Revista Octava Planta Nº 43

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Aitor Álvarez

La ciencia en las series Las series, ese género televisivo tan idolatrado por gran parte de los individuos que residimos en el Alfonso. Pero, debido a la sección que me atañe, voy a centrarme en las relación amor-odio que éstas se traen con los diferentes campos de la ciencia; leyendas urbanas falsas que hemos dado por supuestas, teoremas matemáticos no sólo demostrados, sino también aplicados, grandes avances científicos mostrados por vez primera en TV décadas antes de tenerlos en nuestras manos... Si empezamos por orden cronológico, indiscutiblemente la primera de la que hay algo que decir es Star Trek, aquella serie de culto de los 60 que se encargaría de mostrar al mundo hace cuarenta años y pico una serie de artilugios cuyo funcionamiento por aquel entonces no tenía otra explicación que la magia. Y no me estoy refiriendo a nada demasiado extraño. Por ejemplo, el intercomunicador con el que el Capitán Kirk se comunicaba con la nave cuando se encontraban de misión por algún planeta desconocido no es demasiado diferente a cualquiera de los últimos (y no tan últimos) modelos de móviles de cualquier marca. Y por poner otro ejemplo de las decenas que hay en esta serie, se podría mencionar las memorias portátiles en las que el Dr. McCoy tenía almacenados los historiales médicos de la tripulación de la nave, que poco tenían que envidiar a las memorias USB actuales a las que tanto estamos acostumbrados. Eso sí, todavía no han conseguido hacer nada similar al dispositivo de teletransporte con el que iban de un lugar a otro, algo imposible parece... pero lo mismo se diría cuando en 1865 Verne escribió su De la Tierra a la Luna, ¿no? Cambiando ahora un poco de registro, también tenemos series en las que el factor ciencia se encuentra muy presente, siendo para mí uno de los mayores referentes Futurama, aunque a simple vista no lo aparente por no parecer más que una comedia de dibujos animados. Sin ir más lejos, podemos ver en los créditos iniciales de uno de los capítulos de la última temporada de la serie un mensaje que reza: “What happens in Cygnus X1, stays in Cygnus X1 (Lo que ocurre en Cygnus X1, queda en Cygnus X1)”. Pues bien, este no es más que un guiño de los guionistas al hecho de que Cygnus X1 es un agujero negro. Estos “peculiares” objetos astrofísicos, tienen lo que se denomina un horizonte de sucesos (en este caso de 26 Km), lo que hace que todo lo que ocurra dentro de una esfera de ese radio, absolutamente cualquier cosa, no tenga forma de escapar a la intensísima fuerza gravitacional del agujero negro, y caiga en su interior. Ergo, efectivamente, lo que ocurre en Cygnus X1, permanece en Cygnus X1. Y ya la máxima expresión de la tendencia a lo científico de esta serie es el capítulo titulado A Prisoner of Benda, en el que el profesor idea una máquina en la que dos personas pueden intercambiar sus consciencias con el único impedimento de que dos personas que ya lo hayan hecho no pueden volver a intercambiarse la consciencia entre ellos, sino que tendrían que recibirla de otro sujeto diferente. El problema viene cuando, durante el desarrollo del capítulo, muchos de los personajes intercambian sus consciencias entre sí. ¿Cómo solucionarlo? La respuesta la tienen, como es habitual, dos componentes de los Harlem Globetrotters, los cuales desarrollan en la pizarra del profesor el denominado “Teorema de Inversión”. ¿Qué es esto? Pues un teorema desarrollado por Ken Keeler, Doctor en Matemáticas por la Universidad de Harvard y, en sus ratos libres, guionista de comedia, quien, sin entrar en más detalles, demuestra que, a través de leyes de la combinatoria y demás

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matemática aplicada, pueden devolver todas las mentes a sus respectivo cuerpos con la única ayuda de dos “cuerpos extras” (los Globetrotters en este caso). Y, efectivamente, funciona. A pesar de que quizás esta es la serie de Matt Groening que más fundamento científico tiene, no es la única, puesto que en Los Simpsons también hay muchas referencias a este tipo de temas. Aunque, si bien es cierto que en algunos capítulos abordan temas totalmente contrastados, en otros se toman algunas licencias que no son del todo correctas. Sin ir más lejos, en el capítulo de Bart contra Australia, Lisa le dice a Bart que el agua gira en sentido antihorario en el Hemisferio Norte y al contrario en el Sur, debido a la fuerza de Coriolis. A raíz de esto se desarrolla la trama, en la que Bart llama a un niño australiano para preguntarle en que sentido gira el agua en su casa, viajan a Australia, etc.

Pues bien, por raro que parezca, aquí Lisa no tenía toda la razón. El efecto Coriolis es una desviación que se produce cuando algo se mueve sobre un cuerpo en rotación. Es el responsable de los giros en los huracanes y las corrientes marinas, pero es demasiado débil como para influir en un desagüe. Sin embargo, Lisa está en lo cierto cuando dice que la desviación tiene sentidos opuestos en cada hermisferio. Otro guiño científico en esta serie puede ser cuando Homer enuncia la mítica frase: “Lisa, en esta casa nosotros obedecemos las leyes de la termodinámica”. Pues bien, en este episodio, Homer logra construir ni más ni menos que una máquina de movimiento perpetuo, la cual, según él mismo: “es un fiasco, sigue funcionando más y más deprisa”. Aquí podemos ver una vuelta de tuerca más de los guionistas de esta grandísima serie a la temática científica. Un dato: este tipo de máquinas no existen, ya que producirían más energía de la que consumen. Si esto fuera posible, podrían funcionar eternamente una vez encendidas, pero ahí está la primera ley de la termodinámica para decirnos que el principio de conservación de la energía es inviolable. Aún así, Homer la crea y es capaz de decirle a Lisa que la haga parar, que en el 742 de Evergreen Terrace también se cumplen las leyes de la termodinámica. Para quitarse el sombrero. Y así podría seguir poniendo ejemplos de “divulgación científica” en series de TV. Hoy en día, quizás el máximo exponente de la relación series-ciencia podría ser una serie que está muy de moda, The Big Bang Theory. Sólo un dato: el título de cada episodio de la serie hace referencia a algún teorema matemático o ley física. Os la recomiendo encarecidamente.

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