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19/05/2008
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Querida Alfonsita: Mi pene está ahora en paro porque no encuentro ningún chocho que se preste a ser rellenado aunque mi problema es otro. En mis años mozos rompía uno de cada diez preservativos pero últimamente no me ocurre eso. ¿Será porque he perdido vigor con la edad? ¿Será que los preservativos de ahora son de más calidad que los de hace años? ¿O será que las última chica con la que he estado lubrica mejor que las anteriores? Respóndeme, por favor, porque como sea la primera opción me da algo. Si te decantas por ello no estaría de más que te pasaras por mi habitación para comprobarlo.
Fdo. Veteranísimo Estimado viejales: De todos es sabido que el consumo del puré casero de la cafetería disminuye el vigor sexual y el tamaño del miembro viril de nuestros residentes. Ello se debe a las extrañas mezclas de hortalizas sacadas de los contenedores de al lado del Lupa con albóndigas trituradas de la semana pasada. Hasta ahora la edad era un factor determinante pero desde que la Viagra entró en nuestros dormitorios, no tiene por qué resultar un problema. Si no que se lo pregunten a la Pantoja… Tu problema es además otro; la falta de uso te ha atrofiado el miembro, convirtiéndolo en un palillo acitunero: ni pincha ni folla. En cuanto a tu proposición indecente, podría trajinarme a cualquier residente, porque mi chichi lo vale. ¿Por qué iba a elegirte a ti?
¡Buenas, Alfonsita la Lovita!: Desde hace unos meses salgo con un muchachito del Colegio Mayor Velardes. Por fin, me he decidido a dejarle algún que otro pelillo, de los negros negros, entre los dientes (previo compromiso matrimonial), pero el mayor obstáculo para nuestro amor es la portera y sus noches tejiendo pulserillas en la conserjería cual cancerbero de la castidad. ¿Cómo puedo colar a mi Romeo?
Fdo. Virginia Hola Virgi: En primer lugar he de desaprobar tu actitud, pues va en contra del Reglamento de la Residencia. Es decir, como tus veteranas te han enseñado, los del Velardes no tienen pilila y si la tienen no la saben usar y si la usan, la usan pa` mear. Es deber y obligación de toda residente hacer uso de los estupendos manubrios que habitan en nuestra Residencia, salchichoncillos de calidad y evitar en lo posible todo contacto con meapilas indecentes. Ya que te obcecas en tu velardofilia he de decirte que se te será más fácil sortear al páter de la cancela del Velardes (una ya tiene sus experiencias) que atravesar el telón de acero desplegado por la pareja del año. No obstante, si te van las kamikazadas siempre puedes prender fuego a las sillas de alguna sala de estudio (allí nunca entra nadie) y esperar a que suenen las alarmas. Cuando el séptimo arda en llamas y haya una desbandada de novatitas en bragas de Snoopy, aprovecha para colar a tu monaguillo. Mmmm, néctar divino…
Octava l a n t a
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