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Nuestro Norte en Chile

En el mes de julio son las celebraciones a Nuestra Señora del Carmen, Reina y Madre de Chile. Hablar de la identidad de nuestro norte es, rememorar nuestra identidad mestiza: Aymaras, Quechuas, Atacameños, Collas y Diaguitas con sangre española. Los bailes religiosos son hermandades cristianas cuyos miembros utilizan, de manera tradicional y, con sentido de oración, expresiones del arte ritual de origen andino, dirigidos especialmente a la Madre de Jesús.

Nuestras expresiones nortinas están marcadas por la danza. Se bailaba desde el nacimiento hasta la muerte, pasando por las diferentes etapas de la vida. He aquí, algunas de nuestras danzas nortinas, las cuales se comparten con Perú, Bolivia, y Norte de Argentina. Para los que no saben, estas regiones formaron el Colla Suyo, provincia sur del imperio Inca.

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1. “Chinos”: Amantes de la Chinita, la virgen María. Su danza representa al indígena minero, imitando al quinquén, ave que trae la lluvia. Importante en la faena minera de los hijos del desierto.

2. “Danzante”: Baile, por lo general de señoritas, que expresaban la alegría de su fe. Se bailó en las haciendas y posteriormente en los santuarios, Surge alrededor del 1800.

3. “Turbantes”: Danza mestiza con gran influencia española.

4. “Pieles Rojas”: Danza surgida en las oficinas salitreras alrededor de 1930. Se inspira en las películas del oeste americano, donde el indígena y mestizo del norte se identificó con su dolor y sufrimiento. Baile muy extendido en los santuarios marianos del norte.

5. “Gitanos”: Baile de salto, que evoca la alegría y libertad de esta raza o etnia. Se dice que fueron bailados alrededor de los años 40, por gitanos húngaros y que al son de panderos y pañuelos, expresan su libertad.

6. “Cuyacas”: Danza pastoril que bailaban las vírgenes del sol del imperio y que hoy bailan señoritas y damas. Muestran la domesticación de las llamas, los rituales de sacrificios y trenzan la vara, expresando las gracias y bendiciones.

7. “Chunchos”: Baile que nos recuerdan a los guerreros amazónicos, llevados como esclavos por los Incas. Es una de las danzas más antiguas del santuario del Carmen.

8. “Diabladas”: Surgen en La Tirana en 1957, cuando Gregorio Ordenes, agrupa a los diablos rojos, o diablos sueltos tarapaqueños y forma la Primera Diablada de Chile, Servidores de la Virgen del CARMEN. Esta danza es una catequesis que muestra la lucha del bien contra el mal y, donde Miguel

Arcángel, resulta vencedor en la lucha contra los demonios y los 7 pecados capitales.

9. “Morenos”: Surgidos en las salitreras en los años 30, y que evoca su pasado de dolor y sufrimiento, mediante el sonar de las matracas y, el ansia de la libertad. Hay morenos de pasos, conocidos como “Pitucos” y de Salto.

10. “Morenadas”: Nos recuerdan a los esclavos africanos traídos a América que trabajaban las minas y las haciendas. Nos narran el ansia de la libertad. Porque para ser libre nos liberó Cristo (Gal 5,1)

11. “Zambos”: Baile mestizo entre negros indígenas. Es una parodia al negrero. Negro, con mentalidad de blanco que mediante el látigo, obliga a sus hermanos a trabajar. Los cascabeles recuerdan su pasado: cadenas de esclavitud.

12. “Antawaras”: Baile de invocación al sol, que con manos alzadas claman su retorno. Se baila en el Machaq Mara, o Inti Raymi, nacimiento del sol (Año nuevo indígena) Se danza también a Jesús sacramentado, en la custodia, el nuevo sol que nace de lo alto (Lc 1,78-79).

13. “Callahuayas”: Nos recuerdan a los médicos hierbateros que recorrían el altiplano, llevando sus hierbas medicinales. Se cubrían con una antucha sombrilla, confeccionada con plumas de Suri.

14. “Suri Sicuris”: Baile pastoril, que al son de las sicuras (zampoña), imitan al suri, avestruz andino. Es una hermosa danza acrobática.

