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13/05/2007
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La noche de las Becas Killo Una vez entregadas las becas y los premios deportivos la celebración se iba a prolongar en el comedor de la Residencia. El vino de honor comenzó algo más temprano de lo habitual, lo que mejoró la preparación de la fiesta que vino a posteriori y facilitó a las preciosas féminas de nuestra residencia su retoque número cien para bajar a la fiesta dando el nivel requerido por los varones del Alfonso VIII.
Una vez ya llenas las panzas y las neveras, bebimos unas copas en nuestras habitaciones para bajar aún más la comida, lo normal y aconsejable por los médicos tras una buena cena: J&B, Ballantine’s, Juanito caminante, Absolut, Brugal…todo importaciones de primera calidad. En la fiesta hubo de todo. Este año no hubo ningún altavoz fuera de su sitio, lo que mejoró respecto al año anterior. Además se entregaron los trofeos antes mencionados y más de uno sustituyó la copa entregada por los vasos de plástico para servirse su cubata. Más tarde se concedieron los ya famosos premios naranja y limón del Alfonso VIII. Las horas pasaban y las copas se llenaban y volvían a vaciar (esto último para lástima de todos), y comenzó a circular el rumor de que nos veríamos en la discoteca La Rosaleda. No sé si por falta de taxis o por exceso de alcohol en sangre algunos cayeron en redondo en la cama o se fueron a otra disco. El caso es que, un año más, la fiesta del Alfonso VIII fue un broche de oro al curso de una residencia que está todo el año en celebración y este año estrenaba staff técnico en dirección.
Bromas y atuendos aparte, el vino de honor que nos prepararon estuvo a la altura, una gran degustación de suculentos pinchos y un vino que acompañaba de forma transitoria la cena. Debido a la buena organización de los torneos internos este año (salvo en fútbol sala todo lo demás salió muy bien: mus, parchís, trivial…) se adquirieron trofeos para los vencedores de dichas pruebas y se exhibieron en el centro del comedor mientras saciábamos nuestro apetito con la tortilla y el jamón que nos pusieron en bandeja (nunca mejor dicho porque hubo gente que llenó su frigorífico con lo que sobró…o más bien lo que no se vio).
Octava l a n t a
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