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Alfonsita la lo v ita Querida Lovita: Tengo 23 años, estudio Ingeniería de Telecomunicaciones y todavía soy virgen, aunque mis amigos creen que soy el gran follarín porque les he contado que perdí la virginidad a los 14 en el campamento de los Scouts. Me temo que empiezan a sospechar que bajo mi fachada de casanova se esconde un macaco pajillero que no ha mojado el churro en su vida. Te agradecería que me dieras unos consejillos para que vuelvan a considerarme el fucking master del grupo. Fdo. Perico el del palote Desesperado pajillero: No te preocupes, ser virgen a los 23 no es algo de lo que tengas que avergonzarte, pero ya me jodería tener que gastarme todos los meses la paga de mamá en muñequeras. Como es imposible que folles con esa cara de paella, aquí te doy una serie de briconsejos para poder fingir que tienes una vida sexual satisfactoria: 1. La clave está en el cabecero. Zarandéalo con ímpetu renovado cada noche. Mucho mejor si es a altas horas de la madrugada (aunque un polvito mañanero nunca está de más), pues tus vecinos se despertarán cagándose en todos tus muertos y no pararán de ponerte verde al día siguiente. Así se extenderá tu reputación de semental. 2. Pon voz de pito y gime como una perra en celo. También puedes gritar ordinarieces como “Dios mio, que pedazo morcillón. Eso no puede entrar aquí”. Así lograrás que las nenas te miren con lujuria mientras degustan las exquisitas salchichas de la cafetería. 3. Echa sonoros besos al aire, también puedes meterle el morro a tu peluche del Monstruo de las Galletas. También es muy aconsejable que chapotees con la lengua en las lentejas de tu madre para simular que buceas en sus humedades. 4. Cómprate en los chinos un cubo echa pedos y úsalo durante tus supuestas embestidas. Con ello lograrás que la gente que pase por el pasillo crea que es el tipo ruidito vaginal que se escapa cuando penetras a tu chorba. 5. Una vez terminada la faena, encamínate hacia el baño y deposita, fuera de la bolsa del cubo de la basura, un condón previamente rellenado con leche condensada. La señora de la limpieza se escandalizará de tamaña guarrada y, si tienes suerte de que la de tu piso sea la más cotilla, lo irá cacareando por todo el vecindario. 6. Por último extiende por el pasillo el aceite de una lata de sardinillas para que la gente piense que ese olorcillo sale de debajo de tu puerta, dedbido a la alta concentración de fuidos en el ambiente. Espero que estos pasos resuelvan tu problema, me consta que a Jezulín de Ubrique y a Juan y Medio les han salvado la vida.
Estimada Alfonsa: Ha llegado a mis oídos que existe un pollón sobrenatural en la Residencia, un miembro de tales dimensiones que su propietario lo lleva enrollado a la cintura como si se tratara de un cordón franciscano. Las afortunadas que han degustado el néctar divino aseguran que, arcadas aparte, la penetración era muy dolorosa hasta que el susodicho se anudó la toalla del bidé a la base del pene para así amortiguar tan tremendas embestidas. Todas las residentes estamos babeando, queremos encontrar a orgasmatrón. Así que Alfonsita la golfita, te proponemos un reto: que seas capaz de descubrir quién se arropa con ese prodigio de la naturaleza. Fdo. Rubita 69 Inocentes amigas: Sinceramente, si tal prodigio existiera lo notariamos en el tío, que andaría siempre encorvado por el peso de los huevos, por el afán de las señoras de la limpieza por entrar cuando se está cambiando y por los controles sorpresa que se realizan en la Residencia a altas horas de la madrugada en busca de aparatos eléctricos y/o mecánicos de alto rendimiento. Además, la tía que consiguiera catar semejante instrumento levitaría por los pasillos en extasis místico. Lo que Dios da por un lado lo quita por el otro, así que si existira un manubrio tan potente meneándose por estos pasillos correspondería al típico freaky con chándal del Real Valladolid, sandalias con calcetines blancos, gorro de paja y aliento a bocadillo de calamares de la Mejillonera. Ahora que caigo, hay varios candidatos al premio Nacho Vidal de este año.
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