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Historia del bajo eléctrico La historia del bajo eléctrico se remonta a los primeros tiempos del jazz. Allá por los años treinta las líneas de bajo en el jazz se tocaban mediante un saxofón, instrumento que debido a sus características permitía casi únicamente tocar ritmos de dos por cuatro, causa por la que se decía que la música de aquel estilo y época tenía feeling um-pah. A medida que el tiempo pasaba, las melodías comenzaban a hacerse más complejas y se hizo necesario el uso de otro instrumento que ejecutase las partes graves. Debido a ello, las bandas comenzaron a usar el contrabajo, instrumento desarrollado ya en el siglo XVII y que se considera el predecesor del actual bajo eléctrico. Pero el contrabajo era un instrumento muy voluminoso, difícil de transportar por las Big Bands de la época y que, para colmo, apenas se oía entre el sonido de los demás integrantes. Entonces de la mente de un auténtico genio llamado Leo Fender, surgió el bajo eléctrico definitivo. La idea ya había sido concebida antes, la solución para todos los problemas de los amantes de las notas graves. Y Fender creó el Precision, probablemente el modelo de bajo eléctrico más famoso, del que se han hecho cantidad de modificaciones. Pero la idea principal de Fender seguía ahí, un Leo Fender que se fue de su propia compañía para fundar más tarde G&L, en la que seguiría
desarrollando de acuerdo con su idea inicial. Dicho instrumento ha sido adoptado por la mayoría de grupos, salvo algunos de rockabilly o jazz que siguen usando el clásico contrabajo. Leo Fender, el Creador
Actualmente existen diversas variantes del Precision original. Existen bajos con cinco o seis cuerdas con las que se consiguen diferentes tonalidades que con el bajo clásico de cuatro cuerdas no se pueden alcanzar, además de ser más cómodos para la mano izquierda, si bien limita el número de técnicas que se pueden usar en ellos, dada la proximidad entre las cuerdas. También existen bajos sin trastes (barras de metal en el mástil que definen cada nota) con los que se obtienen tonos más similares al contrabajo, sobre todo si se montan las mismas cuerdas que se usan en el instrumento clásico.
Bajistas famosos Jaco Pastorius: probablemente el bajista que más ha aportado a la historia del instrumento, además de haber influido en casi toda la música posterior. Marcus Miller llegó a decir que es imposible librarse del legado de Jaco, estés donde estés, escuches lo que escuches, sea la banda sonora de una película, un anuncio de televisión o el hilo musical de un supermercado. Todo está fuertemente influenciado por Jaco. Disco recomendado: Word of mouth. Les Claypool: dicen de este hombre que es el amo y señor del slapping. Por lo menos ha hecho méritos para serlo. Famoso por su grupo Primus, del cual él es cantante y bajista y donde su instrumento toma el papel protagonista. La música que hace no cabe en ninguna clasificación y, de hecho, es el único grupo del mundo que tiene clasificación propia en los archivos mp3. Este bajista es capaz de hacer un solo improvisado y que las líneas melódicas tengan más groove que cualquier canción de funk que hayas oído. Este hombre es un virtuoso del bajo pero, sobre todo, es un virtuoso del disfrute hecho música. Disco recomendado: Brown album.
Flea: el bajista de los Red Hot Chili Peppers ha encumbrado al grupo hasta la fama absoluta, con el permiso de su carismático cantante, Anthony Kiedis, y de su genial batería, Chad Smith. ¿Quién no conoce “Californication”? Pues seguramente, sin darnos cuenta, conocemos también la línea de bajo de la canción. Resulta cuanto menos interesante que alguien con unos estudios bastante pobres de teoría musical (o eso dice él) sea capaz de improvisar cualquier cosa, ya que Flea toca todas sus canciones en directo improvisando sobre la marcha. Disco recomendado: Mother’s milk.
Octava l a n t a
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