hueco que hay a la izquierda de la rampa. Ante esto, y que ya eran menos cinco, todos aplaudimos y nos reímos de él, a la vez que alguien insultó al susodicho, pero tímidamente, dado que podía llevarse una hostia. Una vez recuperado el balón, conseguimos llegar al Ruiz, disputamos el partido y trágicamente perdimos en el último minuto: 1-0 y de penalti, para más daño… Ante nuestra derrota y eliminación de la copa, optamos por tomar unas cañas en el Molonio para aliviar las penas. Al volver a la resi , con el
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