15. “Osadas”: Danza que muestra el poder reinante del mal, y sus fuerzas enemigas. Es un poder aparente, pero, que será vencido.

La danza religiosa nos recuerda al rey David, que ante la procesión del Arca de la Alianza, remolineaba danzando (1Cro 15,27-29) y nos invita a alabar a Dios con todo el ser: mente, cuerpo y espíritu (salmo 150) y a manifestarla en una gran orquesta de aclamación.

Espiritualidad

La espera con María

No temas, María, porque has encontrado gracia delante de Dios (Lc 1,26-38)

Cristo continúa viviendo en la Palabra, en los Sacramentos, en cada hombre, en cada acontecimiento, en el amor de los hermanos, Él nos conducirá a la casa del Padre, donde María nos ha precedido en gloria.

Virgen María de la Esperanza, tú eres hija de tu Hijo, sierva de tu Señor, madre del Salvador Altísimo. El que habitaba en los cielos ha visto el esplendor de tu belleza y se ha complacido en prepararse en la tierra una digna y purísima morada. Alcánzanos de Él la sobreabundancia de la gracia, para que permanezcamos en esta vida fieles a su servicio, y después del paso de esta vida lleguemos a estar junto al que de ti ha nacido, Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

1. En nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.Con MARÍA nos disponemos a escuchar la Palabra de Dios. (Comenzamos cantando o escuchando un canto a María)

2. La Palabra ilumina nuestra realidad: Lectura bíblica: Lucas, Lc 1,26-38

Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo.

El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin».

María respondió al ángel: « ¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?». El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios».

Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel dejándola se fue.

Pregunta para reflexionar: ¿Qué nos dice la lectura? ¿Cuál es la actitud de María?

3. La Palabra nos ayuda a discernir

¡No temas!». Palabras que leeremos frecuentemente en el Evangelio; el mismo Señor las tendrá que repetir a los Apóstoles cuando éstos sientan de cerca la fuerza sobrenatural y también el miedo o el susto ante las obras prodigiosas de Dios. Nos podemos preguntar el porqué de este miedo. ¿Es un miedo malo, un temor irracional? ¡No!; es un temor lógico en aquellos que se ven pequeños y pobres ante Dios, que sienten claramente su flaqueza, la debilidad ante la grandeza divina y experimentan su poquedad frente a la riqueza del Omnipotente. Es el papa san León quien se pregunta: «¿Quién no verá en Cristo mismo la propia debilidad?». María, la humilde doncella del pueblo, se ve tan poca cosa... ¡pero en Cristo se siente fuerte y desaparece el miedo!

Entonces comprendemos bien que Dios «ha escogido lo débil del mundo, para confundir lo fuerte» (1Cor 1,26). El Señor mira a María viendo la pequeñez de su esclava y obrando en Ella la más grande maravilla de la historia: la Encarnación del Verbo eterno como cabeza de una renovada humanidad. Qué bien se aplican a María aquellas palabras que Georges Bernanos dijo a la protagonista de La alegría: «Un sentido exquisito de su propia flaqueza la reconfortaba y la consolaba maravillosamente, porque era como si fuera el signo inefable de la presencia de Dios en Ella; Dios mismo resplandecía en su corazón

¿Cuáles son nuestras temores para decir Sí al Señor?

4. La Palabra nos abre a comunicarnos con Dios Todo el mundo, la creación eterna, está atenta. Está a la espera de la respuesta de María. De su resolución depende el consuelo de los pobres, la redención de todos. También, hoy, Dios espera de nosotros para continuar la redención de la humanidad.

De luz nueva se viste la tierra, porque el sol que del cielo ha venido en el seno feliz de la Virgen de su carne se ha revestido. El amor hizo nuevas las cosas, el Espíritu ha descendido y la sombra del que es poderoso en la Virgen su luz ha encendido. Amén

5.La Palabra cambia nuestras actitudes. Con las palabras del ángel: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios...” ¿Qué siento con esta invitación del Ángel? ¿Cuál sería mi respuesta?

Finalizamos nuestra oración dando gracias por todos los regalos que Dios nos da cada día. Cantamos un canto navideño

Padre Nuestro...

Dios te salve María...